La compleja sencillez de un encantador cuento lírico
Hänsel y Gretel», de Humperdinck, inaugura el viernes próximo en el Teatro Campoamor la 78 Temporada de Ópera de Oviedo
. Aunque fue un compositor bastante fecundo, a Engelbert Humperdink (1854- 1921) se le recuerda por su cuento lirico –así definió el compositor a esta ... ópera– 'Hänsel y Gretel'. Wagneriano hasta la médula, colaboró como asistente de Wagner para el estreno de 'Parsifal', en Bayreuth. Humperdinck postulaba el nacimiento de una nueva escuela musical alemana se fundamentaba en el folklore y el canto popular. Si Wagner encontró la fuente creativa en las leyendas y mitos, Humperdinck buscó su inspiración en los cuentos y las sencillas canciones populares, envueltas en una rica orquestación postromántica que cautivó a autores como Richard Strauss y Mahler.
'Hänsel y Gretel' se estrenó en 1893 en el Teatro de la Corte de Weimar, bajo la dirección de Richard Strauss. Fue un éxito fascinante y prolongado, especialmente en Alemania y Austria, naciones en las que esta ópera se representa en varios teatros durante el Año Nuevo, algo así como el Tenorio en Sevilla el Día de los Difuntos. En España se estrenó en el Gran Teatro del Liceo, en 1901. Recordemos que Humperdink trabajó durante un año en Barcelona. Aunque el cuento de los hermanos Grimm es muy popular, la ópera se representó poco. Hasta ahora, nunca se escenificó en las temporadas operísticas ovetenses. Sin embargo, en el 2023 hemos escuchado esta ópera en una buena versión de concierto con la OSPA dirigida por Nuno Coelho.
Por primera vez 'Hänsel y Gretel' se representará en el Campoamor, los días 12, 14, 17 y 19 de septiembre, en una producción de la Ópera de Oviedo, con la dirección musical del ovetense Pablo González, al frente de la OSPA, y la dirección escénica de Raúl Vázquez, formado en Asturias. Estará protagonizada por la mezzo Anna Harvey (Hänsel), la soprano Erika Baikoff (Gretel), el barítono Carles Pachon (Peter, el padre), la mezzo Teresa Fuentes (Gertrud), la mezzo Stéfanie Müther (La bruja), Ana Nebot (El duende de la arena), Sofía Gutiérrez-Tobar (el hada del rocío) y el Coro Infantil Escuela de Música Divertimento, que dirige Cristina Langa.
Como esas plantas que se van enrollando sobre sí mismas hasta hacer un todo vegetal, la ópera 'Hänsel y Gretel' parte de un hecho aislado. La hermana del compositor, Adelheid Wete, creó una especie de tonadilla o sainete para representar en un improvisado teatrillo sobre el cuento de los hermanos Grimm, y le pidió ayuda a Engelbert para las canciones. Ese será el germen de la 'ópera de hadas' estructurada en tres actos. El libreto suaviza el canibalismo y la maldad de algunos personajes, como la madrastra, e introduce duendes –de la arena, del rocío– y ángeles protectores.
Musicalmente, en la ópera se da una sugerente combinación entre una armonía muy sencilla en las melodías y, tonalmente, muy ornamentada por la orquesta. La larga escena del cuco, en el segundo acto, que tanto fascinaba a Mahler, es uno de los ejemplos más claros de esa íntima relación entre la sencillez del canto, y la complejidad en la orquesta. En este sentido la Obertura inicial es como un poema sinfónico que introduce varios temas de la ópera. Entre los leitmotiv el más claro es el que representa al padre de los niños, pero la obra está cuajada de melodías recurrentes que dan a la ópera una encantadora cohesión.
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