El Museo de Bellas Artes de Asturias recupera su partida de compras para ampliar su colección permanente
La Junta, que aprobó un programa con las joyas de las vanguardias mundiales y una exposición sobre el mal y Brueghel, cierra una herida de casi 10 años
A punto de cumplir una década completa desde que la partida de compras del Museo de Bellas Artes de Asturias quedara oculta bajo el peso de las sucesivas crisis, la Junta de Gobierno la «rehabilitó» ayer para que sus colecciones puedan verse enriquecidas. Vuelve así la principal pinacoteca asturiana al mercado del arte y lo hace, además, con la mirada puesta en los creadores asturianos. La intención es dar forma a un plan de adquisición de obras de artistas de todos los tiempos, pero los contemporáneos locales, cuyo trabajo ya haya excedido nuestros lindes, tomarán las primeras posiciones en la lista. Diseñado por la consejera de Cultura, Berta Piñán, que ayer presidió la reunión de la Junta de Gobierno, seguirá en todo momento las directrices de un comité de expertos y contará en el proceso con las galerías del Principado. La noticia, calificada como «realmente buena» por el director del Museo, Alfonso Palacio, no fue la única que salió ayer del palacio de Velarde, donde, además de despertar la partida de compras, se aprobó la programación del último cuatrimestre del año, en la que destacan tres «enormes acontecimientos». El primero, 'El Diablo, tal vez', «una muestra de cámara que crea su discurso a partir de la obra 'Las tentaciones de San Antonio', de Brueghel» y que indagará, a fuerza de pintura, escultura, mobiliario, grabados, dibujos e, incluso, vídeo instalaciones, en el mal dentro del arte. «Crearemos una especie de cartografía del trinomio tentación, pecado, castigo», explicaba Palacio, para quien uno de sus atractivos es su enfrentamiento con la pintura sacra que inunda las salas del palacio, en cuya planta baja podrá visitarse. Abrirá sus puertas el día 17 y supone, como el resto del programa un paso más en el tejido colaborativo que está creando el museo con otras instituciones», de hecho nace de la unión de fuerzas con los museos Nacional de Escultura y San Telmo.
La segunda cita traerá a Oviedo la joyas de la corona de la Fundación Telefónica. Bajo el título 'Destacados', colgará, esta vez en el edificio de la ampliación, los nombres más importantes del arte del siglo XX. Las vanguardias nacionales e internacionales se darán cita a partir del día 24. Magritte, «que nunca había estado en el museo», Picasso, Gris, Delvaux, Chillida o Tàpies, entre otros. Todos grandes del siglo, pero a la hora de subrayar una presencia, Palacio se queda con la del artista asturiano Luis Fernández. Se colgarán 18 de sus pinturas de 1928 a 1971, que serán el gran anticipo de la antología que se prepara para 2023 para conmemorar su cincuentenario.
El tercer invitado será Orlando Pelayo, del que se mostrará, tras la colección que se despide el domingo, un grupo de esculturas procedentes de la Fundación Lombardía y del propio museo, lo que permitirá conocer la trayectoria escultórica del pintor.
23 especialistas darán contenido a la primera guía de la pinacoteca
Tras un año marcado por el cierre y las limitaciones, el Bellas Artes cerrará su calendario cumpliendo uno de sus sueños, la creación de una guía. Por fin la «necesaria» publicación verá la luz en diciembre, con más de 200 páginas de información sobre sus obras maestras, en las que se suma la colaboración de 23 especialistas de todas las épocas. «Se han seleccionado 125 piezas que serán el corpus principal y se añadirá una introducción sobre la totalidad de la colección con tres apartados dedicados a las artes industriales, el fondo de dibujo, grabado y fotografía», explicaba ayer el director del museo, más que satisfecho con ese logro editorial, que no es el único. También este año se editará un libro de Ricardo Menéndez Salmón con una mirada especial sobre la pinacoteca.