Queipo inicia el liderazgo del PP asturiano con un llamamiento a la unidad interna: «Juntos somos invencibles»

Él mismo utilizó buena parte de su intervención para condenar los acuerdos alcanzados con los separatistas y para recriminar el silencio del presidente del Principado al respecto. «Callar cuando lo honroso es protestar convierte a las personas en cobardes. Asturias necesita, más que nunca, valentía y audacia». Y sobre esa base dijo recoger «con orgullo» la tarea de presidir el PP, dejando claro que para él no es «un título nobiliario», sino una «enorme responsabilidad»: la de «coordinar al único partido capaz de ser alternativa al Gobierno bipartito de Barbón e IU».

Le escuchaba en primera fila el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, quien viajó a Asturias tras participar en la manifestación celebrada en los alrededores de la plaza de Cibeles, en Madrid, contra la amnistía. También el vicesecretario nacional de Organización del PP, Miguel Tellado, y los presidentes de Galicia y de Cantabria, Alfonso Rueda y María José Sáenz de Buruaga, además del presidente del PP de Navarra, Javier García Jimenez.

Queipo ahondó en la herida del PP de Asturias al reconocer que la derecha ha perdido ya numerosas oportunidades para llegar al Gobierno por errores propios. «Todas las veces que nos han derrotado es porque nosotros nos hemos dividido», asumió, por lo que lanzó continuos llamamientos a la unidad interna, instó a «actuar con inteligencia» y «aprender de nuestros errores». Insistió en que solamente se podrá vencer al PSOE «unidos» y pidió poner fin a las divisiones. «Llega el momento de caminar juntos. Juntos somos invencibles», llegó a decir en su discurso inicial.

Una vez proclamado presidente incidió en la necesidad de acabar con las guerras internas y advirtió de que no asume este reto para «perder el tiempo ni haceros perder el tiempo a ninguno de vosotros», prometiendo no «gastar ni un minuto en hablar de nosotros mismos porque Asturias no tiene ni un minuto que perder».

Secretario general del PP desde 2020 y presidente en funciones desde 2022, tras la dimisión de Teresa Mallada, aseguró que su compromiso ahora es llevar al PP a la Presidencia del Gobierno del Principado de Asturias «para iniciar la transformación que nuestra región merece». Sin aclarar aún si aspira también a ser candidato a la Presidencia del Principado, Queipo incidió que «sólo el PP de Asturias puede ofrecer a los asturianos la alternativa que esta tierra merece y, mi responsabilidad es lograrlo».

«Creo que es posible una Asturias mejor. Una Asturias referente en creación de empleo, una región dinámica que cuide a sus autónomos y emprendedores, con servicios de primer nivel, adecuados para las necesidades de sus habitantes vivan donde vivan. Una tierra abierta, orgullosa de su pasado, patrimonio, cultura e identidad, y deseosa de abrazar un futuro de bienestar, trabajo y crecimiento», sentenció para poner fin al discurso de clausura del congreso, recibiendo fuertes aplausos y vítores de presidente. Confía, dijo, en que la de ayer se convierta en una jornada histórica para los populares asturianos, con escasa experiencia en el poder.

El también portavoz del PP en la Junta General reservó buena parte de su discurso a denunciar los acuerdos de investidura alcanzados por Pedro Sánchez, agradecer a Alberto Núñez Feijóo su «decencia y su dignidad» y cargar contra la actitud de Adrián Barbón ante este escenario. «Asturias no necesita políticos que se dediquen a jugar con la oportunidad, como hace nuestro presidente asturiano, que pide recuperar la convivencia democrática por la mañana y por la tarde aplaude en pie la amnistía para los violentos contra el orden constitucional», denunció.

«Los asturianos no merecemos ver a nuestro presidente aplaudiendo en pie la amnistía para una élite política corrupta y delincuente», abundó Queipo, quien fue especialmente duro por la decisión del también secretario general de la FSA de no acudir al Senado para «defender a Asturias frente a Sánchez», ni tomar la palabra en el pleno extraordinario convocado en la Junta para posicionarse sobre la amnistía, ni comparecer en el próximo pleno para explicar el impacto económico que tendrán en Asturias los acuerdos alcanzados en relación a la condonación de la deuda catalana. «Prefirió esconderse», le afeó.

Para Barbón, resolvió Queipo, «la prioridad es Sánchez, no Asturias. Barbón ha ligado su futuro al futuro de Pedro Sánchez, el primer presidente del Gobierno de la historia de España que ha demostrado ser capaz de vender nuestro país a trozos a cambio de su sillón».