'Cericu' no es 'Indomable'

Cericu' es hijo de 'Indomable'. Pero no es indomable. En Espineres no lo fue. Ese caballo, de cuatro o cinco años, hijo del mítico asturcón que nadie lograba doblegar, tomó su lugar en el concurso de doma, el momento más especial y único de la fiesta del Asturcón, con el ánimo de ser su digno sucesor. Ya se le esperaba con ganas el año pasado, pero se suspendió la doma y no fue posible. En este solo una persona se animó a montarlo: Benjamín Menéndez Álvarez, de Villaviciosa: «Paisanos cada vez hay menos», bromeaba. Salió triunfador del trance. Así contaba cómo fue: «No me hizo daño, pero tocar me tocó. Es un potro que está fuerte, pero no es fácil, no se deja; montarlo es complicado, hay que arrimarse mucho a él e intentar subir», contaba. Daba ya un consejo este veterano de la doma: «Hay que esperar el momento, si te precipitas, te da». Estaba feliz de conseguir con 'Cericu' lo que no había logrado con su padre, quien se tornó protagonista de esta fiesta que contó con múltiples alicientes a lo largo de toda la jornada, por mucho que fuera ese inicio de la tarde el momento más esperado por todos, el momento de la verdad. «Hace falta tener un seguro de vida para atreverse», comentaba el público tras ser testigo de la hazaña del jinete maliayo.

Pero antes se pudo también disfrutar de la exhibición de asturcones nacidos en este 2025, para cuyo marcaje se empleó pintura biodegradable. Entraron en el recinto vallado una treintena de animales y fueron siete los potros y potrillas marcados. Entre ellos, 'Chisca', a la que marcó Jesús María Chamorro; 'Llara', que lo hizo el coronel Juan Luis Martínez en representación de la Delegación de Defensa del Principado; 'Furtivo', a cargo de Álvaro Queipo... Emocionante fue ese momento para los marcadores.

Es una fiesta absolutamente singular y única la que se vive cada agosto, en la que también hay tiempo para llamar a la participación de todos para mantener la tradición, para que los más jóvenes se sigan involucrando en una fiesta que reivindica esta raza autóctona de caballos. Rafael Lobeto Lobo, patrono de fundaciones como la Philippe Cousteau y Titanic, entre otros cargos, fue quien ejerció de pregonero ante autoridades encabezadas por el presidente de la Junta General, Juan Cofiño. Así habló de sus amados caballos del Sueve: «Desde siempre nos acompañan seguro los caballos asturcones o sus antecesores y forman parte de nosotros mismos, de nuestra cultura, de nuestra forma de vivir», dijo quien tuvo también un recuerdo para el escritor Xuan Bello, fallecido a finales del mes pasado. El pregón se leyó a la una, antes de la comida festiva y después de una espectacular exhibición de arrastre con caballos asturcones y una misa de campaña.

Durante ese acto – de una fiesta que cumplió su 45 edición y en la que la Asociación Conservadora de Asturcones del Sueve (ACAS) estrenaba directiva–, se entregaron también los galardones anuales. Entre ellos, el de Asturcón del Año a Jesús María Chamorro, presidente del Tribunal Superior de Justicia de Asturias. Joaquín Prendes, pastor de 85 años de La Vallina-Miyares y María Agustina Mercado Huerta, de 93, de La Infesta-Borines, también fueron galardonados. Hubo distinciones especiales para Juan Luis González Martín, José Luis Alonso, Javier Escobio y Víctor Manuel Villar.

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