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Saint-Gobain ha aprobado una inversión de 4,3 millones de euros para la construcción de una nueva planta de reciclado de calcín en las ... instalaciones de Glass en Avilés. El proyecto cuenta con respaldo de la Unión Europea y del Principado a través de la Agencia Sekuens. En concreto, la administración asturiana destinará 524.999 euros a un proyecto en el que los técnicos de la empresa llevan trabajando al menos en los últimos cuatro años.
La empresa no ha desvelado más datos sobre los plazos del proyecto que forma parte en su estrategia de lograr una producción lo más sostenible ambientalmente y con el objetivo de no emitir emisiones de gases contaminantes en su actividad. Tampoco ha trascendido la repercusión que tendrá en la creación de empleo, si bien siempre es positivo para cualquier emplazamiento industrial recibir una inversión y más cuando en ella se encuentra un componente de futuro, como es este caso.
Hasta el momento, la producción del horno float de Avilés se basa en las materias primas necesarias, que son fundidas para la producción del vidrio que posteriormente es tratado.
Con este nuevo proyecto, se utilizará como materia prima el vidrio ya usado. Sin embargo, no resulta sencillo. Cualquier persona puede comprobar que, tan solo las botellas, presentan calidades y colores muy diferentes. Todo eso es fruto de las materias primas empleadas y su fabricación.
En el proceso de reciclaje del vidrio, se recoge el material usado y se tritura hasta generar un material nuevo que recibe el nombre de calcín.
Su tamaño no suele superar los cinco centímetros y se puede utilizar como materia prima para la producción de nuevos vidrios. Ahora bien, existe un reto como es asegurar que esa materia prima tenga la calidad necesaria.
No hay que olvidar que la fábrica de Avilés produce en la actualidad vidrio para construcción, con unas exigencias que nada tienen que ver con el vidrio para botellas o con otras finalidades. De ahí que buena parte de los esfuerzos de la planta de reciclado se hayan dirigido a asegurar ese nivel de calidad que permitirá que se use en el horno float.
Para alcanzar las soluciones que finalmente se aplicarán ha sido necesario un largo proceso de innovación, que ha incluido desde los primeros experimentos en el laboratorio hasta alcanzar un volumen industrial. Finalmente, los equipos técnicos de Saint-Gobain han logrado encontrar una respuesta óptima.
La puesta en marcha reforzará aspectos ambientales de la fábrica avilesina, en lo que es una línea fundamental para la multinacional. Así, mejorará su eficiencia en el proceso productivo y reducirá el impacto en la contaminación.
También mejorar la calificación medioambiental de sus productos, lo que puede ser clave para su actividad en el mercado.
Lo cierto es que Saint-Gobain lleva tiempo trabajando para incorporar los aspectos medioambientales a su producción. No es una tarea sencilla, ya que supone incluir cambios e incorporar nuevos aspectos a su cadena de producción.
Así, hace tres años, directivos de la multinacional avanzaron en unas jornadas celebradas en Avilés que trabajaban en un proyecto con empresas de inserción para asegurar la correcta recogida y reciclado de vidrio usado de cara a la producción de calcín. Inicialmente, el planteamiento era contar con empresas de inserción, enriqueciendo la propuesta con una dimensión social.
La idea barajada era ubicar las nuevas instalaciones fabriles en la comarca de Avilés para reducir los costes de traslado hasta las instalaciones de Saint-Gobain. La clave para poner en marcha esa iniciativa era contar con un futuro cliente, que sería Saint-Gobain. Queda por ver si, finalmente, Saint-Gobain será consumidora de ese calcín o sólo asumirá un vidrio usado con las condiciones necesarias para la producción del calcín.
La puesta en marcha de esta inversión abre las puertas para el segundo proyecto tome forma. De esta manera, Saint-Gobain mantiene su ruta verde para convertir su producción en sostenible y eficiente en términos ambientales. El objetivo fijado por sus altos directivos es alcanzar en 2050 produciendo sin emitir gases de efecto invernadero.
No es una tarea sencilla y, como se ve, hay cambios complejos que obligan a desarrollos tecnológicos, innovaciones y la modificación de aspectos en el mercado. En este sentido, uno de los retos más complejos es la definición de la futura alimentación del horno float, el corazón de la fábrica de Avilés. El actual equipo funciona con gas. Aunque existen tecnologías alternativas, o bien la energía no se encuentra en la comarca en estos momentos, el caso del hidrógeno, o presenta incertidumbres por la oscilación de su coste, como la electricidad.
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