«La música española tiene un éxito absoluto en todo el mundo»
El músico dará un concierto este domingo en la Colegiata, junto a Emilio Ribera, con piezas de Manuel de Falla y García Lorca, entre otros
El turrón vuelve a casa por Navidad y Armando Orbón (Gijón, 1954) hace lo propio cada Semana Grande. Este músico se pasa la vida recorriendo ... el mundo con su guitarra al hombro y el domingo recalará en su ciudad natal para dar un concierto en la Colegiata de San Juan Bautista, a las 20 horas, junto a Emilio Ribera. Bajo el título 'Dos guitarras, un mundo', interpretarán canciones españolas y melodías del otro lado del charco. Las entradas ya están a la venta en la Librería Paradiso, en Piscolabis Bar y en el Revillagigedo el mismo día de la actuación.
–Su concierto de Semana Grande en la Colegiata ya es casi una tradición.
–Pues sí, creo que ya llevo haciéndolo cuatro años (risas). Alguna vez lo hice solo y otras como este año con el guitarrista gijonés Emilio Ribera.
–¿Qué repertorio van a interpretar?
–En el repertorio tenemos música desde finales del siglo XVIII con piezas, por ejemplo, del compositor catalán Fernando Sor. También interpretaremos canciones populares de Federico García Lorca y otras de Manuel de Falla. Pero como el concierto lleva por título 'Dos guitarras, un mundo' por supuesto nos fijaremos en la proyección de la música española en América, porque los ritmos de nuestro país tuvieron mucha influencia allí desde que llegaron los primeros conquistadores.
–Usted que conoce bien al público gijonés, sabrá cuáles son sus preferencias. ¿Con qué disfrutan más en estas actuaciones?
–La verdad es que el público que suele venir en estas fechas a los conciertos está formado por muchos turistas, casi diría que son el 50%. Pero igualmente en todas partes les encanta la música española, tiene un éxito absoluto en todo el mundo. Yo la toqué, por ejemplo, en Pekín y les fascinaba.
–¿Por qué cree que gusta tanto la música española en sitios tan distintos culturalmente como China?
–Puede que sea por una cuestión de exotismo, ellos tienen una cultura más reprimida y quizá, les sorprende ese despertar tan racial de lo español. Yo tuve, por ejemplo, la suerte de ser el primer español en inaugurar El Nido de Pekín, un auditorio que es lo mejor que vi en mi vida y se llenó durante mi concierto. No se llenó por mí, evidentemente, sino por la cultura y la tradición española.
–Decía que en otras ocasiones en la Colegiata la mitad del público era turista. Ahora hay mucha gente que se queja del aumento del turismo en Asturias, ¿qué le parece a usted?
–Aquí ya no hay astilleros ni minería y la hostelería es lo que da vida a una ciudad. Espantar a la gente diciendo que esto no merece la pena y que aquí llueve mucho me parece un acto terrorista.
–O sea, que a usted le encanta ver Gijón de bote en bote en agosto. ¿No ve masificación?
–No creo que haya masificación. A mí me gusta que haya ambiente y que la gente que está currando todo el año tenga clientes. Hay mucha gente que vive de la hostelería y si echas al turista quedamos aquí los de siempre. Yo tengo una casa en el campo y hay vecinos que incluso critican a los que emigraron porque consideran que hay que quedarse aquí y defender lo nuestro. Ese tipo de mensajes no me interesan para nada porque tener ocho apellidos asturianos es una pena. Yo tengo apellidos vascos, catalanes y americanos, de entre otros muchos sitios, y creo que el mestizaje es lo mejor.
–Y después de este concierto en Gijón, ¿qué proyectos tiene a la vista?
–En septiembre me iré a América y a Irlanda. Estoy viajando mucho, ahí andamos dando guerra todo el día.
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