Militares y grupos de emergencias trabajan para paliar los daños del temporal

Militares contra la nieve. Hacia las cinco de la tarde de ayer el Ejército entraba en Asturias. El verde 120 efectivos y 22 vehículos de una compañía de intervención del V Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME), procedente de la base 'Conde de Gazola', rompió a esa hora la nívea monotonía que el sábado se instauró en gran parte de la región. En una anómala intervención, los militares pusieron manos a la obra para tratar de paliar los estragos de un temporal atípico. Acompañados por Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado se afanaron en retirar árboles y despejar vías para permitir el paso de los operarios de las compañías eléctricas y tratar de restablecer la normalidad en los municipios afectados, sobre todo en el occidente. Entre otras actuaciones, evacuaron a una joven con Síndrome de Down que permanecía desde el sábado atrapada en su casa de Taladrid, en Ibias.

Todo comenzó el viernes. Al chocar con el viento del norte en la Cordillera y encontrar en Asturias un mar y tierra más cálido que él, el aire ártico que llegó a la Península desestabilizó la atmósfera aún más de lo esperado y provocó chubascos en zonas de baja altitud y nieve por encima. La Aemet activó el aviso amarillo por lluvias y nieve en todo el Principado, que elevó a naranja el sábado. Pero lo peor llegó el domingo, tras el recrudecimiento del temporal durante la madrugada. La cota se desplomó y llegaron a caer copos a apenas 150 metros de altitud. En numerosos concejos se dispararon las incidencias por acumulación de nieve y árboles caídos, que afectaron al suministro eléctrico y produjeron múltiples cortes de carreteras. A las 7.40 de la mañana, el Gobierno decretaba el paso a fase de emergencia. Las compañías eléctricas llegaron a cifrar en unos 15.000 los usuarios afectados y la sala del SEPA contabilizó hasta dieciocho incidentes relacionados con cortes en once concejos: Aller, Avilés, Belmonte de Miranda, Cangas del Narcea, Degaña, Ibias, Lena, Quirós, Somiedo, Teverga y Ponga.

Los cortes no fueron solo eléctricos. Una veintena de puertos de montaña sufrieron cierres intermitentes y en los peores momentos del temporal se cortó el paso a vehículos de todo tipo en Pajares y se limitó la circulación en el Huerna a vehículos equipados con neumáticos de invierno. Ayer se recomendaba circular con precaución por ambos puertos, pero a última hora permanecían cerrados los de San Isidro, Carricedo, Connio, Tarna, Collada de Arnicio, la Cobertoria, Somiedo, San Lorenzo y Ventana. En otros 9 puertos eran obligatorias las cadenas. Asimismo, era imposible transitar por 19 carreteras de Belmonte de Miranda, Quirós, Cabrales, Cangas de Onís, Cangas del Narcea, Lena, Teverga y Tineo.

Los retrasos y cortes en las líneas ferroviarias fueron 'in crescendo' hasta interrumpirse la comunicación con la Meseta. Cientos de viajeros con billete de Renfe tuvieron que realizar por carretera la conexión entre León y Asturias. Desde el sábado, 18 trenes Alvia con destino Madrid y 3 dirigidos a Barcelona no pudieron efectuar el servicio con normalidad por corte entre Navidiello y Pajares.

Ayer, a las 10.55 horas, el Principado elevaba el nivel de emergencia y solicitaba la intervención de la UME. Se estableció como prioritaria la actuación en el Suroccidente, el Alto Aller y Teverga. El temporal, poco a poco, arreciaba, pero a su paso dejaba tras de sí 450 incidentes, de los cuales 384 eran cortes de carretera ocasionados en su mayoría por caídas de ramas y árboles, así como miles de asturianos afectados. A última hora, la caída de árboles y la nieve mantenían 25 cortes de carreteras y 107 efectivos de la UME trabajaban en Ibias y Degaña. Pero la situación tardará en solucionarse.

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