Un guardia civil fuera de servicio salva a un joven en las vías del tren en Avilés
«En todos estos años de profesión me ha tocado intervenir en muchas situaciones complicadas, pero ninguna como esta», dice el cabo Miguel Ángel González
A. L. Jambrina
Avilés
Domingo, 21 de mayo 2023, 20:31
Un agente de la Guardia Civil de paisano salvó esta tarde la vida de un joven de 19 años que estaba a punto de saltar a las vías del tren en la estación del barrio de Villalegre, en Avilés. El héroe anónimo no es otro que Miguel Ángel González, el cabo del cuartelillo de Cancienes en el que está destinado desde hace más de diecisiete años.
Según relató el agente, la acción se produjo muy rápido y por azar porque «yo estaba saliendo de comer con mi familia en un bar que hay justo al lado de la estación y vi que un chaval amagaba con saltar a las vías en varias ocasiones. Me acerqué corriendo, lo empujé contra los asientos del apeadero y me puse a hablar con él para tranquilizarle», contaba el héroe de esta historia minutos después del suceso que por suerte no acabó en tragedia.
Mientras dialogaba con el joven, el cabo Miguel Ángel González aprovechó para ponerse en contacto con la Policía Local y la Nacional. También con los servicios del 112, que se personaron en el lugar pocos minutos después para atender al joven, que en ese momento todavía sufría un ataque de ansiedad por lo sucedido.
El chico, de tan solo 19 años, fue trasladado al Hospital San Agustín de Avilés sin lesiones físicas aparentes. Antes, relató a su salvador que tomaba medicación porque estaba inmerso en un proceso de depresión, que es lo que le habría llevado a esta situación.
«No me dijo exactamente que problemas tenía, pero sí me contó que estaba desesperado y que por eso iba a hacerlo», relata el agente, que por suerte se encontraba de paisano en el lugar y en el momento precisos para salvar la vida del joven.
«La verdad es que en todos estos años de profesión me ha tocado intervenir en muchas situaciones complicadas, pero ninguna como esta porque ha sido pura suerte que estuviese aquí comiendo con mi familia y que viese que el chaval tenía la intención de saltar a las vías del tren», confiesa el cabo González, con una mezcla de preocupación y angustia por lo sucedido, pero también de satisfacción por haber actuado sin pensar para salvar una vida.
Este suceso se produjo apenas 48 horas después de la muerte de las dos hermanas Alexandra y Anastasia, de 12 años y nacionalidad rusa, que el pasado viernes inexplicablemente se precipitaron desde la ventana de un sexto piso en Oviedo, poco antes de ir al colegio, y fallecieron en el acto.