«Esto es surrealista», los mugidos de las vacas son «normales en una granja»
Los ganaderos consideran «incomprensible» una sanción por los decibelios de los mugidos del animal
rosana suárez
Jueves, 20 de octubre 2022
Ajena a toda polémica, 'Carmina' pastaba ayer en una finca en Villar, a tan solo kilómetro y medio de la capital polesa. A pocos metros de distancia de la cuadra donde vive. La vaca, que nació el 18 de julio del pasado año, día del Carmín, fue destetada de forma repentina ese mismo verano, un paso obligado tras ser sacrificada su madre por un problema en las patas.
'Carmina' comenzó entonces a mugir con más frecuencia y más alto de lo habitual. Los vecinos de una de las viviendas contiguas a la cuadra presentaron una denuncia en el Ayuntamiento de Siero, quejándose de que los bramidos se habían prolongado durante meses. Versión que choca con la de los responsables de la explotación ganadera, que reducen ese período a unos días. La explotación ganadera se enfrenta ahora a una multa de 300 euros.
Los denunciantes llegaron hace ocho años a este núcleo rural de Siero, adquirieron una casa, justo la más próxima al establo donde 'Carmina' «solo va a dormir». Anexa a su vivienda, se encuentra la de los propietarios de la vaca, que además tienen otras cinco cabezas de ganado. No salen de su asombro. Llevan décadas teniendo animales y nunca les había pasado nada igual.
Los dueños de 'Carmina', que se sienten abrumados por la repercusión que han tenido los bramidos, ya han recurrido la multa de 300 euros que ha acarreado la denuncia, cuya notificación recibieron hace nueve días. El Ayuntamiento, al existir una denuncia, no tiene otra opción que tramitar la sanción.
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Fue el pasado mes de diciembre cuando la Policía Local de Siero realizó la medición de decibelios, constatando que los mugidos superaban los 55 permitidos por ley, llegando hasta los 74, por lo que se notificó a los propietarios una propuesta de sanción. La parte denunciante, también ha acudido al Defensor del Pueblo y, ahora, el Consistorio tendrá que hacer una nueva medición para comprobar si los mugidos de la vaca superan los decibelios permitidos legalmente. Si no los supera, la multa se anulará.
En Villar hablan de la existencia de «discrepancias» entre la parte denunciante y los denunciados, cuya relación hasta hace un par de años era «buena». Los propietarios de la explotación ganadera justifican los mugidos de la vaca porque tuvo que ser destetada y aseguran que poseen los papeles que acreditan el parentesco entre animales y las fechas de la muerte de la madre, sobre los días que se ejecuta la denuncia.
«Denuncia surrealista»
Una denuncia que representantes del sector ganadero consultados por este diario tachan de «surrealista». Califican de «incomprensible» que se tramite una sanción derivada de los decibelios generados por un animal en un entorno rural. No es la primera vez que hay ciudadanos que se quejan de ruido en el mundo rural. «En una granja con animales lo normal es que haya ruidos. Pero existe una nueva tendencia de gente que se muda a entornos rurales y no comprende que esto no son urbanizaciones», critican.
En la zona rural aplauden las medidas tomadas en otros concejos asturianos, como es el caso de Ribadesella, donde el Ayuntamiento optó el pasado año por instalar carteles para advertir a los foráneos de los «riesgos» que allí pueden encontrar, tales como el canto de los gallos, los cencerros del ganado y el sonido de las campanas. Con estos letreros avisan a quienes llegan al municipio de lo que se van a encontrar, ante las reiteradas llamadas al Consistorio denunciando hechos que forman parte del día a día en el mundo rural. Un toque de atención para defender la cotidianidad rural .