Cultura inicia el proceso para proteger la Colección Cajastur a partir de un inventario de 1.060 obras

En declaraciones posteriores, la consejera de Cultura, Berta Piñán, añadió que se trata de «una colección que sentimos que pertenece al pueblo de Asturias de alguna manera» y que esta medida de protección, que se toma por «prevención», «es una forma de protegerla ante cualquier actuación que no sea conveniente, que es la de que revierta en la cultura asturiana y en el patrimonio asturiano y que todos los asturianos y los que vengan de fuera podamos compartirla en diferentes formatos. Ya veremos cómo acaba el proceso, porque es una colección muy grande», apuntaba.

Integrada por miles de obras de pintura, dibujos y esculturas -unas 5.000 al menos, según los expertos, 400 de ellas propiedad de la Fundación Cajastur y el resto de Unicaja-, permite realizar «un recorrido exhaustivo por la evolución del arte asturiano de las últimas décadas». Su declaración como BIC busca blindar su unidad y dar voz sobre ella al Consejo de Patrimonio, que deberá ser informado por la propiedad sobre cualquier decisión que se tome sobre la misma, bien sea de venta o de su salida de Asturias, por poner algún ejemplo. Eso sí, la decisión de este viernes -«histórica» llegó a decir una de las integrantes del Consejo de Patrimonio-, es solo el principio de un camino que, seguramente, no será fácil.

«Llevamos mucho tiempo trabajando sobre el inventario, un requisito imprescindible para iniciar el expediente, que es un primer paso de algo que esperamos no sea tan largo como el que nos trajo hasta hoy», explicaba la consejera. Para añadir después que «el inventario que hicimos, si no recuerdo mal, eran 1.060 obras». Esto es, una mínima parte de las mismas. Es fácil de entender que, una vez abierto el expediente, pueda volver a solicitarse a ambas instituciones el catálogo completo de las obras, así como su ubicación, de cara al proceso que ahora se inicia. Hay que recordar que esa petición ya había sido realizada, pero, al no haber un expediente abierto, no habían obtenido respuesta ni por parte de la Fundación ni por parte de Unicaja.

«Es importante que una colección de esas características se gestione desde la transparencia, desde el bien común y desde la idea de que forma parte de una manera natural de la cultura asturiana y de nuestro patrimonio», les recordaba la consejera. Porque la colección, recuerdan desde Cultura, «incluye una selecta representación de obras del XIX, en su mayoría de autores asturianos», y «se vincula íntimamente a la historia de la actividad cultural desarrollada por la entidad financiera desde su nacimiento en 1945». Es más, la colección reúne obras de prácticamente todos los artistas asturianos del siglo XX, así como de otros de fuera del Principado.

Lucus Asturum y Olloniego

El pleno también acordó, tal y como adelantó EL COMERCIO, iniciar los trámites de declaración como Bien de Interés Cultural del yacimiento arqueológico identificado como Lucus Asturum, en el concejo de Llanera. «Además del descubrimiento de una importante necrópolis de época medieval (siglos X-XII), se determinó la presencia de una ocupación del espacio en época altomedieval romana. Se encontraron materiales tan destacados como un ara dedicada a los dioses lares», justifica el Consejo de Patrimonio. En estos años, se ha trabajado «sobre un espacio termal de notables dimensiones, así como sobre una vivienda con estancias distribuidas en torno a un patio con pozo». Se plantea un entorno de protección para el yacimiento arqueológico, con un perímetro de 1.980 metros, que encierra un área de 194.502,2 metros cuadrados.

Además, el pleno aprobó el proyecto de restauración de puente viejo de Olloniego integrante del conjunto histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1991. La propuesta de los arquitectos Ana Isabel Piquero García y Leopoldo Luis Escobedo, presentada por el Ayuntamiento de Oviedo, plantea la limpieza y consolidación estructural del puente para asegurar su estabilidad y la refuncionalización del bien, de modo que permita el paso de viandantes por la parte superior a modo de mirador, para lo cual se reconstruirá gran parte de los petriles del puente. En su base, se recreará un cauce fluvial a base de cantos de río, pero sin agua.