«Vinimos a secar hace 44 años y terminamos comprando piso»
El langreano Vicente Rodríguez recibirá hoy en Valencia de Don Juan el título de Paisano de Honor en la celebración del Día de Asturias
A. VILLACORTA
GIJÓN.
Domingo, 7 de agosto 2022, 10:18
La historia del langreano Vicente Rodríguez Fernández (81 años que no aparenta ni de lejos) es la de tantos asturianos que cruzaron el Negrón dispuestos « ... a secar» y fueron cautivados por la indiscutible belleza mesetaria y el carácter recio pero noble de sus gentes. «Vinimos hace 44 años y terminamos comprando piso y empadronándonos aquí. Mi mujer es asmática y, si en Asturias anda todo el día con el Ventolín, aquí ni se entera», cuenta con humor este minero jubilado que hoy recibirá el título de Paisano de Honor en su segunda casa: Valencia de Don Juan.
Será dentro de las celebraciones del Día de Asturias que el municipio leonés recupera tras dos años de sequía, una de las fechas clave del verano coyantino, donde los asturianos son legión.
La fiesta, conocida popularmente como «la del bollu preñáu», arrancará a las 11 en el Jardín de los Patos con la venta de bollos, que los asistentes maridarán con vino prieto picudo, y a las 12.30 tendrá lugar el pasacalles que protagonizarán la banda de gaitas La Reina del Truébano, el grupo de danzas Coyanza y la banda de música de la localidad. Así que habrá que esperar hasta las 13.30 para que Vicente Rodríguez recoja su título de Paisano de Honor 2022, un momento que aguarda «con nervios» quien se siente desde hace mucho como «un coyantino más». Y, de hecho, pasa varios meses al año allí.
El alcalde, el socialista Juan Pablo Regadera, tampoco puedo ocultar su entusiasmo: «Recuperamos, tras dos veranos en blanco, una tradición que, año tras año desde 1975, muestra el hermanamiento y los lazos históricos, culturales y de afecto que nos unen con el Principado de Asturias. Este primer domingo de agosto, como desde hace 47 años, el Día de Asturias y el nombramiento del Paisano de Honor volverán a convertir Valencia de Don Juan en un pueblo asturiano más y a impregnar Coyanza del característico olor del bollo preñao del que muchos darán buena cuenta».
Una jornada que Vicente Rodríguez y su mujer, Margarita Morán, vivirán «rodeados de amigos» y acompañados por su nieta Estela -«el amor de nuestras vidas»-, otra coyantina de corazón.
«Llevamos 56 años casados y, aunque reñimos día sí y día no, llevámonos bien y pasámoslo en grande después de fartucanos a trabayar ahora la gente no se aguanta ni un Telediario», bromea de corrido Margarita, cocinera de pro. «A mí sí que no me jubilen. ¿Por qué crees que el mi hombre está tan curiosu?».
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