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Federico Granell, artista: «Un viaje tiene algo de romance, porque tienes que estar ilusionado»Secciones
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Federico Granell, artista: «Un viaje tiene algo de romance, porque tienes que estar ilusionado»Libreta en mano y sin despegarse del pincel, Federico Granell (Cangas del Narcea, 1974) vuelve de todos sus viajes cargado con pequeños bocetos que ... le sirven de diario, de álbum de recuerdos y también de inspiración. Una vez en el estudio, algunos tienen el privilegio de pasar al lienzo, y serán estos los que verán la luz a partir del próximo viernes en la séptima muestra individual de este artista que acoge Llamazares Galería.
–¿Qué nos puede adelantar de esta exposición?
–Se va a llamar 'El amor en tránsito'. El tema general son los viajes, enfrentar Europa y Estados Unidos. Empecé a pintarla antes de que Trump saliera elegido, pero cada vez se ve más claramente que hay dos bloques y dos mundos que antes parecían cercanos y ahora están más alejados. Se trata de contraponer lo clásico de Europa enfrentado a lo moderno; los rascacielos de Nueva York, lo luminoso y artificial que tiene todo eso, con lo europeo, la tradición.
–¿Qué idea o sensación le hizo arrancar con esta nueva serie de pinturas?
–Tenía ganas de trabajar el tema de Nueva York desde un viaje en 2020, justo antes de la pandemia. Me pareció perfecto para este momento. Empecé a pintar Times Square, carteles luminosos, gente que pasaba por la calle, y me estaba gustando, pero a la vez me parecía que podía quedar demasiado colorido. Pensé que tenía que mirar otra vez a Europa, a los viajes que hice por Europa.
–¿Qué le está inspirando últimamente fuera del mundo del arte?
–Instagram y las imágenes que aparecen creadas por la inteligencia artificial. Como la IA se aprovecha de los artistas, a mí me gusta jugar un poco a la inversa, coger alguna imagen creada artificialmente y jugar con ella.
–Y como artista, ¿cómo ve todo este mundo de la inteligencia artificial?
–Ahora mismo creo que está arrancando todo. Siempre vamos a necesitar a gente creativa, que aporte ideas, que aporte una visión, una personalidad y una forma de pensar que un robot no va a tener. Siempre se va a valorar que haya una persona detrás que le dé credibilidad a esa obra. Yo me río, veo cosas curiosas e interesantes, pero siempre tienen algo frío. Los artistas le damos calidez a las obras, y eso es difícil que lo consiga una máquina.
–Solemos verle siempre con las pequeñas 'Moleskine' capturando lo que hay alrededor. ¿Qué importancia tienen estos bocetos en el proceso de trabajo?
–En esta exposición tienen bastante que ver, porque hay muchos viajes en la 'Moleskine' y algunas de esas imágenes pasaron a cuadros. Por ejemplo, cuando estuve en Nueva york hice unas ocho imágenes, y una está pasada al lienzo. Para mí es como un diario. Aparecen muchas ciudades que me gustan como París, Roma, Lisboa, Madrid o Londres. Hay personajes que pasan por los cuadros y, en varios de ellos, hay una pareja que pasa por delante, por eso también el título. Es la idea de conectar el viaje con el amor, con la sensación que se tiene cuando te enamoras y cuando viajas; lo que pintas antes de enamorarte, lo que pasa durante el enamoramiento y cuando termina. Un viaje tiene algo de romance, porque tienes que estar muy ilusionado.
–Acaba de volver de Roma, coincidiendo con el funeral del Papa Francisco. ¿Cómo fueron esos días allí?
–Una locura. Sobre todo el sábado –el día del funeral– fue el día más complejo, casi no podías ir en taxi, se podía caminar pero con bastante gente por la calle. Fue una cosa muy inesperada pero a la vez muy chula de ver, estar allí en un momento tan histórico. A mí este Papa me parecía de los más cercanos a mi forma de pensar, así que también por eso toca más.
–Sus exposiciones en Gijón tienen siempre muy buena acogida. ¿Qué espera de esta?
–Pues esta es la séptima que hago con Llamazares. Siempre intento superar la anterior o, por lo menos que esté al nivel. En esta estoy jugando con un tema que me gusta desde siempre, el viaje y estar en movimiento. Y también intenté dar un paso más, estoy jugando con algún personaje en silueta que se sale del cuadro, probando cosas que no había hecho nunca. Sobre todo, intento que haya siempre evolución y diversión. Para mí es un básico cuando hago una exposición. Si yo no me divierto, no se transmite. Eso se nota.
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