«La historia de Cangas del Narcea no se entiende sin su vino y su viticultura heroica»

La librería Treito presenta Diario de un viticultor de Cangas del Narcea, 1902-1907, en el que intervinieron la expresidenta de DOP Vino de Cangas, Beatriz Pérez, la investigadora científica del CSIC, Carmen Martínez y Juaco López, director del Muséu del Pueblu d`Asturies y autor de la edición del libro.

A la figura del médico, profesor de agricultura y viticultor José Gómez López Braña, autor de `Diario de un Viticultor de Cangas del Narcea, entre los años 1902 y 1907' se le atribuye el salvar las cepas autóctonas del suroccidente asturiano a comienzos del siglo XX. Una época donde los viñedos europeos se infectaron con un parásito procedente de América : la filoxera, que anidaba en la vid, alimentándose de ella. Fueron las anotaciones diarias de José Gómez, sus observaciones sobre el tiempo y el estado de las plantas, sus constantes viajes a Burdeos, cuna de la enología europea, y sus lecturas de la revista de la escuela vitivinícola de Montpellier, lo que hizo dar a este viticultor autodidacta con la solución a ese mal que amenazaba con extinguir la cultura ancestral del vino en Europa, y por ende, en Cangas del Narcea.

Así resume este diario, a modo de contracubierta, el director del Muséu del Pueblu d´Asturies, Juaco López, autor de la edición de este libro imprescindible tanto para los amantes del vino como para sus productores. Y lanza, a modo de mayéutica, una pregunta a una de las invitadas a su presentación ,ayer, en la librería Treito a la que acudieron el presidente actual de la DOP de Cangas, José María Martínez, acompañado de la directora general de Desarrollo e Industrias Agrarias, Begoña López. «¿Creé que este diario le puede servir a un viticultor hoy en día?». «Sin duda alguna», respondió Beatriz Perez, expresidenta de la DOP Vino de Cangas y productora del vino de la bodega canguesa Siete Vidas. «Me he visto muy reflejada en los problemas que sufría Gómez y los viticultores cangueses de principios del siglo pasado», dice impresionada Pérez.

«Este año nos pasó algo que se puede leer en el libro, pensamos que iba a ser una supercosecha y en junio llegaron las lluvias con mucho calor y hubo parcelas completamente arrasadas y mermadas, todos recogimos menos

de lo que esperábamos«, confesó la viticultora. »Pero es reconfortante saber que si hace 100 años se superaron estos infortunios, ahora también se puede«, expuso Pérez frente a una librería que ayer colgó el cartel de completo en la villa canguesa. »La historia de Cangas del Narcea no se entiende sin su vino y su viticultura heroica«, concluyó acerca de un diario que no sólo pone de manifiesto las prácticas vitivinícolas canguesas sino que examina también las prácticas sociales de comienzos del siglo XX en el concejo asturiano.

La segunda invitada a la presentación del libro fue la investigadora científica del CSIC y responsable del Grupo de viticultura, olivo y rosa (VIOR), Carmén Martínez,que guarda ciertas similitudes con el protagonista del libro. En los años ochenta, fue la encargada de describir las tres variedades de uva autóctonas de Cangas: el carrasquín, el berdejo y el albarín. Y puso en marcha un plan para su recuperación. «En los ochenta

los viticultores cangueses no veían rentabilidad a su uva por lo que arrancaban las cepas, muchas plantadas por Gómez a principios de siglo«, apuntó la investigadora, perteneciente a una familia de viticultores del pueblo cangués de Carbayo. Al igual que Pérez, Martínez se sintió identificada con el diario de Gómez. »Es como el cuaderno de campo de un científico que está realizando su tesis doctoral«, explicó la científica canguesa, la cual, ha obligado incluir a todos aquellos investigadores a los que guía en su tesis doctoral, este libro entre su bibliografía. Pero Martínez, ha dicho más, y ha asegurado que el libro, el cual se puede leer desde diferentes perspectivas, debería ser una lectura obligatoria tanto para políticos, como para hosteleros, ecologistas y alumnos de secundaria en Asturias. »Lo importante es el legado de José Gómez, una fuente de inspiración tanto a nivel científico, como empresarial, ambiental y socio-histórico«, indicó la investigadora a modo de cierre de la presentación.