Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Juan Tamariz con un ayudante del público. AURELIO FLÓREZ

Juan Tamariz huye de la jubilación sobre las tablas

El mago madrileño presentó en Gijón 'Magia potagia y más'

ALEJANDRO CARANTOÑA

Domingo, 10 de junio 2018, 01:05

Comenta

Juan Tamariz tiene ya setenta y cinco años y casi cincuenta de magia profesional a sus espaldas. Lo aprendido en este tiempo cabe en un estuche de violín, que fue con el que salió el mago madrileño a escena anoche, a eso de las nueve, en el Teatro de la Laboral. Ahí caben horas y horas de magia, de las que fue decantando, a buen ritmo y sin pausa, noventa minutos muy generosos con su repertorio curtido, tanto de escenario y salón como de cerca, junto con algunas novedades y vueltas de tuerca a sus clásicos.

Abrió fuego de 'Magia potagia y más' rompiendo la cuarta pared, invitando al público a participar en el primer efecto y consiguiente primer aplauso. A partir de ahí, fueron brotando -improvisadamente, al modo jazzístico que le caracteriza- algunos juegos más en torno a lo imposible: predicciones inopinadas, desapariciones inesperadas y adivinaciones fabulosas.

Una pausa y el mago Alan

Luego cedió el testigo a su mujer, la mentalista colombiana Consuelo Lorgia, para un número de telepatía; un pequeño bocado en el que, vuelta de espaldas, averiguó los pensamientos de cuatro espectadores. Finalmente, y con la música de 'Siete novias para siete hermanos' dos cartas volaron (invisibles, claro) de lado a lado del escenario.

Así, con telón y una pequeña pausa, concluyó la primera parte, que dio paso al mago Alan, un colaborador argentino del madrileño que regaló un pequeño truco. Fue antes salir a escena la faceta predilecta de Tamariz y la que el respetable mejor le conoce de los años televisivos: la de cerca, en mesa, con un mazo de cartas obediente y disciplinado del que surgían naipes pedidos, pensados, elegidos o vistos por los espectadores.

Pequeños y mayores disfrutaron del espectáculo en el teatro de la Labora. Aurleio Flórez

Aquí desplegó Tamariz muchos de sus clásicos (cartas vueltas, saltarinas y viajeras) bajo el objetivo de una cámara que proyectaba sus milagros de bolsillo en una pantalla grande.

Este fue el colofón a una velada que registró una entrada abundante, con el patio de butacas de la Laboral prácticamente lleno y media entrada en anfiteatro. De mayores, medianos y pequeños, agolpados todos en las primeras filas para ver de cerca al mago y, por lo visto, deseosos de participar en algún efecto: su magia, ya lo advertía Tamariz, no entiende más que de ilusiones, energía y buen humor.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Juan Tamariz huye de la jubilación sobre las tablas

Juan Tamariz huye de la jubilación sobre las tablas