Dan sepultura por tercera vez a la mujer desenterrada por su hijo en Avilés
El cuerpo de la fallecida fue enterrado definitivamente por orden judicial tras decretarse la puesta en libertad de su hijo, que robó el cadáver el sábado y ahora se muestra arrepentido
A. L. J.
Avilés
Domingo, 29 de diciembre 2024
La mujer cuya tumba fue profanada el pasado sábado por su propio hijo en el cementerio parroquial de San Cristóbal, en Avilés, por fin descansa de nuevo en el camposanto después de que el juez decretase esta medida tras poner en libertad al hombre, que ahora se muestra arrepentido por lo sucedido.
Una vez que la Policía Científica procediese a la identificación y reseña del cadáver, este fue devuelto esta tarde a su tumba original, que fue restaurada tras los daños sufridos en la profanación. El tercer entierro de la fallecida se llevó a cabo en un acto al que no acudió ningún familiar y que ofició Francisco Panizo, párroco titular de San Cristóbal.
El propio párroco se mostró consternado por lo sucedido y reconoció su asombro por un hecho que no recuerda haber oído nunca antes. «Que yo sepa algo así no había pasado nunca en esta parroquia. Parece que hace más de treinta años pudo ocurrir algo por el estilo en otra, pero lo cierto es que algo así es muy peculiar y desagradable», reconocía Panizo, que según afirmó no conocer personalmente a la fallecida o a su familia, «pero me han confirmado los parroquianos que son una gente muy conocida, los han considerado siempre una familia agradable y a él particularmente una gente buena».
A pesar de que el hombre que cometió la profanación de la tumba de su madre prometió ante el juez que no volvería a hacerlo, el párroco de San Cristóbal no oculta su temor. «Esperemos que no pase, pero ya estamos pensando en instalar una plancha metálica o algo que impida abrir el nicho de nuevo».
El tercer entierro de la mujer
Ha sido la tercera vez que dan sepultura a la mujer. Después de que su hijo profanase el pasado sábado su sepulcro y una vez que la Policía recuperó el cuerpo, la persona encargada de los enterramientos lo volvió a depositar en la tumba correspondiente y proceder a su tapiado. Sin embargo, a las pocas horas tuvo que volver a romper el tabique. En este caso se trató de atender a una orden judicial. Los funcionarios policiales habían informado, dentro de la práctica habitual, de lo sucedido al juzgado de guardia. A última hora de la tarde, el cuerpo era retirado del cementerio parroquial y trasladado al tanatorio del de La Carriona, donde el juez ordenó que la Policía Científica procediese a la identificación, reseña y foto del cadáver.