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ara los escasos vecinos de El Pousadoriu, aldea de La Espina que se encuentra a trece kilómetros de Salas, este Viernes Santo no será fácil de olvidar. En torno a las once de la noche, se desataba un incendio en casa de Leonardo Álvarez que consumió la vivienda en cuestión de minutos y le costó la vida a este ganadero ya jubilado.
Su hijo, que vivía con él, se encontraba en ese momento trabajando en una cuadra situada a 400 metros de la casa. Al percatarse de las llamas y el humo, no dudó en ir al rescate de su padre y llegó incluso a adentrarse en el inmueble, atravesando el fuego que ya empezaba a comprometer los cimientos. Pero antes de que pudiera localizarle, el suelo de la vivienda se desplomó y acabó cayendo a la planta de abajo, donde estos vecinos de El Pousadoriu –septuagenario el padre y de 37 años el hijo– tenían otra cuadra.
Hoy, permanecía ingresado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde está recibiendo atención médica por las quemaduras sufridas en las manos y en la cara. Aunque su entorno asegura que las peores heridas son las emocionales: «Siente una tristeza enorme por no haber podido hacer nada para salvar a su padre». Fuentes próximas a la investigación que ahora se está llevando a cabo para esclarecer el origen del incendio explican que «no llegó a localizar a su padre» entre el humo y las llamas, aunque hizo lo imposible por encontrarle hasta que el derrumbe le impidió seguir adelante.
El Centro de Coordinación de Emergencias recibía el aviso del incendio a las 23.15 horas del viernes. De inmediato se movilizó a siete efectivos de Bomberos del SEPA –el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias– de los parques de Tineo, Valdés y Cangas del Narcea, que se trasladaron a El Pousadoriu con la autoescalera, un vehículo nodriza, un vehículo ligero, la autobomba forestal y la urbana, además del furgón multisocorro. También acudieron el jefe supervisor y el jefe de Bomberos de la Zona Noroccidental.
Desplegados ya en el lugar de los hechos, comenzaron a trabajar en el incendio, que se encontraba ya «completamente desarrollado» y provocó también el derrumbe de la techumbre de la vivienda. De hecho, tras sofocar las llamas, los bomberos tuvieron que realizar labores de desescombro. Los trabajos del servicio de emergencias se prolongaron durante toda la noche del viernes y la mañana del sábado. Fue necesario que bomberos con base en Pravia se desplazasen hasta la zona para poder dar el relevo a la dotación que intervino en un primer momento. La sala del 112 del SEPA también movilizó a la Guardia Civil y al SAMU, que activó una ambulancia y al médico de Salas.
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