«El turismo rural no es suficiente para mantener población»
Clemente Martínez Rodil, alcalde de San Tirso de Abres ·
«Hay que aprovechar la Reserva de la Biosfera del Río Eo como marca de calidad para los productos agroalimentarios, no para captar subvenciones»OCTAVIO VILLA
oviedo.
Jueves, 5 de marzo 2020, 01:15
A caballo del Eo, el alcalde del municipio más occidental de Asturias, San Tirso de Abres, lucha a brazo partido contra la despoblación y el envejecimiento. «Tenemos pueblos con una media de edad de más de setenta años y muy pocos jóvenes en el pueblo, muy poca gente con ganas y fuerza para emprender». Con todo, Clemente Martínez (San Tirso de Abres, 1966) tiene esperanzas en un futuro diferente para su concejo y la comarca de Los Oscos. Recursos culturales y naturales no le faltan a la zona, que, confiesa, «no ha sabido sacarle partido a la declaración de Reserva de la Biosfera del Río Eo, que ya lleva activa desde 2007».
-Acaba de firmar con la Cámara de Oviedo un convenio para mejorar la Feria de la Rosca de Jueves Santo. ¿Es el camino?
-Es uno de los caminos, no el único. Además de la clásica oficina de turismo y los folletos, hemos afrontado iniciativas nuevas, como la Ruta Motera de los Pueblos Ejemplares, en colaboración con la comarca Oscos-Eo y la del Parque Histórico del Navia. Los moteros pueden sellar sus fichas, que pueden imprimir desde nuestra web, en los comercios de Puerto de Vega, Castropol, los tres Oscos y Boal, y se le entrega la Credencial de Motero Ejemplar. Además, ahora toda la ruta está bien asfaltada. En todo caso, somos ayuntamientos pequeños y nuestros presupuestos dan para poco.
-¿Hay que fusionar algunos?
-Somos demasiado pequeños para competir, pero fusionar concejos a la ligera es complicado, tanto en el plano político como emocional. Tiendo mucho más a pensar en términos de comarca y a compartir estrategias, servicios y personal con otros ayuntamientos. En eso, la comarca de Oscos-Eo exhibe una sintonía muy grande entre todos sus alcaldes, al margen de colores políticos.
-Se habla mucho del turismo como revulsivo de la zona rural.
-Sí, y Oscos-Eo fue pionero en su día. Y fue un éxito, pero el turismo rural no es suficiente para mantener la población y que los pueblos prosperen, sobre todo si nos basamos solo en el turismo y no hacemos nada más. El turista quiere ver el entorno rural cuidado y eso lo hace la actividad agroganadera. Por eso, estamos rediseñando nuestra estrategia para potenciar y dar más valor a la distinción que supone la Reserva de la Biosfera.
-¿De qué forma?
-Ayer mismo (por el miércoles) nos reunimos con los alcaldes de la Reserva de la Biosfera de las Mariñas Coruñesas y las Tierras del Mandeo. Son un ejemplo a escala mundial por sus iniciativas que parten del aprovechamiento de la Reserva no solo desde el punto de vista conservacionista, sino también como marca de calidad para potenciar los recursos de la zona, como valor añadido para los productores y no como excusa para acceder a subvenciones. Hemos de hacer ver a nuestros productores que la Reserva es algo útil, es un sello de calidad. Los de la Mariña Coruñesa acaban de recibir el primer premio que la UNESCO da en Europa a iniciativas como esta, en la que se han recuperado tierras baldías con una especie de vivero de empresas, pero para gestionar la tierra; los productos nutren a los comedores escolares de la zona y a restaurantes que son toda una experiencia. Y hasta han tornado el vino peleón que tenían en un gran vino blanco.
-Los Oscos tienen urgencia, pero también muchas cosas a favor...
-Sí. Hay poca gente joven que quiera hacer cosas. Todo está envejecido, pero también tenemos un gran atractivo cultural, con tres grandes castros visibles, minería romana del hierro y del oro, varios palacios y casonas dignas de visitar, y tradiciones de siglos, como la del miliario romano que servía para machacar piedra, cuyo polvo se usaba para quitar el dolor de cabeza, metiéndola en un hueco tras el altar de la capilla de San Juan, del siglo XVI.