0,72 euros por ir de Gijón a Oviedo: así quiere acabar con el problema del peaje del Huerna la patronal de las autopistas
Seopan reconoce que el actual modelo «provoca desigualdad territorial» y recupera una alternativa que el Ministerio de Transportes llegó a estudiar
La Asociación de Empresas constructoras y concesionarias de infraestructuras (Seopan), patronal a la que está asociado el Grupo Itínere que es propietario de Aucalsa, ... remitió al Ministerio de Transportes una solución para neutralizar las tarifas que se pagan en el peaje del Huerna (AP-66), que están entre las más caras del país y se apoyan en un contrato de concesión cuya legalidad cuestiona la Comisión Europea. En un informe presentado el pasado julio, admite que el actual modelo que se aplica en España por el cual se cobra en unas autopistas sí y en otras no «provoca desigualdad territorial». Como alternativa, defiende la conveniencia de ir a un sistema de pago por uso de la red de autovías.
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El informe plantea que los turismos tengan que abonar tres céntimos por cada kilómetro de autovía recorrido, elevando la tarifa a 14 en el caso de vehículos pesados. De esta forma estima que podría recaudarse hasta 143.024 millones a lo largo de 25 años. Una parte de ese dinero sostendría los trabajos de conservación (logrando un mantenimiento óptimo y liberando al Presupuesto General del Estado de esa carga), otra financiaría mejoras en toda la red y se crearía además un fondo de 7.406 millones. Su finalidad sería «compensar a las actuales concesionarias de autopistas de peaje por la diferencia entre las tarifas que actualmente aplican a los usuarios y las consideradas en este informe, obteniéndose así la necesaria armonización tarifaria en toda la red sin afectar a los actuales contratos de concesión».
De materializar ese esquema, a un turismo recorrer los 78 kilómetros de la autopista del Huerna le saldría a 2,34 euros, en vez de los 15,6 euros actuales. A cambio cada recorrido por la 'Y' entre Oviedo y Gijón exigiría un esfuerzo de 72 céntimos.
En total la propuesta contempla aplicar el pago por uso en 425 kilómetros de autovías de Asturias, entre las de titularidad estatal (A-8, A-66, A-64 y A-63) y autonómica (AS-I y AS-II); la lista incluye también los accesos a las ciudades, caso de la AI-81 (Avilés), AI-82 (aeropuerto), GJ-81 (Gijón), el enlace de la N-632A (Avilés), el de la N-634 en Llovio, la N-641 de acceso a El Musel y las O-11, 12 y 14 de Oviedo. El trabajo incorpora a la AS-17 entre Avilés y Riaño, al entenderla parte de la planificada AS-III.
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En el primer año se estima una recaudación total en Asturias de 326 millones, de los que 277 se pagarían por usar las autovías estatales y 49 por las autonómicas. Son magnitudes que evidencian que la alternativa que propone la patronal de las concesionarias, aunque reparte territorialmente los esfuerzos, al final acabaría siendo más costosa para los asturianos. En la situación actual Aucalsa factura 47,8 millones al año por el uso del Huerna, lo que supone una séptima parte de lo que los conductores acabarían pagando caso de gravar la red de autovías con la tarifa indicada.
El informe estima que en total el tráfico asturiano gravado de esta forma aportaría al nuevo sistema unos recursos de 5.669 millones al cabo de 25 años. Por comparar, la estimación que maneja Aucalsa es que en las próximas dos décadas captará cerca de 2.000 millones.
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Retorno fiscal calculado
Seopan reclutó a la ingeniería Sener, la consultora EY, el bufete Uría Menéndez, y a la Asociación Española de la Carretera para perfilar al máximo la propuesta. El documento resultante estima en 1.328 millones el retorno fiscal que captarían las administraciones en Asturias de gravar las autovías, también al cabo de 25 años; es un dinero que ingresarían vía impuestos de sociedades, IVA, Bienes Inmuebles de Características Especiales y Transmisiones Patrimoniales. De esa tarta, el tráfico en vías autonómicas generaría 223 millones por el tráfico en su red.
El impuesto de Bienes Inmuebles de Características Especiales lo pagarían las concesionarios por las instalaciones que controlarían la tarificación y cobros y sería una puntal a la financiación municipal. En Caravia por los aparatos en vías estatales se generaría 125.600 euros al año, 204.000 euros en Castrillón; Colunga llegaría a los 322.000, Cudillero a los 550.000, El Franco y Gijón rozarían los 600.000, Oviedo y Villaviciosa los pasarían, Siero estaría en los 760.000 euros y Llanes superaría el millón, por citar algunos casos.
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Puestos a poner al día la red viaria, el informe establece sus necesidades de modernización. Se plantea la creación de sumideros de carbono asociados a las carreteras, reducción de ruidos, optimización lumínica, adaptación al cambio climático, digitalización y refuerzo de la seguridad. Para ejecutar este paquete de mejoras en las autovías de Asturias estima conveniente una inversión de 843 millones.
La idea de pagar por el uso de las autovías es un 'guadiana' de la política. Encargó los primeros estudios el ministro popular Íñigo de la Serna y su sucesor, el socialista José Luis Ábalos, quiso avanzar en esa línea. Dado el rechazo social y político, desistió.
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Cuando el Gobierno central negoció el Plan de Recuperación con la Comisión Europea, asumió un calendario para ejecutar el pago por uso. Tras incumplirlo, renegoció un cambio de condiciones para aparcar de nuevo esa reforma. En el ínterin el ministerio encargó un estudio preparatorio, en el que también analizaba la posibilidad de utilizar parte de los fondos así recaudados para neutralizar las tarifas de las autopistas.
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