Las playas urbanas, solo para darse un baño y pasear

La cumbre celebrada ayer entre las administraciones con mando en las playas terminó constatando que hay más ideas que medios para evitar las aglomeraciones. Por ello, los alcaldes emitieron después de la cita un comunicado que apela a la responsabilidad de los ciudadanos para cumplir la distancia social.

La reunión telemática entre el Principado, los 19 alcaldes de costa -o ediles responsables de los arenales- y la Delegación del Gobierno llegó precedida de un informe. El Servicio de Emergencia del Principado hizo una estimación del aforo máximo en las 72 playas más concurridas si lo que se quiere es mantener la distancia sanitaria de dos metros. La estimación se hizo para pleamar y para bajamar. Tras cerrarla, el Gobierno central anunció que tras la desescalada la distancia social quedará reducida a metro y medio, motivo por el cual ayer el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, se comprometió a recalcular los aforos bajo ese parámetro.

Además de ello el Principado había enviado a los alcaldes una «propuesta general» de medidas para controlar el aforo. Son ocho ideas, que pasan desde hacer una campaña para instar al ciudadano a que «antes de ir a la playa consulte el horario de la pleamar» y evite ir en ese momento, hasta controlar los aparcamientos, vetar el paso a vehículos o gestionar el acceso al arenal con buses, como en el plan de los Lagos. El decálogo incluye contratar personal para controlar el acceso peatonal, como ha hecho Gijón, o parcelar con estacas el arenal como realizan determinados municipios costeros del Mediterráneo.

También propone «limitar el uso de las playas al baño y al paseo, no permitiendo la estancia en la toalla ni sombrillas», algo «especialmente indicado en aquellas playas urbanas o de mucha afluencia» y en días de buen tiempo. El modelo lo vienen aplicando algunos municipios vascos y se denomina «playa dinámica».

En el encuentro de ayer la delegada del Gobierno, Delia Losa, animó a aplicarlo para disuadir las aglomeraciones. También indicó que «las fuerzas y cuerpos de seguridad siempre están a disposición pero son los que son». Hay unos 2.000 guardias civiles que han trabajado a pleno rendimiento durante la pandemia y tienen también que velar por el resto del territorio. Por ello instó a contar con la Policía Local y Protección Civil.

Los alcaldes pidieron al Principado -y consiguieron- que financie una campaña de sensibilización sobre el uso de las playas. La Federación Asturiana de Concejos confirmó tras la cita que «ninguna de las tres administraciones dispone de recursos humanos ni económicos» para hacer otra cosa «más allá de actuaciones concretas en momentos puntuales».

Una playa dinámica «sin personal es inviable», valoró Salomé Samartino, alcaldesa de Caravia. Su homóloga de Colunga, Sandra Cuesta, también lo ve «complejo»; optará por duplicar este verano los efectivos de Policía Local y estudia poner webcams para advertir del estado de la playa.