«María Moliner no fue una mujer olvidada, pero sí invisibilizada»
Socorro Suárez Lafuente trazó un perfil de la filóloga en un homenaje en el Ateneo Jovellanos que incluyo una puesta en escena de su vida
M. F. A.
GIJÓN
Miércoles, 24 de septiembre 2025, 21:56
«María Moliner no fue una mujer olvidada, pero sí invisibilizada. Se merece que todo el mundo la recuerde». Lo dice la catedrática Socorro Suárez ... Lafuente, que en la tarde de este miércoles propició la parte más académica del homenaje organizado por el Ateneo Jovellanos de Gijón. Ella trazó su perfil profesional, habló de su trabajo como bibliotecaria y archivera y su empeño en poner en pie el diccionario que la hizo célebre mientras la parte íntima, el relato de cómo vivió esa mujer de manera más personal, quedó en manos de Concha Fernández Soto, la autora del monólogo que contó con la actriz Carmen Moya Pico y con Puri Cobo y Mari Lo Jiménez haciendo el coro.
María Juana Moliner Ruiz (Paniza, Zaragoza, 1900-Madrid, 1981) que así se llamaba, fue una bibliotecaria, archivera, filóloga y lexicógrafa española, autora del Diccionario de uso del español, un proyecto al que dedicó más de quince años. Esos datos fueron aportados por Suárez, que destacó el gran trabajo que hizo en favor de las bibliotecas rurales y su tarea como bibliotecaria durante la guerra, cuando dirigió la Biblioteca de la Universidad de Valencia. Destacó que «antes de ponerse con el diccionario tenía una tradición muy larga de literatura, de filología, de lecturas que había hecho, y después de la guerra la van a rebajar en el escalafón y acaba en biblioteca de ingenieros de la Complutense; allí tiene tiempo y un día leyendo busca una palabra en el diccionario y no le parece que la Academia responda bien y se le ocurre hacer un pequeño diccionario, y dedicarle dos años que acaban siendo quince». Así se fraguó un diccionario de 80.000 vocablos. Subraya que todo lo hizo desde la soledad, por su cuenta y riesgo. Solo cuando Dámaso Alonso, que era su amigo, apuesta por publicarlo, recibe apoyos. «Una vez que lo publican y cuando empieza tener una situación económica mejor piensa en ampliarlo y enmendarlo pero ya no puede», revela. Habla luego de la propuesta para entrar en la RAE que no funcionó, porque en cierta forma enmendaba la plana a la propia RAE con su obra y además tenía un pasado político que no ayudaba. Murió en 1981 después de que su vida intelectual se fuera apagando.
Todos esos datos se complementaron con un relato mucho más humano, que abundó en cómo la mujer, la persona, vivió ese proceso. «Se cuenta cómo le pudieron a ella afectar estos acontecimientos», señala Suárez Lafuente, que cree que en los últimos años se ha recuperado la figura de María Moliner, pero en cualquier caso no está de más recordarla y reivindicarla.
El texto teatral que ayer se representó está incluido en la publicación 'Plumas, jaulas y collares (Máscaras teatrales para una guerra)', obra teatral colectiva que visibiliza figuras femeninas con un papel relevante.
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