Un colosal ‘Réquiem’ de Verdi para celebrar
El público aplaudió durante más de cinco minutos al destacado cuarteto solista junto a Oviedo Filarmonía, El León de Oro y el Joven Coro de Andalucía
ANTONIO HEDRERA
OVIEDO.
Lunes, 29 de abril 2024, 02:00
La impresionante ‘Messa da Requiem’ de Giuseppe Verdi regresó al Auditorio Príncipe Felipe con motivo de su 25 aniversario. Aún resuena en nuestra memoria la ... extraordinaria interpretación de esta obra firmada hace menos de un año por la OSPA y el coro de la Fundación Princesa de Asturias. En esta ocasión, otras dos formaciones asturianas –la orquesta Oviedo Filarmonía y el coro El León de Oro–, permitieron volver a disfrutar de esta monumental obra –dedicada a la memoria del literato Alessandro Manzoni– exactamente en el año en que se cumple un siglo y medio desde su estreno en Milán.
El ‘Réquiem’ de Verdi precisa de cuatro voces solistas de excepción para su interpretación, con extensas tesituras y gran amplitud dinámica y de expresión, como las del destacado cuarteto vocal que pudo disfrutarse anoche. Fue magistral la interpretación de la mezzosoprano bielorrusa Ekaterina Semenchuk, con una amplísima tesitura desde potentes graves a brillantes agudos y una vocalización y lirismo portentosos, demostrada por ejemplo en ‘Liber scriptus’, con un volumen capaz de sobrepasar el ‘tutti’ orquestal. Extraordinaria también la soprano azerbaiyana Dinara Alieva, con una destacada intervención en el último número: ‘Libera me’ pasando del grave al sobreagudo, con un canto siempre ‘legato’. El tenor mexicano-estadounidense René Barbera sustituyó en el último momento al anunciado Joseph Calleja, que causó baja por laringitis, exhibiendo un bello instrumento, sobre todo en el registro agudo, y un gran lirismo. El bajo azerbayiano Maharram Huseynov mostró un sólido registro central y agudo, menos presente en las notas más graves del ‘Confutatis’. La combinación de estas cuatro excelentes voces permitió al público disfrutar de dúos, tercetos y cuartetos bien empastados.
La suma del coro El León de Oro y el Joven Coro de Andalucía, ambos comandados por su titular, el asturiano Marco Antonio García de Paz, dio un excelente resultado, homogéneo y con una gran variedad de dinámicas desde el susurro –casi siseo– hasta el ‘fortísimo’, con intervenciones destacadas en ‘Dies irae’, ‘Rex tremendae’ o la fuga para doble coro del ‘Sanctus’.
Oviedo Filarmonía sigue exhibiendo el excelente estado de forma en el que se encuentra, de forma homogénea en todas sus cuerdas. Desde el ‘Introito’ –iniciado en ‘pianissimo’ ascendiendo gradualmente– y a lo largo de toda la obra, la orquesta –bajo la dirección de su titular Lucas Macías, sin partitura y con economía gestual– dio señas de su gran capacidad para el control dinámico. Macías supo exprimir los recursos dramáticos que Verdi, como gran operista, dejó plasmados en la partitura de su ‘Réquiem’: desde delicados y celestiales trémolos agudos de los violines, a momentos de ‘tutti’ realmente sobrecogedores, como el omnipresente tema del ‘Dies iræ’ o el inicio del ‘Tuba mirum’ con cuatro trompetas en escena y otras cuatro en interno.
En su ‘Réquiem’, Verdi propone un viaje que parte de un silencio oscuro y lúgubre, para acabar, tras hora y media de música, con otro silencio esperanzado. Lucas Macías supo aprovechar el valor del silencio en todos los momentos, si bien en el último de ellos el público, que llenó el auditorio, se adelantó con un sonoro aplauso que se prolongó por más de cinco minutos.
Sin duda, merecidos aplausos para un elenco de excepción y una obra que es todo un monumento de la música. Un ‘Réquiem’ ya no solo para Manzoni: un ‘Réquiem’ para la humanidad.
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