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Rubén Vega, gerente de la panadería La Mariñana, saca varias barras. C. PICÓ
La cuesta de enero empieza con el pan

La cuesta de enero empieza con el pan

El ministerio constata que la producción de trigo se redujo a la mitad este año | El encarecimiento del cereal y de la electricidad obligará a muchos panaderos a subir en torno a un 10% el precio de las barras en 2019

CANDELA PICÓ

GIJÓN.

Lunes, 17 de diciembre 2018, 02:21

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La cuesta de enero repercutirá el próximo año en el precio del pan. Muchos panaderos asturianos advierten de que se verán «obligados» a subir el precio de la barra debido al encarecimiento de las materias primas. Desde principios de este año, las harineras han soportado la fuerte subida de los precios del trigo, lo que encarece todo el proceso de elaboración del pan. Con un incremento del 12%, la materia prima se ha pagado durante este 2018 a una media de 194,56 euros la tonelada. La causa de este aumento de los precios es la menor producción de cereal debido a las malas cosechas, tanto en España como en Europa. Los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación revelan que la producción de trigo se redujo a la mitad respecto al año anterior. La mala calidad y la poca disponibilidad del trigo han encarecido el precio del cereal. Es cuestión de la ley de la oferta y demanda.

Sin embargo, no es la primera vez que esto ocurre. Tal y como recuerda el gerente de la fabrica de pan La Mariñana, Rubén Vega Álvarez, «hace cinco años ya se produjo un gran pico en el precio de la harina. Subió notablemente, aunque es cierto que desde entonces llevaba bastante tiempo estable. Lo que diferencia esta subida con la anterior es que esta vez se prevé que el precio de la harina seguirá subiendo».

No es solo el coste del ingrediente principal lo que llevará a muchos panaderos a subir el precio del pan en torno a un 10%. El coste del agua, del gas y sobre todo de la electricidad, que no ha dejado de subir desde el año pasado, son otras de las razones por las que los panaderos se planteen esta subida. Vega explica que, en su caso, la factura eléctrica se ha encarecido un 8%, y que este hecho influye «incluso más que la subida de la harina». «Las fábricas de pan dependemos de la energía las veinticuatro horas, nuestros hornos, máquinas y congeladores tienen que estar encendidos siempre. Por eso el gasto energético es muy importante en nuestra producción», añade. Coincide con él el responsable de Pan de Ibias. Manuel Méndez señala a la subida del gasoil y la electricidad como «uno de las principales razones de esta subida». En su negocio «el uso de la energía es constante. Cada día calentamos el pan en los hornos eléctricos que tenemos en los despachos para que el producto llegue caliente a los clientes. Por eso, el gasto que tenemos en nuestros puntos de venta es una parte muy importante en la economía de la empresa», afirma. Estos dos agentes suponen el 50% del coste total de la producción. El otro 50% corresponde a los gastos de personal, el transporte y los alquileres.

Ante esta situación, muchas panaderías prevén subir el precio en los próximos meses. «Nosotros vamos a esperar a principios de año para ver lo que hacen las grandes fábricas de pan, aunque todo apunta a que así será. No lo hacemos porque queramos, es que ya no podemos asumir los gatos de electricidad. Los márgenes son muy pequeños y cualquier variación nos afecta mucho», explica Rubén, quién considera que la subida será del 10%, es decir de 5 a 10 céntimos. A pesar de que estima que muchos subirán el precio del pan, aclara que esta será una decisión que corresponderá tomar a cada panadero.

«Creo que también terminaremos subiendo el pan, aunque esperemos que esto no afecte a la empresa», confía el panadero Francisco Javier Camblor, del obrador Asturgalaico. «Por mucho que uno ame su profesión, uno trabaja para vivir de algo y un negocio tiene que dar unas ganancias mínimas para seguir subsistiendo. Hemos estado ajustando durante mucho tiempo los gastos para evitar esta subida, pero al final no nos queda otra. La única manera de lograr mejor nuestra economía es elevando el precio de nuestros productos», apunta Camblor.

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