En silla de ruedas a la cumbre del pico Pedroso
Jesús Nicolás Martín logra ascender a una cima «humilde» gracias a una silla adaptada y a los estudiantes del centro de FP del Deporte de Avilés
Fue una experiencia única porque Jesús Nicolás Martín no tiene en su vida cotidiana muchas posibilidades de ascender una montaña. Ni él ni ninguno de sus compañeros de DIFAC (Discapacitados Físicos de Avilés y Comarca), pero gracias a los estudiantes del grado de Media Montaña que se imparte en el Centro Integrado de Formación Profesional (CIFP) del Deporte pudo otear parte del concejo de Candamo desde lo alto, concretamente desde los 625 metros que alcanza su techo. Es una cima «humilde», pero resultó un buen aprendizaje para los estudiantes que afrontaron el reto de subir a Martín, vicepresidente de DIFAC, sobre la silla 'joelette'.
«Fue una experiencia muy buena porque nos permite poner en práctica una formación que realizamos habitualmente entre nosotros, pero que no es lo mismo cuando lo realizas con personas con una discapacidad física porque ellas no tienen nuestro tono y control muscular», explicó Sebastián Guerrero que, junto con Irene Ribelles, fueron los docentes a cargo de la jornada.
El montañismo inclusivo es uno de los módulos del grado formativo, por lo que habitualmente el profesorado del CIFP se pone en contacto con asociaciones como DIFAC y Rey Pelayo o con centros como el colegio de Educación Especial de San Cristóbal para proponer alguna actividad que reporte beneficios a ambos. Así, mientras los estudiantes aprenden y se enfrentan a casos reales, los participantes prueban una experiencia novedosa y enriquecedora. «Yo pensé que me iba a 'perder' porque soy parapléjica y eso es lo que siento cuando dejo mi silla y la 'joelette' la vi pequeña, pero para nada. Aunque eché de menos un arnés como el de los bebés, iba sujeta por arriba y por la cintura y me sentí segura», afirmó Mercedes Vieites, tesorera de DIFAC, que probó la silla por el área de La Degollada.
Este paseo fue más sencillo y menos intenso físicamente para los futuros técnicos de montaña que el ascenso a la cumbre, donde seis deportistas tuvieron que poner todo de su parte para bajar con seguridad a Jesús Nicolás Martín. En este trayecto comprobaron que «se podrían mejorar los sistemas de retención».
La jornada se completó con una actividad de búsqueda de dispositivos que previamente habían escondido en el área recreativa de La Degollada y con un taller de nudos.
