Saint-Gobain centra sus esfuerzos en asegurar la estabilidad del horno float

El personal de Saint-Gobain sigue trabajando las veinticuatro horas del día con el objetivo de salvar el horno float después del grave incidente que en la noche del pasado martes al miércoles dejó al equipo al borde del colapso. La dirección de la fábrica transmitió ayer al comité de empresa una felicitación por la respuesta de la plantilla en uno de los momentos más críticos para la actividad industrial en la fábrica de La Maruca.

Durante el último día, los trabajos se han centrado en asegurar la zona dañada para evitar que se hunda la bóveda, lo que supondría el fin de la vida útil del float. Los trabajos se realizan primando la seguridad de las personas implicadas. El riesgo de hundimiento del horno aún no ha podido descartarse, por lo que se ha limitado el acceso a los espacios más críticos y las personas que entran en ellos lo hacen bajo estrictas normas de seguridad.

Además, es una de zona donde las temperaturas son muy altas, lo que limita el tiempo de permanencia de los trabajadores.

La idea de la dirección es que los trabajos de consolidación de la estructura terminen mañana domingo. Desde el miércoles la actividad no ha cesado y se ha informado al comité de empresa que el objetivo es que la consolidación termine el domingo por la mañana.

A partir de ahí se podrá acceder a la zona afectada y evaluar las posibilidades de reparación. La dirección de la fábrica se ha comprometido a informar de manera constante al comité de empresa. Los diferentes sindicatos que lo integran (Comisiones Obreras, Corriente Sindical de Izquierdas, SOMA-FITAG-UGT, además de la representación de USO) han elaborado diferentes comunicados a sus afiliados sobre la evolución de la crisis.

Además, a lo largo de ayer jueves se ha podido aprovechar parte de la producción del horno float. Este tipo de equipos nunca para en su actividad; puede reducir el volumen, pero siempre sale vidrio.

Si no tiene el nivel de calidad necesario para su transformación, no se utiliza. Sin embargo, ayer se apreció que parte del vidrio se podría utilizar en la producción, por lo que se pudo mantener, aunque lejos de los niveles habituales.

Además, desde la dirección de Saint-Gobain se aseguró que se recibirá producción de otras fábricas del grupo para atender a los pedidos del mercado.

Mientras tanto, la plantilla de Saint-Gobain espera que se confirme la posibilidad de arreglo del equipo. Si el horno no tiene salvación, Saint-Gobain deberá tomar una decisión complicada: aprobar la inversión para la construcción de un nuevo horno para la fábrica de Avilés.

Es un tema que lleva sobre la mesa desde hace tiempo, toda vez que el actual equipo se encuentra en la recta final de su vida útil después de su construcción en 2008.

A ello se une la incertidumbre sobre la tecnología que se utilizará. Actualmente es el gas, pero resulta incompatible con el objetivo de cero emisiones para el año 2050, si bien los sucesivos anuncios de la empresa apuntan a intentar reducir los plazos. Con todo es una posibilidad que no se descarta habida cuenta de las barreras existentes para aplicar el resto de tecnologías.