«Pienso ya en un tercer disco y nuevos repertorios de música española»

–¿Volver a casa siempre es especial?

–Es un placer. No tengo mucho tiempo para volver y siempre es un gustazo, voy pocas veces y lo disfruto más.

–¿Cambia la manera de subirse al escenario cuando es en Asturias?

–La verdad es que sí, porque conozco siempre gente que hay entre el público. Es estar en casa, suena a cliché pero es cien por cien cierto.

–¿Qué va a tener de especial este concierto?

–En el Horacio Icasto estuve hace muchos años. Era 'piquiñín' cuando toqué allí y es un gusto encontrarme con la gente fantástica que va al festival. El programa estará dedicado a Chopin y a música española, que siempre gusta estar en España y tocar algo del lugar.

–Setenta actuaciones en 2024. ¿No da vértigo estar todo el día con la maleta a cuestas?

–Es una vida nómada. Mentalmente, echo de menos estar en casa cuatro o cinco días, pero cuando vuelvo como estoy poco se disfruta más. Me gusta relajarme y reagrupar fuerzas. Pero mi casa real está en aviones, trenes y coches.

–¿Cómo se vive la música en distintos rincones del planeta? ¿Cambia el chip de América, a Asia o Europa?

–Sí y no. Sí, porque lo mismo que si hablamos con personas de distintos orígenes tenemos una sensación distinta y es bonito ver esa diferencia, y también lo es ver qué nos une, pero al tiempo no son tan distintas las reacciones. Por ejemplo, en Japón las reacciones son más precavidas, pero de pronto pueden explotar y ser gente muy abierta. En España tenemos la tendencia a ser más abiertos de primeras. Pero las diferencias son al final pocas.

–Segundo album, 'Even Tide', ¿cómo está funcionando?

–Estoy contentísimo de ver que se está escuchando bien en España.

–¿En qué otros proyectos anda?

–Demasiados conciertos ahora mismo para pensar en otra cosa. Tengo muchas ganas de volver a Japón en noviembre, es casi mi lugar favorito de la tierra. Si no digo Asturias, digo Japón. Y luego estoy pensando ya en un tercer disco, tengo que buscar ideas, estoy trabajando en ello. Y en nuevos repertorios relacionados con la música española.

–¿Cómo se prepara la temporada de un pianista? ¿Nuevos repertorios, álbumes?

–Se prepara día a día, literalmente. Según estamos tocando en la temporada, vamos viendo. Si estoy en diciembre ya estoy pensando lo que voy a hacer en el siguiente agosto, incluso a un año y medio vista, lo tengo que tener todo previsto porque cada pieza requiere de un esfuerzo, de una concentración, de una inmersión en la música. Es un ejercicio diario.

–¿Qué le apetece tocar? ¿A qué le tiene ganas?

–El repertorio es tan grande... no solo de música clásica, sino de música buena. Me concentro más en el periodo romántico, pero todos los días encuentro algo, música muy antigua, y luego me apetece tocar Bill Evans, cosas de jazz... Tengo ganas de volver con un compositor que era de mis predilectos cuando era pequeño que es Prokofiev. Siempre ando pensando en cosas nuevas que me dan inspiración.

–¿Cómo es el proceso? ¿cuánto tiempo pasa antes de salir al escenario con una pieza que nunca ha tocado?

–Desde que doy la primera nota hasta que subo al escenario es prácticamente un año.

–¿Un aprendizaje continuo?

–Claro, los programas nuevos llevan un bagaje de hasta un año y medio.

–¿Le tientan otras músicas más comporáneas?

–Me siento bastante bien en el jazz, es un tipo de música que me relaja, tanto de los 50, 60, 70 como el más moderno que se hace ahora en América, con sonoridades extrañas pero interesantes. También hay música fantástica en el mundo del folclore. Me encanta escuchar cosas nuevas.

–¿Cómo se lleva con las músicas urbanas?

–Poco contacto tengo con ellas. De vez en cuando, hablando con mi hermano u otra gente, me presentan cosas nuevas o que tienen 30 o 40 años y me gusta ver esa novedad.

–¿Rompemos la dicotomía música clásica y otras músicas?

–Se las separa por una razón muy sencilla, que es cronológica. Toda la música que se escucha en masa en todo el mundo nace a través de la clásica, no hay una difererencia tan grande. La clásica es el germen de todas las demas, por eso la valoro tanto.

–¿Qué me encontraría en su Spotify?

–La mitad sería música orquestal, de Mahler, Prokofiev, Shostakóvich, y clásicos de jazz.

–¿A Rosalía no?

–No en mi caso.