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El pianista Víkingur Ólafsson, durante su actuación en Oviedo. Mario Rojas

Víkingur Ólafsson o la transparencia que fluye

El prodigioso pianista islandés cierra las Jornadas de Piano del Auditorio Príncipe Felipe

Jueves, 29 de mayo 2025, 02:00

Hay programas sustantivos, es decir, con sustancia, tanto en las obras como en la interpretación. El de este miércoles, protagonizado por Víkingur Ólafsson en ... el Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, fue uno de ellos. Nacido en 1984, entre sus reconocimientos está el premio Grammy en el 2025 por su interpretación de 'Las variaciones Goldberg' de Bach. Ólafsson está dotado de oído absoluto y posee sinestesia auditiva-visual, un raro don o enfermedad por la que se identifica automáticamente una nota con un color y viceversa. En el programa de este miércoles, esta sinestesia es probablemente la causa de que todas las obras que interpretó Ólafsson estén en el modo de mi, asociado precisamente con el verde de la chaqueta que llevaba, de Asturias, con predominio del verde amarillo en la tonalidad de mi mayor, y el verde azulado, en mi menor. Al margen de los colores, Ólafsson nos ofreció un concierto luminoso y que fluye como una corriente musical íntima y continua. La primera peculiaridad del concierto fue esa, la continuidad, sin pausas, todo seguido, de una tacada, como queriendo hacer ver que desde las notas de Bach se trazaba un puente que llegaba a todas las obras del programa. Como cualidad principal del pianista está la sutileza con la que puede cantar perfectamente diferentes melodías y contrapuntos en varios niveles. Y una cuidadísima capacidad de matización. El tiempo tiende al 'rubato' con frecuentes ritardando que hacen una melodía cadenciosa, muy similar a Bach, a Schubert o a Bethoveen.

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