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Ramón Álvarez, el pasado miércoles en la cancha de la rula avilesina. OMAR ANTUÑA
Ramón Álvarez: «En septiembre, sin turismo habrá una debacle en el precio del pescado»

Ramón Álvarez: «En septiembre, sin turismo habrá una debacle en el precio del pescado»

Ramón Álvarez Gerente de Nueva Rula de Avilés ·

«Con la epidemia las oscilaciones son bestiales. La inestabilidad del mercado es muy importante y el canal de hostelería está muy deteriorado»

FERNANDO DEL BUSTO

AVILÉS.

Domingo, 23 de agosto 2020, 00:36

No ha perdido ni un ápice de un sentido del humor, aunque, como todos, Ramón Álvarez (San Juan de la Arena, 1959) ha visto sus rutinas alteradas por la epidemia del coronavirus. Ello no ha impedido que el sector pesquero resista y afronte nuevos proyectos.

-¿Qué balance se hace en Nueva Rula de lo que va de año?

-Estamos contentos porque, a pesar de toda la situación creada por el coronavirus, mantenemos la actividad. Hemos tenido mucha suerte porque, sobre todo, se ha desarrollado con flota de cerco: bocarte-anchoa, chicharro, especies pelágicas. Nos dio la vida porque acabamos la campaña de xarda y, hasta que llegó el bonito, tuvimos la campaña de la anchoa que vino de maravilla.

-Al menos en julio, se descargó más, pero los precios bajaron.

-Nuestro volumen se determina básicamente por cuatro especies: caballa o xarda, anchoa, bonito y merluza. La caballa es determinante por sus kilos, aunque no en precios, porque es muy pequeños. El bonito, en cambio, influye mucho en cantidad y en precios. Y todas las especies pelágicas, con la pescadilla-merluza como la que más influye. Pero las otras tienen su influencia; en julio, tuvimos una semana con 720.000 kilos de bocarte.

-La campaña de bonito se cerró esta semana. ¿Cómo valora los resultados?

-Se mantuvo la actividad aunque bajaremos unos 300.000 kilos respecto al pasado año, un 20% menos. En el conjunto, los datos del bocarte nos permiten mantener la actividad.

-¿Y ahora?

-Entramos en una fase de incertidumbre. También es cierto que el año pasado septiembre, octubre y noviembre fueron unos meses 'normalinos' con una recuperación en diciembre.

-¿Incertidumbre por las características de la actividad pesquera o por la epidemia?

-La actividad pesquera se mantiene en la misma incertidumbre que el pasado año. Ha terminado la campaña del bonito y la mayoría de las embarcaciones pasarán a merluza, pero las cuotas de merluza sur son ínfimas, ridículas. Tendrán que ir a pescado variado. El Covid genera unas incertidumbres en el mercado que otros años no existían. Tan pronto los precios están arriba del todo como en mínimos. Cuando pase el turismo en Asturias, que este año ha sido excepcional, estoy seguro de que en septiembre habrá una debacle de precio. Hostelería estará bajos mínimos y no habrá demanda para los pescados finos. Espero estar equivocado.

-¿Tanto influye en los precios?

-Sí. En cualquier mercado, los precios se fijan por la oferta y demanda. Yo vivo en un pueblo y nunca he visto tanto turismo como en julio y agosto de este año, todo nacional. Eso sucedió en toda la costa asturiana. Algunos productos como mero o virrey son, básicamente, de hostelería. Los hogares no pueden adquirirlos a los precios que se venden a la hostelería. Una familia no paga por un virrey 20 ó 30 euros como se vende en hostelería.

-Antes habló de la cuota pesquera. Nuestra flota usa artes respetuosas con la mar. ¿Ve posible un cambio en la política pesquera para potenciar estas artes frente al arrastre en campañas como el bonito?

-No creo que cambie. España lleva muchos con el arrastre prohibido para la captura del bonito, pero la flota del norte de Europa aún lo emplea y tienen una cuota significativa. Van a los bancos de túnido y arrasan con todo. Es un pescado que no se destina a fresco, es para fábricas, conservas de baja calidad. Influyen muchísimo en la pesquería, por el daño que provocan; pero en los precios mucho menos.

-Nueva Rula ha sido pionera en la promoción de marcas calidad.

-Tenemos registrada la marca 'Pescado de confianza'. Ahora mismo trabajamos para hacerla extensiva a toda Asturias. Estamos trabajando con la Dirección General del Pesca para incluirla en la marca Alimentos del Paraíso Natural. Es una marca de calidad que va más allá de las existentes.

-¿En qué sentido?

-La mayor parte de las marcas de calidad en el sector pesquero destacan aspectos concretos: el tipo de arte, lugar de procedencia. Y se basan en el cumplimiento de un segmento concreto del proceso, por ejemplo, su situación geográfica.

-¿Y en Avilés?

-Vamos más allá y reunimos todos los atributos que destacan un tipo de pesca. Por eso hemos incluido el bonito, que es una pesquería artesanal con diferentes artes. E incorporamos a la propia rula con una gestión responsable. Nosotros tenemos ISOS que garantizan la cadena de frío, una actividad con responsabilidad medio ambiental, social, atributos que hoy en día demanda la sociedad... Son muchos conceptos que, además, se auditan externamente y se documentan por Bureau Veritas, una auditora de prestigio en el sector pesquero.

-¿Se asume rápidamente estas propuestas o requieren tiempo?

-Necesitan una maduración, aunque ves interés. Los comercializadores, los consumidores preguntan. Eso es importante.

-¿Cuando tiempo llevan?

-Es un proceso, que lleva un tiempo. Hace siete años logramos la primera certificación ISO, la 9001. El año pasado se auditó la merluza de pincho y el bonito se auditó el mes pasado por primera vez y en septiembre queremos incorporar la bacaladilla. Con este conjunto, creamos la marca 'Pescada de Confianza' para incorporar a 'Alimentos del Paraíso' y llegar a los consumidores y mercados centrales.

-¿Existen otras iniciativas similares en el norte?

-No. Las marcas existentes destacan la zona geográfica o las artes pesqueras, pero no se tiene en cuenta la actividad en la lonja. Eso nos diferencia y es la forma que tenemos de situarnos en el mercado pesquero para lograr una vinculación de compra.

-¿Cuentan con nuevos proyectos para este año?

-Ya está aprobado un proyecto de innovación con el Centro de Desarrollo Tecnológico Industrial y el centro de innovación AZTI, del País Vasco, el principal centro de innovación alimentaria y marina, para la recuperación de las vísceras de las merluzas. Son muchas toneladas que se tiran a la mar y contribuyen a mantener el ciclo del anisakis. Queremos ver la forma de traerlas a tierra y buscar una utilidad en el mercado, darles un valor. El objetivo es ayudar a mejorar aspectos medio ambientales y crear un rendimiento económico al sector.

-No podemos terminar sin preguntar por la repercusión de la epidemia de la Covid-19.

-Como sector esencial, no paramos en ningún momento. Hemos hecho un gran esfuerzo en desinfección, adquisición de equipos de protección, organizar el personal en turnos y en la separación de los espacios. En la cancha de la rula, se ha limitado el aforo, por ejemplo. La epidemia ha alterado los precios, las oscilaciones son bestiales; la inestabilidad del mercado es muy importante y el canal de hostelería se encuentra muy deteriorado. Y a ver lo que sucede con el mercado doméstico porque habrá una reducción de la renta muy grande y afectará al consumo.

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