«Manon es una mujer tan fuerte y segura, que me dejo llevar por ella»
La navarra protagoniza la primera ópera de la temporada, que empieza el día 10 y con la que ayudará al público a descubrir «un personaje muy interesante» Sabina Puértolas Soprano
ANA RANERA
OVIEDO.
Viernes, 1 de septiembre 2023, 01:08
Sabina Puértolas habla con pasión de Manon Lescaut, la mujer en la que se convertirá, a partir del día 10 de septiembre, sobre las ... tablas del Teatro Campoamor. Ella será la primera protagonista de la 76 Temporada de Ópera ovetense y está encantada porque en Asturias se siente «como en casa», ya que es la tierra de su marido y de toda su familia política. Aquí ha vivido varios éxitos, aunque su deslumbrante carrera la ha llevado a sitios mucho más lejanos, como Londres, Nueva York y Santiago de Chile, por poner algún ejemplo.
-Ya es una habitual de la Ópera de Oviedo, ¿qué distingue al Teatro Campoamor de otros en los que ha estado?
-El Teatro Campoamor tiene un público muy cálido y muy agradecido.
-¿Cómo vive estos últimos días antes de salir a escena?
-No soy de ponerme nerviosa. Esta producción ya la he hecho, por lo tanto, aunque en la primera función siempre sea bueno tener nervios, creo que en mí prima más el querer disfrutar del personaje. Es un personaje que tiene muchos altibajos, muchos picos y es una mujer tan fuerte y tan segura de sí misma que empieza el primer acto y no sé cómo voy a acabarlo mentalmente. Es muy interesante, me dejo llevar por este personaje. Cada función es completamente diferente.
-¿Vocalmente esos altibajos exigen más?
-Sí. Todas las arias que tengo son completamente diferentes, así que yo creo que es muy exigente, pero me lo paso muy bien cuando los personajes me tiran hacia fuera la emoción.
-¿Qué aprendió usted del personaje de Manon?
-Yo creo que tienes que hacer muchas veces este tipo de personajes para entender lo que es vivir al día, sin importar lo que pase fuera. Sobre todo, en esa época es increíble que puediera hacer como mujer lo que le diera la santa gana. Esta mujer vivía completamente al día, se acostaba con hombres por dinero, por vivir mejor. En un momento dado, quizá ella intuye su final, su muerte, y aún así sigue viviendo al día. En su muerte, ella recuerda todo lo que ha pasado con Des Grieux, todos los buenos momentos. Era un «me estoy muriendo, pero que me quiten lo bailao».
-¿Es entonces una historia de plena actualidad?
-Totalmente. Por eso, yo creo que cuanto más lo hago, más me doy cuenta de lo difícil que es hacer incluso hoy en día lo que te dé la gana.
-Habiendo recorrido escenarios de muchísimos países, ¿cómo ve la salud de la ópera en España?
-Mientras haya público y apoyo institucional, tendrá una larga vida. Creo que hay que seguir apoyándonos en las nuevas redes, en los periódicos y en la gente joven para que acerque a otra gente joven a que venga a ver música en vivo. Es parte de nuestra cultura y hay un entramado económico que se apoya en la cultura. No solo somos nosotros los cantantes, hay mucha gente. Todo lo que se hace dentro de un teatro es lo que hace que esté vivo.
-Con este título se reinauguró en 1948 el Campoamor, ¿tiene entonces un significado especial interpretarlo aquí?
-Eso es brutal porque, además, yo tengo una gran vinculación con Victoria de los Ángeles, que hizo de Manon en aquella ocasión. Mi primer curso de verano fue en la Menéndez Pelayo de Santander y lo daba ella. Con dieciséis años, me eligió como participante y no como oyente y lo primero que me dijo fue que dejara de cantar jotas navarras. Tenía toda la razón.
-Viendo la pasión que pone en sus personajes, ¿hay alguno con el que sueñe que aún no haya podido interpretar?
-Tengo la filosofía de no esperar nada. Lo que venga, que venga. Estoy contenta de seguir subiéndome al escenario, de tener salud vocal y de tener éxito personal.
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