María López Fanjul: «Quiero que el museo se multiplique por toda Asturias»
«Las exposiciones temporales son un plus, pero lo importante es la colección permanente y que el público la visite»
Ya tiene la casa casi montada en Oviedo María López-Fanjul, que ha elegido dejar uno de los grandes museos del mundo para volver a ... casa, a Asturias, porque el Museo de Bellas Artes de Asturias, cuya dirección acaba de asumir, es inmenso y quiere mostrarle al mundo esa dimensión y toda la belleza que atesora.
–¿Cuál ha sido su relación con el museo?
–De toda la vida, lo he visto crecer. Vengo de una familia de historiadores y lo he visitado desde que se creó. He crecido con él.
–¿Qué obras le fascinan?
–Eso es como si te preguntan por tu hijo favorito. Yo que soy madre sé que depende del día (risas). Cada obra tiene su momento, hay días que necesitas más el apoyo de una, otro, de otra. Intento darme una vuelta por las colecciones todos los días. El trabajo debe partir de las colecciones y el público y ha de tener contacto con ellos, me acerco, pregunto, me dejo hablar por obras con las que quizá no había encontrado un vínculo...
–Dice que le comentan que cómo alguien con su currículo está aquí y le molesta.
–Es algo que como asturiana me produce mucha tristeza.
–¿Siente que no somos consciente de la joya que es este museo?
–De la joya del museo y de la joya del Principado. La gente se sorprende de que alguien que lleva veinte años trabajando en museos más grandes, internacionales, haya decidido venir aquí. Es una elección. Yo podía haberme quedado en Berlín donde tenía un puesto fijo en la Isla de los Museos o podría haberme ido a otro museo internacional, y no solo he decidido venir aquí sino que además me ha llevado mucho trabajo conseguirlo.
–¿Por qué es tan maravilloso este museo?
–Por las colecciones. No hay muchos museos en el mundo que sean de bellas artes. Los historiadores nos empeñamos en dividir las artes en géneros, lo cual es anacrónico y antihistórico, porque el arte no ha surgido separado uno de otro, y aquí hay la posibilidad de generar una creatividad porque hay pintura, escultura, papel, artes industriales. Esto te permite trabajar de forma más multidisciplinar que en otros museos. Este además gratuito, está en el centro de la capital de Asturias, lo cual permite un diálogo con el público privilegiado. Hay una Asociación de Amigos que es un ejemplo a seguir. Todo eso suma y significa todo. Cuando trabajas en un museo más grande es como mover una industria de tanques, pero para alguien que es una apasionada de su trabajo como yo, esto es bastante más interesante.
–¿Cómo ha sido el aterrizaje?
–Ilusionante. Llegué hace unos días para montar la casa familiar y aquí empecé el martes con un recibimiento que no podía ser mejor a nivel profesional y humano. Me he encontrado un equipo trabajando a tope y que me está haciendo la incorporación muy fácil. Me siento feliz con mayúsculas.
–Todo eso y en obras...
–Como en mi casa. No es lo peor que me puede pasar, los retos son posibilidades de crecimiento. Así lo veo. Cuando estuve trabajando en el Prado estaban haciendo la ampliación, en la Isla de los Museos estábamos y seguimos reconstruyendo, y aquí me encuentro con algo no solo con fecha de inicio y de fin, sino que va a ser un plus a todos los niveles para el museo, Oviedo y el Principado. Nos permitirá hacer proyectos más ambiciosos, trabajar más fácilmente y establecer cooperaciones con sectores del Principado que se han visto menos.
–Obras con un gran retraso... ¿Le preocupa?
–No, llevo poco aquí, pero desde la consejería me han asegurado que todo está bajo control.
–Decía que quiere establecer colaboraciones con otros sectores. Explíquese.
–En Berlín dirigía un departamento de desarrollo de audiencias que era pionero en Alemania y eso me permitió trabajar sin límites de inspiración. Así veo yo la cultura. Hay pintura, escultura, artes aplicadas, pero también gastronomía, danza, lengua. Me gustaría explorar proyectos multidisciplinares que permitieran a los asturianos acceder a las colecciones del museo desde vertientes más accesibles en un primer momento, utilizar puentes.
–Ha dicho gastronomía. Entiendo que no me está hablando de hacer una exposición temporal de bodegones.
–No. Las exposiciones temporales son un plus, pero más importante es la colección permanente. El objetivo es que la gente visite la permanente. ¿Por qué estamos dispuestos a ver una obra cuando ha viajado dos mil kilómetros y no cuando la tenemos a doscientos metros? Ese es mi objetivo, la barrera de los 200 metros. Aquí podemos venir 10 minutos, 15 minutos y no nos cuesta nada porque ya lo pagamos todos los meses con nuestros impuestos, quiero que la gente sienta esa vinculación de 'es mío'. Y la gastronomía ahora mismo en Asturias es muy fuerte, tenemos once estrellas Michelin, Asturias es conocida por su naturaleza y su cocina y uno de mis objetivos es aliarnos con esas vertientes y ver qué proyectos podemos armar juntos, pero que no sean de bodegones, sino echar la imaginación a trabajar y no autolimitarnos.
–Hacía referencia a que la gente lo sienta como propio. ¿Queda mucho?
–Por lo que estoy viendo, en Oviedo está muy asentando, en el resto del Principado queda mucho por hacer. Y no se trata solo de traer a los asturianos al museo sino que el museo llegue a Asturias. A principios de año mi idea es empezar a reunirme con colegas para que el museo se multiplique por toda Asturias. No me gustaría que fuera el museo va y dice esto, sino que ellos nos digan qué necesitan.
–¿Mantiene la apuesta por el arte contemporáneo?
–Absolutamente, yo no entiendo el arte con límites temporales, cronológicos o de escuelas, porque no funciona así, en el sentido de que cada una de las obras que integran las colecciones han sido contemporáneas en su momento. Nosotros ponemos los límites. Vamos a dejar que las obras respiren y entendamos cómo el arte actual necesita de lo que ha pasado antes para poder existir.
–Vuelve a haber capítulo presupuestario para adquisición de obras. ¿Las lagunas a rellenar?
–Habría que apoyar la colección de escultura anterior a 1900 que hay menos.
–Hay una gran colaboración con el Prado que entiendo seguirá.
–Mi relación con el Prado es de amistad y hemos hecho exposiciones internacionales juntos. Seguirá estrechísima con el Prado y con muchos otros museos, de España e internacionales. Mi objetivo es cincelar más la imagen del Museo de Bellas Artes, la entidad, que se reconozca por sí misma y sus colecciones y difundir este mensaje.
–¿Y hacer crecer el público?
–Me gustaría que no nos dejáramos llevar por la tiranía de los números. Mi objetivo no es aumentar el público pase lo que pase, es aumentar el desarrollo de audiencias, que cualquier asturiano con independencia de su formación tenga ganas de venir al museo.
–Alfonso Palacio sostenía al irse que este museo juega en una liga que exige más presupuesto.
–Mi trabajo las próximas semanas es leer el presupuesto desglosado, hablar con el equipo, reestructurar trabajos, ver a lo que podemos llegar y a lo que no y a partir de ahí ver qué pedimos.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión