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El asturiano Hevia, escoltado por Teo Cardalda. :: EFE
«El 'no' a los estatutos de la SGAE es «un voto de castigo», dice Hevia

«El 'no' a los estatutos de la SGAE es «un voto de castigo», dice Hevia

El presidente de la entidad cree que «la crispación» en la casa impidió su aprobación

ÍKER CORTÉS

Sábado, 29 de diciembre 2018, 00:09

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La junta directiva de la SGAE debía barruntarse ya lo que iba a suceder en la asamblea general extraordinaria del pasado jueves. Por eso, pese a las divisiones internas, desde hace semanas trataban de dar una imagen de unidad ante los medios y advertían de que los «votos de castigo», esto es, en contra de la reforma de los estatutos, suponían «dispararse al pie». Cuando finalmente los sufragios a favor de la reforma no alcanzaron los dos tercios necesarios, esas palabras volvieron al primer plano.

El presidente de la SGAE, José Ángel Hevia, se aventuró a dar una explicación de por qué, aunque se impusiera el 'sí' con el 58,1% de los votos, no se habían logrado los suficientes para dar luz verde a los nuevos estatutos. Habló de una situación sobrevenida -«sólo llevamos seis semanas de ejercicio y hemos tenido que realizar una asamblea para cumplir con los requerimientos de Cultura», llegó a decir-, pero también hizo mención a la «situación de crispación y de enfrentamiento» que se vive en la entidad de gestión de derechos y que «ha llevado a un voto de castigo, de autocastigo». Dice el músico asturiano que «una intervención o una retirada de licencia sería mala para todos los socios, tanto para los que están a favor de la gestión de los últimos años, como para los que no».

El músico 'Patacho' Recio escenificaba el jueves ese enfrentamiento en la sociedad pues, según recoge Efe, pidió que Cultura «actúe, que solicite la intervención al juez oportuno, restituya a la junta directiva y se inicie un proceso de reforma de estatutos bajo la tutela del Ministerio y una convocatoria de elecciones con garantías».

Pero, ¿qué es exactamente lo que cambiaban? Los «parches» de estos «estatutos de mínimos», tal y como los definía la junta directiva, trataban de adaptar la entidad de gestión a la Ley de Propiedad Intelectual y a la directiva europea. Esta normativa exigía una mayor transparencia a la sociedad y un refuerzo de la supervisión a través de nuevos mecanismos de control, como la creación de una comisión de supervisión, así como otorgando mayores poderes y competencias a la asamblea. Así, entre las nuevas funciones de la asamblea figuraba la ratificación de la política y el reglamento del reparto, la aprobación de la compra-venta de inmuebles y la elección de los miembros de la comisión. Ese nuevo órgano debe estar formado por cinco socios de la entidad ajenos a la junta directiva y un sexto integrante externo.

Tras los resultados, el Ministerio podría iniciar el procedimiento para intervenir la entidad o revocar su licencia. Hevia dice que seguirán «gestionando los derechos de los autores» porque la entidad sigue en marcha. Y no deja de recibir varapalos. Ayer mismo el Juzgado de Primera Instancia número 54 de Madrid anulaba el reparto de las cantidades ingresadas por derechos de autor realizado por la junta directiva de la SGAE en noviembre de 2017 y la reforma de un artículo de su reglamento que fijaba las tarifas y horarios de emisión de música en televisión.

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