Tres miradas, tres pasiones: los nominados asturianos a los Goya de Fotografía

Para Hevia, el verdadero premio es contar con la confianza de sus clientes, aunque admite que el panorama actual presenta desafíos: «Es complicado motivar a los jóvenes de hoy en día, a pesar de que lo tienen todo no tienen motivación. Sin pasión, da igual la tecnología que exista». dice.

Ramón Fernández, conocido como Rafer, también tiene experiencia en los Goya, pero no pierde la ilusión. «La importancia de esto es mantener las ganas. Hacer foto es algo adictivo», dice. Su fotografía nominada fue tomada en 2009 durante un viaje a Birmania, en Nyamnar. Capturó un instante mágico entre la niebla, con trabajadores caminando: «Yo retrato lo que veo y la realidad de cómo están los países», narra. El fallo del jurado será el próximo 1 de febrero en Zaragoza.

- ¿Cómo recibieron la noticia de la nominación?

- Jonathan Hevia: «Se coge con serenidad y madurez, sobre todo respecto a las nominaciones que he tenido antes. Mantengo los pies en la tierra; al final, el verdadero premio es contar con los clientes, que hoy en día es lo complicado».

- Héctor Herrería: «Con mucha ilusión, es mi primera nominación y sé que se presenta mucha gente. Recibí la noticia en mi tierra, Cantabria, aunque llevo viviendo en Asturias desde 2007. Para mí, esto es más un reconocimiento a las personas que apostaron por mí, que ahora ven recompensada su confianza».

- Rafer: «Sí, mucha ilusión, pero lo importante para mí es mantener la misma adicción a la fotografía que tengo ahora. Eso es lo que me mueve día a día».

- ¿Consideran que tienen un sello personal en su trabajo?

- Jonathan Hevia: «Si lo tengo, creo que es la sencillez. Mi abuela siempre decía: 'Cuantos menos relicarios, mejor'. Esta foto en particular me representa mucho; es muy mía, muy Jonathan Hevia. Hacer mucho con poco es, quizás, mi sello».

- Héctor Herrería: «No sabría decir si tengo un sello propio, aunque hay personas que me comentan que reconocen mis fotos. Tal vez sea algo que está ahí, pero no lo tengo identificado».

- Rafer: «No me preocupa tener un sello. Ahora lo que busco es hacer arte, crear algo que no pueda hacer un móvil. Para mí, la fotografía debe ir más allá de la tecnología cotidiana».

- ¿Cómo ven el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la fotografía?

- Jonathan Hevia: «Creo que da igual la tecnología que tengas, incluida la IA. Sin pasión, las cosas no funcionan. Veo a los jóvenes de hoy que tienen de todo, pero les falta esa pasión por lo que hacen».

- Héctor Herrería: «La IA da un poco de miedo porque es una herramienta que puede usarse tanto para el bien como para el mal. En fotografía no me asusta, porque creo que lo esencial es aportar algo que la IA no tiene: creatividad. Eso siempre será humano».

- Rafer: «La IA me preocupa por lo que puede hacer parecer real algo que no lo es. No deberíamos aceptar imágenes o contenidos que no sean auténticos; para mí, la verdad es fundamental en la fotografía».

- ¿Qué nos pueden contar sobre los aspectos técnicos de sus fotos?

- Jonathan Hevia: «Es una foto sin más, como muchas de las que hago en una temporada de comuniones. Sin embargo, es atrevida porque juego mucho con las sombras, algo que me gusta explorar. Cuando trabajo, no me detengo a analizar técnicamente cómo queda; simplemente fluye. No busco inspiración previa, todo va saliendo de forma natural», comenta. »Es muy yo, muy Jonathan Hevia. Mi abuela decía: 'Cuantos menos relicarios, mejor', y creo que eso se refleja aquí«, añade.

- Héctor Herrería: «La hice un día de febrero, gris, nublado y frío, en el Parque de Cabárceno. Esta especie de babuinos es muy protectora, especialmente las hembras. Por el frío, bajaron la cabeza, quedando solo el bebé mirando directamente al visor. Ese instante fue especial, porque solo existíamos el bebé y yo, conectados a través de la cámara. Es un momento íntimo y único».

- Rafer: «Es de 2009, en un viaje a Myanmar (Birmania). Pasamos por esa carretera de noche y no había luz, así que decidimos volver al día siguiente para fotografiarla. Sin embargo, las personas que quería retratar ya no estaban, así que disparé a todo lo que se movía. La niebla, el asfalto y la gente captada en esa imagen dicen mucho de un país como Birmania. Me gusta retratar cómo viven los países».

- ¿Le hace especial ilusión alguna categoría de estos Premios?

- Jonathan Hevia: «Tener uno en cada categoría», dice entre risas. «No, la verdad que me gusta mucho el trato con la gente y menos disparar y más hablar. Al final esto solo es un reconocimiento».

- Héctor Herrería: «Me gusta Gráfico porque no puedes alterar la foto. Es lo que consigues con el encuadre, luz y poco más. También me gusta Retrato como en la pintura».

- Rafer: «Falta Naturaleza que ahora que estoy jubilado es lo que puedo hacer yo ya que solo puedo participar en algunas secciones»

- ¿Algún proyecto para el futuro tras esta nominación?

- Jonathan Hevia: «Soy cero ambicioso y muy conformista. Poco competitivo. Me presenté a esto por mi padre y quiero seguir disfrutando porque es lo que me gusta».

- Héctor Herrería: «Seguir como estamos. Seguir dedicándome a la fotografía y vivir de esto y también presentarme a algún concurso»

- Rafer: «Fui tornero, fui mecánico... ahora quiero exponer en 2026 una exposición dedicada a mi madre porque quiero hacer foto impresionista»