Dos cosecheros noveles se imponen en el XXXII Concurso de la Faba de Colunga

No se lo esperaban Raúl Gallego y Ade Ortiz hace apenas un año, cuando le dieron un vuelco a su vida profesional y decidieron plantar tres hectáreas en Luces con doce variedades de alubia, desde verdina o guernika, pasando por gloria, tolosa o carico a fabes de la granja dentro de la Indicación Geográfica Protegida. Apenas un año después han sido los vencedores del XXXII concurso de la faba de Colunga. Con una producción mínima, pero de muy alta calidad según los miembros del jurado calificador, como explicó el investigador del Serida Guillermo García, acompañado por Moisés Fernández.

Para los productores de faba este ha sido un año difícil, en particular para aquellos con fincas con acceso limitado al agua. No han sido pocos los que han optado por el riego por goteo, una práctica que tiene visos de imponerse, si se confirma la aparente tendencia de cambio hacia un clima más cálido y menos lluvioso en Asturias. En todo caso, la directora general de Desarrollo Rural del Principado, Begoña López, indicó en el acto de entrega de premios, que el Principado tiene una «confianza total» en los emprendedores agroganaderos y que en 2024 «los fondos para la incorporación de jóvenes crecerán un 15%, después de haber crecido un 50% este». E instó a los cosecheros a que contraten seguros agrarios para sus producciones. El alcalde, José Ángel Toyos, destacó la labor de la 'faba de honor', Ana María Merino, al frente del restaurante Vista Alegre, de La Griega; de la 'faba de oro', Mari Paz Fontela, como cosechera en la vega del río Libardón y la generosidad de los paisnanos del año, María Jesús Villar e Ignacio Iglesias, de Pivierda.