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Foto de familia de los premiados con quienes les entregaron los premios y las autoridades presentes. Fotos: Damián Arienza / Juan Carlos Román
El periódico entrega sus premios anuales

Los Premios de EL COMERCIO aplauden la Asturias que es «orgullo colectivo»

El Jovellanos celebra la ejemplaridad de López Otín, Laura Fuertes, Rodrigo Cuevas, el Teléfono de la Esperanza, la Feria de Muestras y Compromiso Asturias XXI

M. F. Antuña

Gijón

Jueves, 26 de septiembre 2024, 22:34

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Seis premiados que son seis «faros de Asturias», seis personas e instituciones que están del lado de quienes construyen y no destruyen, «que son orgullo y estima colectivo para el futuro». Esa última frase la expresó Rodrigo Cuevas en su discurso, pero bien podrían haberla hecho suya el resto de los galardonados que este jueves se subieron a las tablas del Teatro Jovellanos de Gijón para celebrar de la mano de los Premios de EL COMERCIO la excelencia y el trabajo siempre constante en favor de Asturias.

En primera fila del Jovellanos tomaron asiento los galardonados, que escucharon las palabras de elogio hacia ellos dirigidas por los presentadores, Eduardo Paneque y Mónica y Yugueros, y las autoridades, y también se llevaron más de una grata sorpresa. La primera, la que Luz Casal le regaló al científico Carlos López Otín sobre el escenario clamando su asturianía – «no puedo estar más de dos meses sin venir a Asturias» y colocándole a él como el intelectual sensible que es. Él fue el primero en recoger su galardón y emplear sus tres minutos largos para agradecer el premio. Se sinceró. Se abrió. Dos años después de la última vez que pisó Asturias, retornó a ella para recoger el Premio de la Ciencia y quiso recordar –que es pasar por el corazón– y dar las gracias a este rincón que ha sido «mi lugar en el mundo durante la mayor parte de mi vida» y al que retorna después de un tiempo en París «atendiendo dolores viejos». No le faltaron palabras hermosas y poéticas pero aún así recurrió a las de Joan Margarit para lanzar una sentencia incuestionable: «La vida es difícil para todos, pero más de allá de lo insoportable, al final siempre vuelve la alegría».

Ladis García junto a un grupo de voluntarios del Teléfono de la Esperanza subió a continuación a las tablas para recoger su Premio de Acción Social. Antes, en el patio de butacas, otro voluntario había hablado de un trabajo que le pone en contacto con el sufrimiento. Cierto es, y lo constató García en su discurso ya recogida la estatuilla y la obra de Pelayo Ortega que acompaña el galardón. Refirió lo importante que es el trabajo en equipo y desarrollar la empatía en el día día de estos voluntarios en su mayoría. «Toda labor solidaria lleva una recompensa muy grande que nosotros sentimos en el día a día», señaló entre el aplauso de un público compuesto por representantes de todos los ámbitos de la sociedad asturiana, los mismos a los que apelan los seis galardones.

A Laura Fuertes, la galardonada del Deporte, la sorprendió su entrenador de natación del Santa Olaya hablando de ella en el patio de butacas y ya sobre el escenario demostró por qué es la guerrera que ha sido capaz de llevar el boxeo femenino español por vez primera a unos juegos olímpicos. Porque ni se rinde ni tiene miedo a nada y porque nunca le ha faltado el apoyo de los suyos. Quiso animar a todas las chicas a hacer lo que les plazca: «No hay que tener miedo al cambio, hay que ser valiente y apostar por una misma», dijo, antes de proclamar la evidencia: «Cada vez hay menos gente que piensa que hay deportes para chicos y para chicas, dejemos hacer a la gente lo que quiera y no caigamos en estereotipos.

Reconoció que ha llegado a hacer historia en el deporte español a base de cabezonería. Y posiblemente de eso andan sobrados los dos mil integrantes de Compromiso Asturias XXI, a los que puso voz su presidente, Eduardo Sánchez Morrondo. La generosidad, el altruismo, el procurar hacer cosas útiles para Asturias, el trabajo en equipo y la pasión están detrás de su tarea en 54 países que les ha hecho merecedores del galardón de Proyección de Asturias. Él fue combativo en favor de esta tierra, que –dijo– debe retener talento. Y por eso lanzó un órdago a grande a todos los presentes a través un número, una frase y una propuesta. 1,2 millones somos los asturianos globales que debemos en lugar de criticar proponer qué debe hacer la región en los próximo diez o quince años. «Definamos un plan estratégico que implique a todos, políticos, sindicatos, educación, sociedad civil, medios de comunicación...» Quedó atrás la frase que es, en puridad, muy americana: «No te preguntes qué puede hacer Asturias por ti, sino qué puedes hacer tú por Asturias».

Yolanda y Pura, la madre y la güela de Rodrigo Cuevas, hablaron de lo trasto que era el chiquillo bajo el escenario y él se puso muy pero que muy serio encima de él al recoger el Premio de la Cultura. Clamó que la cultura lo es todo, que al final lo que se rescata detrás de cualquier ruina o cualquier horror es siempre la belleza del conocimiento, de la música, del arte... «Prefiero estar con los que construyen que con los que destruyen», dijo, y aseguró después que nuestra cultura es la que ha de construir «el orgullo y la estima colectiva para el futuro».

Emilio López lleva la vida entera haciendo bocadillos de calamares en la Feria de Muestras y fue quien desde el patio de butacas anunciaba el Premio a la Iniciativa Empresarial para ella. Lo recogieron Félix Baragaño, presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, y Álvaro Alonso-Ordás, director de la FIDMA. Fue el primero quien se felicitó por un galardón que les anima a seguir «apostando por el futuro de las empresas y el desarrollo económica de Asturias». Y les impulsa también a afrontar las mejoras que pronto llegarán el hecho de saber «que la Feria es un punto de encuentro de la ciudad», y eso es algo único en España. «Seguiremos caminando juntos».

Ese camino es colectivo y orgulloso y a él se había sumado ya con anterioridad José María González, presidente del Consejo de Administración de EL COMERCIO, quien abrió la gala reiterando el compromiso de este periódico con el rigor informativo y con Asturias. De eso mismo habló también la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, ya con los galardones entregados. «Cuando una ciudad cuida a su prensa local, se cuida a sí misma», dijo Moriyón, que tuvo muy presente la figura del Marcelino Gutiérrez, el director de EL COMERCIO fallecido un año atrás. Su nombre resonó sin tregua en una gala a la que asistieron su mujer, su madre y su hija. En él ejemplificó el periodismo de calidad y de servicio público que este periódico alienta cada día. Gimena Llamedo, vicepresidenta del Principado, apuntó en la misma dirección con «Marce» muy presente y poniendo al periodismo que ejercemos desde estas páginas como «guardián de nuestra identidad».

Fue el director de EL COMERCIO, Ángel González, quien habría de cerrar el acto alentando un periodismo que mira al futuro desde la digitalización, que fiscaliza el poder y batalla contra bulos, populismos y posverdades que no dejan de ser mentiras. «En EL COMERCIO seguiremos yendo al encuentro de la verdad». Y nada más verdadero que una guitarra acústica y una voz en directo. Las de Rodrigo Cuevas con 'Allá arribita'. Foto de familia y punto final.

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