Orlinski, espectáculo y voz
El contratenor polaco, junto al ensamble barroco Il Pomo d'Oro, interpretó en el Auditorio Príncipe obras poco conocidas del siglo XVII
RAMÓN AVELLO
OVIEDO.
Miércoles, 1 de noviembre 2023, 01:08
A Jakub Józef Orlinski le gustan las exploraciones en huertos ignorados. Hace un año, escuchamos en Oviedo, también con el conjunto suizo Il Pomo ... d'Oro su disco 'Anima Aeterna' sobre arias de motetes y oratorios de la primera mitad del siglo XVIII, poco conocidos y grabados. Ayer, en el Auditorio, el contratenor polaco retrocedió un siglo, para presentar su nuevo trabajo discográfico dedicado especialmente a música veneciana del barroco temprano, del siglo XVII, titulado 'Más allá' (Beyond). Orlinski considera que la música de Monteverdi, por citar el más conocido, junto a la de Marini, Caccini, Netti, Strozzi, Cavalli y otros coetáneos. Con ese 'Más alla' Orlinski sugiere que esta música, con varias de sus piezas desenterradas por el entorno del cantante, trasciende su época para cobrar nueva vida en nuestro tiempo actual. Ayer vimos rasgos mediáticos y espectaculares que hacen de Olinski una estrella con grandes habilidades mímicas, contorsionistas y de bailarín y todo ello con buena calidad bocal.
Su voz se caracteriza por un timbre metálico, una gran capacidad respiratoria por la que prolonga los finales de las frases a su gusto y una homogeneidad en las diferentes tesituras. Creo que ha ganado en potencia. Al fin y al cabo, solamente tiene 32 años.
El concierto estaba concebido como un espectáculo continuo. Al inicio, los músicos de Il Pomo d'Oro en penumbra atacan el aria de Otón 'E pur io torno qui' de 'L'Incoronazione di Poppea', un aria que muestra los celos y el conflicto interno de Otón al saber que su mujer, Poppea, ha pasado la noche con Nerón. Tras los primeros compases instrumentales apareció estelarmente y vestido con una túnica similar a las que utilizaban los mandarines y que le daría mucho juego. Esta túnica sería, después, también un colchón, bailaría con ella y se convertiría en el vestido de una vieja, además de otras utilidades.
Mostró sus rasgos mediáticos y disfrutó de un claro entendimiento con músicos y público
Impecable la voz de Orlinski, en la que pasa del drama a una alegre canción también de Monteverdi, 'Voglio di vita uscir'. Sin pausa, la orquesta inicia el pasacalles de Baglio Marini, mientras el cantante recorre con ojos escrutadores y una linterna recorre el patio de butacas. Pasa después a adormecerse al final del pasacalles para iniciar una de las canciones más vistosas, el aria 'Amarilli, mia bella', de Julio Caccini. Todo esto, siempre sin pausa.
Y así transcurre un concierto espectacular. Entre lo mejor, las arias de Giovanni Cesare Netti, el corazón del concierto. Emplea el registro cómico cuando pone la voz de una vieja y el registro lírico en el aria 'Dulces cadenas'. Otro momento aplaudido por el público fue la introducción que hace el guitarrista Rincón de la obra de Antonio Sartorio. Oblinski disfrutó de un claro entendimiento con los músicos y con el público interpretando tres propinas, 'Chi Scherza con Amor', 'Allé Gente' y 'Certes di tua Fede'.
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