'Sanchista' de primera hora y siempre mujer de partido

Nacida en el seno de una familia numerosa -es la tercera de cinco hermanas- Lastra ya tenía claro desde el instituto que no quería limitarse a contemplar la realidad desde fuera sino que prefería intervenir en ella. Con apenas 18 años se afilió a Juventudes Socialistas y dos después ya dirigía esta organización en su Ribadesella natal. Fue su abuela la que le metió en el cuerpo el gusanillo del activismo, contándole cómo a su abuelo le condenaron dos veces a muerte por ser republicano durante la Guerra Civil. «Me influyó mucho», reconoció la diputada hace unos años.

A la vera del renacido líder socialista, Lastra se convirtió a sus 38 años en vicesecretaria general del PSOE, cargo que compaginó hasta hace un año con la portavocía del grupo socialista en el Congreso. Artífice del acuerdo de coalición con Podemos, su buena sintonía con Gabriel Rufián ha sido clave a lo largo de la legislatura para sumar el apoyo de ERC en numerosas ocasiones, incluida la investidura de Sánchez.

Amante de la música, sobre todo del rock con AC/DC entre sus grupos de cabecera, y voraz lectora de los poemas de Ángel González, uno de sus referentes vitales, Lastra se ha caracterizado por aguantar bien la presión, no amedrentarse y desplegar un carácter contundente. Toda una mujer de partido y leal a Sánchez hasta este cese. Su salida desatasca eventuales cambios internos y encauza tensiones en Ferraz.

Adriana Lastra deja la Vicesecretaría General del PSOE un año después de que Pedro Sánchez le relevara como portavoz en el Congreso. Una decisión que los socialistas argumentaron en un cambio que buscaba reforzar a la diputada asturiana como número dos del partido para rearmarlo políticamente de cara al ciclo electoral de los próximos dos años. Sin embargo, y fuera de las versiones oficiales, aquella decisión ya dejaba ver que en el PSOE de la unidad de la que Sánchez presume, comenzaba a vislumbrarse una grieta interna. Y en el congreso, esa fisura se convirtió en fractura, con la composición de la ejecutiva. Especialmente con el nombramiento de Santos Cerdán como secretario de Organización, asumiendo funciones que se solapaban con las de la vicesecretaria general.

Los últimos desastres electorales (Madrid, Castilla y León y Andalucía) no hicieron más que agrandar esa grieta. Todas las miradas se dirigieron entonces a Lastra, eludiendo otros cargos socialistas su responsabilidad en la planificación de las campañas. La gota que colmó el vaso fue la noche electoral en la que el PP lograba la mayoría absoluta en Andalucía, cuando la asturiana salió en solitario a dar las explicaciones. ¿Donde estaba Santos Cerdán? Era la pregunta que internamente se hacían los socialistas. La respuesta llegó ayer con la dimisión de Adriana Lastra.

Su renuncia confirma el distanciamiento del núcleo originario del 'sanchismo' con el secretario general y presidente del Gobierno. Tras la renuncia en la primavera de 2021 de José Luis Ábalos como secretario general, llega ahora la que es considerada como mano derecha de Pedro Sánchez. Antes fueron dejando sus cargos, en algunos casos por decisión propia y en otros por decisión del líder del PSOE, otros destacados dirigentes 'sanchistas', como la exvicepresidenta Carmen Calvo o la exministra de Sanidad María Luisa Carcedo.

Aunque sería casi ciencia ficción que la dimisión de Adriana Lastra acabe siendo la chispa de una revuelta interna en el PSOE, lo cierto es que su marcha como número dos del partido deja ya a la luz de todos que la unidad de la que presume tanto Pedro Sánchez no es tan sólida.