Los claveles rojos se imponen en Llanes

Algunos madalenudos aún no se habían recuperado de la verbena del día anterior cuando la gran salva de cohetes anunciaba puntual que al fin había llegado el día grande de la festividad de Santa María Magdalena en Llanes. Tocaba celebrar, lo de dormir podía esperar.

Apenas un par de horas más tarde, la Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio daba desde la estación de autobuses la bienvenida a todos aquellos que no estaban dispuestos a perderse el pasacalles, al son del pasodoble 'El Magdaleno'. El traslado de la Santa desde la capilla a la Basílica teñida de rojo clavel para celebrar la misa en su honor dio paso a la tradicional procesión de aldeanas y porruanos por el casco antiguo y las calles de la villa para devolver la venerada imagen a su capilla.

Llegaba el momento del ofrecimiento de ramos y de que el gran festival folclórico arrancase a cargo del grupo del Bando en el Muelle. No hubo tampoco entonces mucho tiempo para el descanso, porque a continuación se formó la tradicional la Danza Prima hasta la Plazuela de la Magdalena. Más baile. Más fervor. Más entrega.

La Banda de Música de San Martín del Rey Aurelio dio un animado concierto en el Muelle, del que disfrutaron propios y ajenos, antes de que comenzase a tomar forma la comitiva de despedida de la banda, de nuevo, hasta la estación de autobuses.

Pero la fiesta ni siquiera se acercaba al final. Faltaba todavía la romería en el Muelle, la danza prima de vuelta a la capilla y la gran verbena que robó el sueño a los llaniscos una noche más.

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