María Luisa Benedé, la pintora desconocida
El Museo Casa Natal de Jovellanos alberga los dibujos y lienzos de una mujer nacida en 1900 en Madrid, que vivió en Oviedo y cuyo legado estuvo a punto de perderse tras su muerte
La exposición 'Caleidoscopio' que estos días se muestra en el Museo Casa Natal de Jovellanos ha servido para sacar a la luz a una ... artista desconocida y cuya obra estuvo a punto de acabar en la basura tras su fallecimiento hace ya ahora treinta años. Se trata de María Luisa Benedé, nacida en Madrid en el año 1900, hija de militar, que se formó y vivió en Zaragoza y acabó viviendo en Oviedo.
Poco se sabía de ella, pero la calidad de su obra la ha hecho merecedora de ingresar en los fondos del Museo Casa Natal de Jovellanos por méritos propios, después de una extraña peripecia de olvido y abandono. Vivía esta pintora en un piso de la calle Fernando Alonso que acabó por venderlo uno de sus herederos con toda su pintura y su trabajo en su interior. Lo adquirieron la hija y el yerno de una vecina de la misma calle, Josefina Martínez, que no tenía relación con ella pero sí la recuerda de coincidir en las tiendas del barrio. Esa vecina adquirido el piso, entró en su interior y vio que allí se conservaban pinturas que podrían tener un cierto valor.
Asombrada por las sorpresas que la casa albergaba, contactó entonces con el Muséu del Pueblu d'Asturies, cuyo director, Juaco López, acudió a valorarlo. Y todas esas obras tomaron destino a Gijón, donde estos días se exponen restauradas algunas de ellas en la citada exposición. Fue en 2019 cuando ese episodio final sucedió y cuando ingresaron en el Museo Casa Natal 103 piezas que se dividen en 95 dibujos y ocho óleos. Se trata de trabajos de pequeño formato y en el caso de los dibujos, en su mayoría academias.
«Luisa Benedé practica una pintura figurativa de corte académico, aunque se observa que en la década de los treinta del siglo pasado se ve influenciada por las corrientes de renovación producto del cataclismo que supusieron las vanguardias históricas y que en el caso de su obra trajeron como consecuencia una mayor tendencia a la depuración formal, a la geometrización de las formas y a la utilización de colores planos en detrimento del claroscuro», cuenta Saturnino Noval, director del Museo Casa Natal de Jovellanos sobre el trabajo de esta creadora cuyo rescate para los fondos públicos supone «cumplir con uno de los cometidos de nuestra institución, que es la de recuperar el arte realizado en Asturias».
Subraya Noval que, al tratarse de una mujer, el riesgo de que esa obra hubiera desaparecido era aún mayor al estar sometida a los juicios paternalistas que no parecían atañer a los varones. «Pese a su sólida formación académica y que ella misma se consideraba una pintora profesional, su entorno solo la consideraba como una mujer entregada a sus aficiones», concluye.
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