
Ovidio Zapico
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Ovidio Zapico
Con las campanas de la Catedral tocando la hora, colas de turistas esperando la apertura para visitarla y varios sacerdotes y miembros de la curia ... asturiana paseando por los alrededores o tomándose un café en una terraza, el consejero de Ordenación del Territorio y coordinador general de IU de Asturias, Ovidio Zapico, recibe a EL COMERCIO. Lo hace en una semana de tensión política, a cuenta de la comisión de investigación del accidente de Cerredo que se constituirá en la Junta merced al apoyo de Covadonga Tomé. En su despacho en la sede del partido, desde cuya ventana observa la imponente catedral, el líder de Izquierda Unida analiza el actual contexto político de la región.
–¿Qué pasó para que Izquierda Unida, ustedes, defendieran primero una comisión de investigación sobre el accidente de Cerredo y luego no?
–Siempre defendimos la investigación, en términos generales. Eso sí, hay que aclarar cuestiones judiciales y que se van a determinar en el ámbito correspondiente, el juzgado de Cangas del Narcea, para el que pedimos ese refuerzo de medios técnicos y humanos. Se van también a determinar desde el punto de vista administrativo, y ahí está esa Inspección de Servicios que tiene que dar también un resultado. Se tiene que determinar desde un punto de vista técnico, para lo que está en marcha la investigación de la Comisión de Seguridad Minera. Y también responsabilidades políticas, con una parte muy importante ya asumidas. Con todos estos mimbres surge la cuarta vía de investigación, la investigación en sede parlamentaria.
–¿Después de las otras?
–Deberíamos tener primero esos conocimientos preliminares de las tres investigaciones que citaba y, por lo tanto, eso no permite situar con claridad dónde debe estar el foco de la comisión parlamentaria. Se va a iniciar, y hay que conseguir que sea un instrumento útil, que no tenga intereses partidistas ni que se vaya a utilizar como un ariete contra el Gobierno, ni que en sede parlamentaria se escenifiquen actitudes inadecuadas. Y hay que ver también cuáles son los ritmos adecuados de la comisión. El mes de julio, que es un mes hábil, a todos los efectos, debería de ser el mes en que esa comisión sustanciase las comparecencias. Si no hemos podido esperar ahora unas semanas por esos trabajos preliminares, no veo por qué hay que esperar ahora meses para empezar la comisión.
–¿Sus socios de gobierno están en esa tesitura, también?
–Yo creo que sí, completamente. Durante estos últimos días ha habido una coordinación muy fluida entre las dos fuerzas que sustentamos el Gobierno de Asturias. Somos dos fuerzas diferentes, con dos liderazgos distintos, pero con el objetivo común de la transformación de Asturias. En este calendario creo que no va a haber la mínima diferencia.
–Insisto. ¿Por qué en cuestión de días, o de horas, se pasó de querer una comisión a rechazarla en una colegiada?
–No tanto rechazarla como adaptarse a lo que va pasando. Cuando se asumieron responsabilidades políticas y se produce la dimisión de la consejera de Industria fue un hecho que, incontestablemente, marcó un nuevo escenario. Estamos ante la primera comisión de investigación en la que las responsabilidades políticas ya están asumidas previamente. O una parte muy importante.
–Esta decisión fue votada por los órganos del partido y está recibiendo contestación desde algunas agrupaciones críticas.
–Es normal que determinadas agrupaciones, que en lo local tienen su idiosincracia y sus particularidades, y que son de una zona geográfica determinada, puedan manifestar planteamientos diferentes a los que los órganos de IU, por una abrumadorísima mayoría, puedan acordar.
–¿Durante este proceso ustedes pidieron algo a cambio? ¿Se plantearon abandonar el Gobierno?
–Nunca hubo un escenario de ruptura del Gobierno, nunca estuvo en riesgo. Son días de situaciones difíciles, en las que hay que gestionar emociones y contradicciones y posiciones enfrentadas. Todo eso hay que irlo atemperando con diálogo, calma y mucha voluntad política de que hay que seguir adelante en este proceso a favor de la mayoría social asturiana. Este Gobierno no va a acabar en 2027, tenemos una clara vocación de continuidad en la legislatura de 2027 a 2031.
–¿Facilitó las cosas la salida de la consejera?
–Asumir las responsabilidades políticas abre un nuevo escenario y es un punto de inflexión. Todos estos días he tenido muchas conversaciones, muy sinceras, con Adrián Barbón, el secretario general de la FSA, con un tono de respeto personal y político que ha favorecido ese entendimiento que nos ha permitido salir muy bien de una situación que era muy complicada.
–¿Cree que Covadonga Tomé se ha equivocado?
–No soy quién para juzgar lo que hacen otras fuerzas. Sí creo que ha habido una situación en la que nos hemos anticipado a las otras investigaciones paralelas. Toda la izquierda en su conjunto tenemos que tener muy claro lo que tenemos en frente: la regresión, la involución. Necesitamos una mayoría sólida y estable de la izquierda que garantice esto también de cara a 2027-2031.
–¿Están dispuestos a apoyar a Tomé para que presida la comisión de investigación?
–Eso lo hay que abordar en las próximas semanas. Creo que los grupos parlamentarios democráticos se tienen que entender ya y garantizar un funcionamiento ordenado de la comisión. Eso se consigue a través de las votaciones para elegir a los miembros de la mesa y en ese sentido abogo por el entendimiento de las fuerzas políticas democráticas.
–¿Todas?
–Democráticas. Son el PSOE, es IU, el PP y Covadonga Tomé.
–¿Y Foro?
–Bueno, Foro doy por hecho ya que es una parte más del PP.
–¿Cómo ha visto la línea de la oposición en este asunto?
–Anticiparon el escenario y se precipita todo por, seguramente, casuísticas partidistas. Ha dificultado la relación durante los últimos días, pero no debe ser un obstáculo para que la comisión sea lo más fructífera posible.
–La mina de Cerredo llevaba ya seis meses sin una inspección. ¿Qué explicación le han dado?
–Espero que la Inspección de Servicios aclare eso, porque me parecen inaceptables dos cuestiones. La primera, que haya un conocimiento previo por parte de los inspeccionados de que una inspección se va a producir. La segunda, que en trabajos de este tipo medien tantos meses de diferencia entre una inspección y la siguiente.
–Es decir, que no ha recibido una explicación al respecto.
–Eso nos lo tiene que aclarar la Inspección de Servicios. Por eso es importante tener antes de la comisión el resultado de sus trabajos preliminares y saber lo que pase en el juzgado. Somos acusación particular, y eso nos va a permitir tener mucha información. Y también lo que averigüe la Comisión de Seguridad Minera. Son elementos muy importantes para nutrir a la comisión de investigación.
–Ustedes siempre han sido muy críticos con Belarmina Díaz, ya desde la pasada legislatura.
–No tanto con ella como persona, sino con las políticas que se impulsaron desde esa dirección general. Fuimos muy críticos, todo el mundo recuerda las reticencias que tuvimos a su nombramiento como consejera. Creemos en un rumbo político y unas directrices administrativas que garanticen el bien general y la defensa de los derechos de la ciudadanía. Teníamos esa reticencia en cuestiones como el desarrollo de la energía eólica o los parques de baterías. Hemos tenido enfrentamientos, y con el paso de los meses se demostró que nuestra posición no era, para nada, equivocada y el propio Gobierno fue haciendo suyos muchos de nuestros planteamientos, y a la regulación de los parques de baterías me remito.
–Y ahora, con su salida, ¿se acercarán posturas, por ejemplo, en las directrices de comercio?
–Se lo he trasladado al propio secretario general de la FSA y al consejero de Industria, a Borja Sánchez. Se abre un escenario de regeneración, que será imparable en la consejería y en la propia Administración. La regeneración es fundamental, y con la asunción de responsabilidades políticas, es el otro elemento previo determinante.
–Ustedes llegaron a decir que Belarmina Díaz parecía, más que una consejera, la líder de un cartel empresarial energético.
–Nosotros siempre buscamos los equilibrios, que prevalezca el interés general. Y tuvimos serios enfrentamientos por la eólica o por los parques de baterías. Ha prevalecido al final, en el Gobierno, el sentido común frente a los intereses privados. La ordenación y la defensa de lo común frente a los intereses privados.
–¿Qué le parece la reestructuración del Gobierno?
–Fue rápida, lo que es importante, para retomar la agenda política y dar estabilidad. E ir sobre lo seguro. Esta reforma que plantea Barbón, que garantiza a través de dos personas que tienen una solvencia acreditada y contrastada, dará frutos en muy poco tiempo.
–¿Y el nuevo viceconsejero de Industria, Juan Carlos Campo?
–Es un perfil nuevo para nosotros. Si el consejero ha confiado en él, sus motivos tendrá y no tenemos nada que cuestionar.
–¿El Gobierno está trabajando al ritmo que ustedes esperaban, o ha habido demasiado ruido?
–Sería mal consejero de IU si me diese por satisfecho con los ritmos. Las personas de izquierdas somos sumamente autoexigentes. Quisiera que muchas cosas avanzasen muchísimo más rápido, empezando por mi área de responsabilidad y por los míos, que tendríamos que ser más rápidos. No ha habido ruido, sino la lógica discrepancia de planteamientos en un Gobierno que es sustentado por dos proyectos políticos diferentes.
–Las encuestas apuntan a un cambio de ciclo. ¿Está en riesgo el Gobierno de Asturias?
–Nosotros sólo trabajamos con una hipótesis, que entre 2027 y 2031 esta fuerza política va a seguir teniendo responsabilidades de gobierno en Asturias. Y en el ámbito nacional, llevamos muchos años con un escenario y unas encuestas que nos abren la puerta a un fin de ciclo y un escenario de involución, pero no se acaba de concretar. Que eso no se produzca es fruto de que el Gobierno de coalición, pese a todo, tiene pluralidad de apoyos y enfrente lo que habría es un escenario de ministros de Vox que la ciudadanía no quiere.
–¿Repetirán con Convocatoria?
–Nosotros iniciamos un proceso de alianzas políticas, que no son confluencias. Y esa alianza, ahora, tiene que redefinir todo el espacio a la izquierda del PSOE.
–¿En esto entra Somos?
–Todos los actores de la izquierda tienen que ser partícipes en lo que haya que definir. Aquí hay un denominador común: la voluntad de gobierno y de transformación.
–¿Habrá unificación real de la izquierda?
–Ese proceso empieza ahora y vendrá condicionado por el panorama nacional. El papel de IU es vertebrador y aglutinador de la izquierda federal, con un liderazgo, el de Antonio Maíllo, que está ganándose por méritos propios día a día ser un peso muy pesado en el panorama nacional.
–En el cementerio de Jove se acaba de retirar una placa en recuerdo a unos fusilados en 1936...
–Pues eso, retirada. Más velocidad no se nos puede pedir.
–¿Cuándo se enteraron?
–La víspera, cuando la pusieron.
–¿Qué se está haciendo respecto al Cuartel de Simancas?
–Se está trabajando con la propiedad y con el Ayuntamiento para darle una solución, pero no es un proceso que esté muerto. Espero que antes del verano haya acuerdo.
–¿Hay acuerdo con el Ayuntamiento de Gijón sobre la cesión de terrenos para construir?
–No, estamos esperando a que el Ayuntamiento de Gijón, como otros, por ejemplo el de Oviedo, ponga suelo público a disposición para que podamos emprender políticas de vivienda pública.
–¿No hay voluntad por parte del Ayuntamiento de Gijón?
–Se nos dijo que en un plazo prudencial se nos llamaría, y estamos esperando, no hay problema.
–¿Siguen adelante con la declaración de zonas tensionadas?
–Sí, estamos en el proceso de declaración de 16 zonas tensionadas en Asturias. Dos de ellas, en Gijón. Trabajamos en el armazón de esos expedientes, y es un proceso imparable, que no se ha hecho nunca a espaldas de los seis ayuntamientos en que se ubican esas zonas. Tampoco en Gijón, que fue la primera petición oficial que recibí, a través de una moción del pleno de Gijón.
–El Ayuntamiento insiste en que se deberían aplicar sólo las medidas consensuadas entre ambas administraciones.
–Vamos a consensuar con esos seis ayuntamientos las medidas correctoras que surgen con la declaración de zona tensionada. Las correctoras sí serán consensuadas. La propia ley marca que la declaración de zona tensionada conlleva una serie de medidas correctoras, que vamos a consensuar con los ayuntamientos. Todavía necesitamos datos que nos posibiliten empezar a trabajar con los ayuntamientos en esas medidas.
–¿Cuándo se podrá empezar a optar a los pisos de Peritos?
–Los plazos de la ejecución de la obra van muy bien y tiene que estar terminada el 30 de junio de 2026.
–¿Se alegró de que el congreso sacase al lobo del Lespre?
–En la política con el lobo debe prevalecer el sentido común. Asturias había demostrado hace años saber tratar con la gestión del lobo. Fuerzas como IU tenemos que garantizar el equilibrio, y siempre hemos defendido los planes de gestión. Hay que garantizar la supervivencia de la especie y la de la actividad ganadera.
–Sea lo más sincero posible...
–...¡siempre lo soy! (risas)...
–...¿cuándo le dijo el presidente que iba a proponer la reforma del IRPF?
–Hace meses que lo hemos hablado. Muchos meses.
–Barbón lo anunció al día siguiente de que Salvador Illa dijese que tocaba el IRPF en Cataluña.
–¡No, no, no! Nosotros ya teníamos hablado eso con anterioridad. Ya trabajábamos en la idea de una reforma en Asturias que abunde en la fiscalidad progresiva, que signifique que los tramos inferiores los hay que aliviar, los tramos por el medio queden como están y que los tramos superiores aporten un poco más en función de sus ingresos.
–¿Están cerca de un acuerdo?
–Hay que resolver cuestiones técnicas. Un marco fiscal progresivo que garantice lo que acabo de decir sobre los tramos.
–Sedes. La han salvado en el último momento. ¿Y ahora?
–Se abre un nuevo escenario. Hemos demostrado ser capaces de sacarla a flote y hemos marcado un camino para que sea un medio propio, una herramienta pública para las medidas de vivienda pública. También para otras políticas públicas. Está trabajando ya en tres escuelines de 0-3, en Mieres, Ribera de Arriba y Tapia de Casariego. Vamos a empezar a trabajar ya en un lote de reparación en Vipasa. Convertiremos a Sedes en ese medio propio, 100% pública.
–¿Por qué no se encargó una auditoría de Sedes por parte de la Inspección General de Servicios?
–Porque no depende de la Administración, no son funcionarios. Sí se hicieron estudios muy profundos sobre la situación de Sedes.
–¿Y qué decían?
–Que la situación era preocupante y que no se tenían que haber tomado decisiones que se tomaron en muchos momentos. Que hacer obra civil en Castilla-La Mancha, por ejemplo, era algo muy alejado de nuestras pretensiones y nos dio las claves para la propuesta.
–Con los acreedores...
–... con ellos tenemos el compromiso de abonarles el 71% de la deuda.
–¿Se llegó a hablar de un ERE?
–Hay que adecuar los puestos de trabajo a las necesidades del nuevo funcionamiento. Ver hacia qué vamos a dirigir la empresa, qué vamos a necesitar, y reforzar esos planteamientos.
–¿Cuándo entrara en funcionamiento el plan 'Alquilámoste'?
–En el segundo semestre de 2025. A partir de julio lo tendremos en marcha. Estamos con los últimos flecos del decreto .
–¿Ya hay una cartera de clientes?
–No la podemos tener hasta que tengamos el decreto en marcha. Sí que tenemos constatado mucho interés de particulares que preguntan cómo y cuándo. Y muchos ayuntamientos que tienen interés y van a poner vivienda a disposición. Esta semana estuve en Teverga, con el alcalde –Adrián Gayo, de IU–, y el Ayuntamiento tiene seis viviendas que anteriormente tuvieron un uso turístico y que ahora están cerradas. Y creen que a través de 'Alquilámoste' van a tener salida. Nosotros encantados de colaborar en esto.
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