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El de la construcción es un sector lento, complejo y con una carga administrativa que no solo ralentiza los proyectos, sino que a veces también ... los sume en el olvido. Con la idea de reflotar los solares vacíos del centro de la ciudad, el Ayuntamiento de Avilés lleva tiempo trabajando en su último plan de edificación forzosa, con algún avance gracias a la aparición en escena de inversores privados.
En ese sentido, el concejal de Desarrollo Urbano y Económico, Manuel Campa, explica que «el plan está hecho sobre todo para que el Ayuntamiento tenga la capacidad de si llega un inversor, poder facilitar esa inversión, porque el Ayuntamiento no tiene capacidad económica para afrontar todos esos solares vacíos que tenemos en el centro». Así, «no es una expropiación al uso, sino que se hace a nombre de un tercero», puntualiza.
Por diferentes circunstancias, son varias las parcelas del centro de Avilés que tanto el Ayuntamiento como la ciudadanía quieren ver pronto resurgir, pues el turismo es uno de los pilares económicos de la ciudad en estos momentos y cuidar este tipo de espacios es clave para generar un impacto positivo, por no hablar de la intención consistorial de que «la gente venga a vivir al casco histórico».
Uno de los solares en los que más urge edificar es el número 10 de la Plaza de España, propiedad de Horizonte Patrimonial, empresa que dirige el presidente del Real Avilés, Diego Baeza, desde el mes de febrero. A falta de concretar detalles sobre el futuro desarrollo urbanístico que se realizará en el solar, en principio se proyecta la construcción de un edificio que albergará en su interior apartamentos con destino al mercado del alquiler.
Baeza también se hizo con la propiedad de uno de los edificios anexos a este solar, el inmueble en el que se ubica la farmacia El Parche en su parte residencial. Aun así, el empresario asturiano reconoce que «las obras no comenzarán a corto plazo. Tenemos que definir bien el proyecto». El concejal Manuel Campa tiene algo más de prisa, y recuerda que «el plan de edificación forzosa marca un plazo temporal para tener las obras hechas. Los proyectos pueden ir más o menos lentos, pero hay un plazo máximo de tres años para tener la edificación realizada, no empezada. En caso contrario hay penalizaciones».
En cuanto al solar del antiguo ambulatorio de Llano Ponte, derribado en su totalidad en 2021, «es propiedad del estado», recuerda Campa. «Pertenece a la Tesorería General de la Seguridad Social y debería poner facilidades para que alguien pueda habilitarlo para construir. Aunque escapa más a nuestro ámbito, si nos llegan intereses pondríamos en contacto a los inversores con la Seguridad Social».
Hay tres vías para construir en unos terrenos cuya calificación urbanística es de equipamiento público: retomar la idea inicial de construir oficinas para la Tesorería General del la Seguridad Social de Avilés, albergar otras dependencias de la administración central o reformar el Plan General de Ordenación Urbana de Avilés (PGOU) para admitir usos residenciales, una posibilidad mucho más compleja en su tramitación.
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Otro de los 'caramelos' del centro de Avilés es la parcela 113 de la calle Rivero, que continúa libre, emborronando la fachada de una de las calles más icónicas de Avilés. «Estamos muy interesados en que aparezca un inversor. Ahí iniciaríamos los mecanismos del plan de ejecución forzosa para realizar la expropiación y que un tercero pueda edificar».
El 'puzzle' de pequeñas fincas que componen el denominado 'martillo de Sabugo' entre la calle de Marcos del Torniello y la plaza del Carbayo es otra de las zonas que el Ayuntamiento lleva años intentando recuperar. «El estudio de detalle ya está hecho», reconoce Campa. «Faltan pequeños trámites jurídicos para aprobar la reparcelación. Es un solar que tiene seis propietarios. Uno de ellos es Ruasa, pero para edificar nos tenemos que poner de acuerdo los seis. Ahora mismo estamos en el punto de esperar por esos trámites jurídicos».
Otra parcela más que interesante está situada en el número 19 de la plaza de El Carbayedo, donde el esqueleto de un edificio a medio construir se mantuvo en pie hasta finales de 2022, cuando por fin fue derribado. Aunque Diego Baeza estuvo detrás del solar, finalmente fue comprada por otro inversor hace ocho meses. «Alguien se hizo con la parcela y sé que están trabajando en solicitar la licencia. Es una zona que está teniendo mucha vida y es bastante interesante tanto para el inversor como para nosotros», reconoce Campa.
Sobre los terrenos del antiguo Colegio San Fernando, que permanecen abandonados desde que el centro educativo se trasladara en 1976 a su actual ubicación, y su exterior ha sido utilizado como aparcamiento improvisado durante décadas, el Ayuntamiento intenta dar pasos hacia adelante. «El estudio de detalle ya está aprobado, pero desde la administración vemos poca actividad por parte de los propietarios, que deberían ser más proactivos. Es un sitio realmente interesante, que tiene prácticamente una entrada a la ciudad y estamos estudiando cambiar la fórmula de ejecución para poder ser nosotros los que avancemos en los trámites», avanza Campa.
El papeleo está siendo lento debido a la complejidad que supone reunir a todos los propietarios de la parcela, que están agrupados en una Junta de Compensación. El 95% del solar es propiedad de las constructoras Moygarsa y Construcciones Silvino Muñiz, pero el 5% restante se reparte entre pequeños propietarios, en algunos casos descendientes de estos que ni siquiera residen en España y que ha sido imposible localizar en estos últimos años, por lo que se tendrían que expropiar sus fincas.
Los promotores mayoritarios han confirmado su intención de construir varios edificios de viviendas, con bajos comerciales y garajes privados, una actuación que además supondría actuar en la calle Magdalena y crear un vial nuevo que la conecte con la avenida de Cervantes. En marcha están las promociones de El Parque de El Muelle y Llano Ponte, y para el futuro queda la del solar de Esther Carreño, propiedad de Gocasa. «Ahora estamos construyendo en Lugones. En 2-4 años nos pondremos con ello, en principio para una edificación alta, con pisos de 2-3 habitaciones».
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