La marcha de Alfonso López de San Nicolás entristece a los fieles, que le desean lo mejor
Las cofradías se mueven en una dualidad de sentimientos: de pena, por una parte, y de alegría por él y por su carrera, por otra
La noticia de la marcha de Alfonso López Menéndez de la Iglesia de San Nicolás de Bari, en la que ha permanecido como párroco los últimos nueve años, ha causado no solo sorpresa sino una tremenda tristeza entre la feligresía. La labor desarrollada a cabo en este tiempo, con resultados claramente visibles desde fuera, junto a su cercanía y proximidad, han provocado que a la mayoría les cueste imaginarse un futuro de la parroquia sin él. Pero lo habrá, eso en el fondo lo saben, y por eso se también alegran por el nuevo camino que emprenderá el párroco a partir de septiembre, cuando se trasladará a Pamplona para terminar el Doctorado en Teología que había iniciado en la Universidad de Navarra.
Los hermanos mayores de las cofradías vinculadas a San Nicolás de Bari resumen su sentir con dos adjetivos aparentemente contradictorios: «pena y alegría». Pena por la feligresía y alegría por él. Carlos Fernández Mora, Hermano Mayor de la Cofradía del Santísimo Cristo de Rivero y San Pedro Apóstol de Rivero, definió la noticia como «un jarro de agua fría», pero sabe que estudiar le gusta y concluir el doctorado era algo que tenía pendiente. Le reconoce lo mucho que «ha luchado» por la Semana de Santa, que además «está en auge», pero confía en que quien llegue siga la línea. Mientras tanto, «nos quedaremos con su copia, con don Luis López», bromea en alusión a uno de los hermanos de Alfonso, rector en San Antonio de Padua, que son trillizos.
Rufino Arrojo, Hermano Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de la Esperanza, quiere quedarse con lo positivo y señala que solo «deja de estar con nosotros físicamente». Cree que este traslado será bueno para él y le permitirá «llegar más arriba en la diócesis» y se refiere, sin ir más lejos, a otro antiguo párroco de San Nicolás, a Juan Antonio Menéndez, que llegó a Obispo de Astorga.
Esa idea la verbaliza también David Martín, de los 'Sanjuaninos', que a pesar de la pena «creo que esto es lo mejor para él, para crecer y seguro que le espera algo mejor cuando termine el doctorado». Resalta, no obstante, la «gran labor realizada con los jóvenes y en la parroquia». Algo que suscribe Francisco Javier Feito, de 'El Beso de Judas', quien define la noticia como «un golpe duro».
Marita Fernández, recién nombrada Hermana Mayor de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús de Galiana, reconoce que «está todo el mundo de bajón porque es mucho tiempo el que lleva con nosotros y muchas personas ya le conocían de antes». «Nos quedamos con la sensación de: '¿Y ahora qué?'», pero «él nos ha pedido que sigamos trabajando como hasta ahora».
Meli Martín, hermana mayor de la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, mostró su extrañeza «porque a esta altura del año aún no han salido los nombramientos», pero tiene la seguridad de que a Alfonso López «le va a ir muy bien».
A Juan Muñiz, del Santo Entierro, le obligará también a buscar un sacerdote para el colegio Paula Frassinetti, del que es director, porque el párroco no solo celebra algunas Eucaristías sino que es profesor en su antiguo colegio.
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