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Rozalén se gana al público de El Bibio
La plaza de toros de Gijón prácticamente se llenó para escuchar un emocionante concierto de la cantautora, que derrochó sensibilidad
ANA RANERA
GIJÓN.
Sábado, 26 de junio 2021, 02:33
El aura de Rozalén se palpa también en sus silencios. Ayer, se subió al escenario de El Bibio y la noche tuvo más luz, fue ... aún más veraniega de lo que al principio aparentaba. La cantante albaceteña era la segunda en dejarse ver y oír en el festival Metrópoli, y tenía, para ella y por ella, una plaza de toros prácticamente llena. Al público le apetecía dejarse guiar por su garganta, a través de las historias que nos cuenta y que nos canta, desde que empezó su carrera hace no tanto, hace solo seis años.
Pocas voces son tan reconocibles y reconocidas en la música actual española. Y no solo eso: pocas están tan comprometidas con todas aquellas causas que necesiten reivindicarse. Esta artista pone música a la violencia de género y al VIH, aunque no sean asuntos habituales, ni mucho menos, bonitos. Y sobre el escenario, aparece siempre junto a Beatriz Romero, intérprete de lengua de signos, algo que hace que su espectáculo rompa más barreras.
'Este tren' inició el viaje de una noche de verano que aún era día. Con la primera canción empezó a combatirse el frío, que, con 'Dragón rojo' y 'Será mejor', terminó de esfumarse porque trajeron los primeros bailes en los asientos.
Tras esta primera ráfaga, se confesó: «Estoy nerviosa perdía. Echaba ya de menos estos nervios que significan que os tengo mucho respeto». Y dio las gracias porque «es muy emocionante volver a subir el telón y sentir que respondéis. Cómo no me voy a poner nerviosa». Así que, antes de entonar 'A tu vida', prometió una velada «para pasar por todas las emociones habidas y por haber».
Como hizo en 'La línea', un tema que nació «después de conocer nombres propios que me decían que tenían que dejar su cultura para sobrevivir». Algo que la hizo reafirmarse en aquello de que «nadie lo hace por gusto». Y, como respuesta a su compromiso con quienes peor lo pasan, se llevó una ovación.
Defensa de la sanidad
Continuó el espectáculo recordando las 'Tristes guerras', de Miguel Hernández, «porque hay nombres que no deberíamos olvidar nunca». Y a esos mismos les dedicó con garra 'Justo', a la que siguió 'Aves enjauladas', nacida en el confinamiento e interrumpida por un aplauso al cantar la estrofa «la calidad de la sanidad será importante».
Con cajón flamenco y palmas se abrió paso 'Mar en el trigal', porque «está siendo un momento de tempestad, pero, si todos llamamos a la luz, yo creo que la vida nos va mejor». Así que Rozalén invitó al público a traer la calma a estos tiempos de tormenta y la secundaron con unas ganas incontenibles.
'La maza' y 'Loba' siguieron quejándose. Por eso anunció: «Después de estas tan intensas, viene la fiesta». Y 'Que no, que no' cumplió la promesa mientras que 'Vivir' disparó la euforia, que se desató celebrando la amistad de 'Amiga', un tema con aires de romería que se ganó las palmas de todos los presentes.
En resumidas cuentas, una noche en la que su sensibilidad le permitió hablar de cualquier cosa y conseguir que el de enfrente -esta vez, los muchísimos de enfrente- quedaran atrapados por su magia.
Daba igual lo que cantara, todas las canciones esparcieron por El Bibio su vitalidad, su pasión y sus ganas de alzar la voz, a través de la música, para no quedarse callada ante las cosas que no merecen el silencio. Una artista de una pieza.
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