El récord de visitas a Asturias dispara la venta de edificios de viviendas para uso turístico
Constructores y dueños de inmuebles de difícil salida los ofertan como alojamiento para viajeros «que da más rendimiento que si fueran un hotel»
El más caro, y también el más famoso, cuesta 7 millones. Es el edificio que ocupa hoy el hotel de 5 estrellas ovetense Bosque de la Zoreda. El más barato, y también el más desconocido, cuesta 11.000 euros. Está en Ujo y se promociona como cercano al centro de salud y a una parada de autobús. Pese al abismo que, en forma de coste, superficie y equipamientos, les separa, ambos tienen algo en común: forman parte de los 275 edificios que se venden en Asturias para su conversión en alojamientos turísticos.
Que el crecimiento de viajeros a la región ha venido para quedarse parece, cada vez más, un hecho cierto. Lo demuestran los datos, con los más de dos millones de estancias en los hoteles asturianos en siete meses, cifra nunca antes registrada. Lo sustenta la climatología más benévola que en el resto del país. Y lo confirma el giro que ha dado el mercado inmobiliario: los edificios y viviendas vacías vuelven al mercado con la etiqueta de 'posible alojamiento turístico'.
LAS CLAVES
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Asturias. 275 edificios están en venta en la región para convertirse en alojamiento turístico. El más caro, el edificio del Bosque de la Zoreda, por el que piden 7 millones. El más barato, un edificio en Ujo 11.000.
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Concejos Oviedo y su área de influencia suma la mayoría de las ofertaws, con 69 edificios disponibles. Le sigue la comarca oriental, con 46, y la de Avilés, con 41. Gijón y el Caudal empatan a 33. Siguen Nalón (28), Navia (20) y Narcea (5).
No es la primera vez que el sector de la construcción diversifica su oferta. Lo hizo hace años cuando no había promoción que no contara con un hotel. Fue el embrión de la llegada a Asturias de las grandes cadenas hoteleras, que alquilaban a las empresas constructoras el edificio en cuestión. Algunas permanecen. Otras, como fue el caso de Tryp, ha dado pasado a Zentral en el Hotel Rey Pelayo de Gijón, del grupo cántabro Fagra, y a Exe, del grupo Hotusa, en el establecimiento que tenía en Oviedo.
De hoteles a geriátricos
Tras aquel crecimiento, la crisis económica de 2008 hizo que muchos de esos establecimientos trocaran el uso hotelero por el geriátrico. La prueba más clara en Gijón fue el Gran Hotel Jovellanos, escenario en 2001 de la mediática boda de Cayetano Rivera con la modelo gijonesa Blanca Romero, convertido desde 2010 en Residencia Lar de Noega.
Y en total efecto boomerang, parece que los edificios vacíos vuelven a mirar hacia el mercado turístico como posible salida. Así, no solo están a la venta edificios que son hoteles, como el del Bosque de la Zoreda, sino también El Reposu del Andayón, en Ribadesella, por 1.590.000 euros, o unos apartamentos rurales en Cangas de Onís, en venta por 580.000 euros, o un hotel en Ovín, por 475.000 euros.
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También aparecen edificios de viviendas. Ese es el caso de una de las ofertas de Oviedo, que fija en 2,8 millones el precio de un edificio completo en la calle Principado. O en Gijón, donde piden 498.000 euros por uno en la calle de Begoña; o en Navia, donde por 255.000 euros se puede comprar un inmueble de tres pisos; o en Aller, donde se piden 59.000 euros por uno que aún está en construcción en Felechosa.
Por áreas, la de Oviedo es la que más ofertas aglutina, con 69 edificios a la venta, seguida de la comarca oriental, con 46 posibles opciones de inversión. La de Avilés ocupa el tercer lugar, con 41 edificios disponibles, mientras que Gijón y la Cuenca del Caudal empatan a 33. Le siguen la del Nalón, con 28; Navia, con 20, y Narcea con 5.
«Los propietarios tienen miedo al alquiler de larga duración»
La llegada de turistas en busca de un clima no asfixiante, unida al aumento de los nómadas laborales y mezclado con la nueva Ley de Vivienda se ha convertido en la tormenta perfecta para el sector inmobiliarios. «Cada vez hay menos viviendas disponibles para alquileres de larga estancia».
A la opinión unánime del sector le pone voz José Manuel Balbuena, propietario del Grupo Inmobiliario Balbuena y con décadas de experiencia en el sector. «Los propietarios tienen miedo al alquiler de larga estancia, casi no hay oferta», asegura.
Lo dice porque «los propietarios de pisos han visto como la nueva legislación les obliga a contratos, como mínimo, de cinco años. Y que durante ese tiempo, si su inquilino tiene problemas económicos, puede declrarse en situación vulnerable. Eso se traduce en impagos y desahucios muy complicados», explica.
A esa situación, que él ve común en todo el país, suma el hecho diferencial asturiano. «Asturias se está convirtiendo en un destino turístico muy demandado. Hay mucha petición de alojamiento temporal y eso lleva a que cada vez más los propietarios de viviendas vacías opten por ponerlas en el mercado del alquiler turístico».
Una opción que él no trabaja, pero que ha servido «para que aparezcan nuevas empresas encargadas de gestionar ese tipo de alquileres, ya que los viajeros quieren de esos pisos los mismos servicios que en un hotel: limpieza, mantenimiento y que todo funcione. Así que los propietarios contratan empresas que se encargan de gestionar el alquiler y de mantener la vivienda».
Balbuena alerta de que «esa situación ya está dando problemas, tanto de convivencia en algunas zonas, por las fiestas nocturnas, como de falta de alquiler de larga estancia».
