España se queda sin la corona más inesperada tras un cruel desenlace
El conjunto de Miguel Méndez roza la sorpresa ante Bélgica, la vigente campeona, pero deja escapar una renta de doce puntos en unos minutos finales para el olvido y se lleva la plata
España reeditó la medalla de plata de 2023 en el Eurobasket femenino. Otra vez ante Bélgica, como hace dos años, pero con el mérito añadido del relevo generacional y las bajas. La segunda presea en valor sabría muy dulce en condiciones normales, pero es que el equipo de Miguel Méndez rozó la que hubiera sido su quinta corona continental, la más inesperada de todas, pues dejó escapar hasta doce puntos de ventaja en un final para el olvido.
Tres minutos de desconcierto separaron a la selección española de una hazaña heroica, que tocó con los dedos gracias al impulso de una nueva generación, pero también el poso de experiencia de las veteranas Alba Torrens o Mariona Ortiz, que han tenido que redoblar su papel de pilares en este Eurobasket por las bajas de Maite Cazorla y María Conde, previas al torneo, y de Iyana Martín, durante el campeonato, ya que tuvo que pasar por el hospital tras sufrir una colitis aguda.
España se movió bien en un inicio marcado por las pérdidas y los errores de Bélgica en el triple. Abusó la defensora de la corona europea del lanzamiento lejano en situaciones poco cómodas, pero reaccionó de la mano de Meesseman, otra vez MVP del torneo, como hace dos años.
Respondió en el intercambio de golpes Awa Fam, una joven de solo 19 años que se ha destapado en este Eurobasket y llegaba lanzada por una fantástica semifinal ante Francia, y el duelo se instaló en el equilibrio a lo largo del primer cuarto, cerrado con un punto de ventaja para España (19-18).
España
Ortiz (3), Pueyo (11), Torrens (3), Carrera (10) y Fam (9) -quinteto inicial-; Buenavida (4), Ayuso (11), Martín (-), Etxarri (-), Vilaró (3), Araujo (-) y Ginzo (11).
65
-
67
Bélgica
Vanloo (4), Allemand (19), Delaere (9), Meesseman (16) y Linskens (17) -quinteto inicial-; Ramette (2), Lisowa Mbaka (-), Claessens (-), Joris (-), Vervaet (-), Mununga (-) y Massey (-).
-
Parciales: 19-18, 18-13, 15-18 y 13-18.
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Árbitros: Salins (Letonia), Gajdosz (Polonia) y Praksch (Hungría). Sin eliminadas.
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Incidencias: Final del Eurobasket femenino disputada en el Palacio de la Paz y la Amistad de El Pireo (Atenas).
Buenas noticias en el inicio, especialmente en los minutos de descanso de Meesseman, la jugadora más determinante sobre el parqué. El regreso de la interior del Fenerbahçe devolvió la iniciativa a Bélgica puntualmente, pero ahí entró en acción el banquillo español, representado por Paula Ginzo, nueve puntos en un visto y no visto, y Aina Ayuso, para establecer la primera renta de cierta entidad (30-22).
Sorprendido, el combinado belga se agarró a Allemand, pero le faltó algo más de sus jugadoras clave y sobre todo aportación de las menos habituales, la principal diferencia respecto a la coral España en una primera muy convincente del equipo de Miguel Méndez (37-31).
El reto pasaba por mantener el nivel tras el paso por los vestuarios para la pausa y sostener así la reacción belga, previsible a tenor de su potencial. Con su quinteto titular, tan reconocible, fresco después del descanso, la campeona igualó la final justo cuando se transitaba por el ecuador del tercer cuarto.
Partido nuevo con quince minutos por delante y golpe de realidad ante el despliegue belga, ahora ya sí el esperado de inicio. Un inverosímil 2+1 de Buenavida en un momento complicado insufló oxígeno a España, capaz de resistir el arreón rival y sobrevivir al tercer cuarto con el duelo todavía en su poder (52-49).
Bloqueo final
La pequeña ventaja española tomó ya un cariz importante merced a un triple de Ayuso y la canasta al contraataque de Pueyo inmediatamente después. España se fue a los dobles dígitos de ventaja mediado el último parcial y soñó a lo grande. La máxima de +12 a tres minutos del final (65-53) presagiaba un final feliz, pero el quinto título europeo todavía no estaba en el bolsillo, ni mucho menos.
Aparecieron los puntos de Allemand, Meesseman y Linskens, pero sobre todo la selección de Miguel Méndez entró en barrena. Ya no entraba un solo lanzamiento y se acumulaban las pérdidas. Cundió el pánico y la puntilla la puso el robo y canasta al contraataque de Antonia Delaere. No hubo tiempo para más y el metal español, de un mérito enorme, se quedó en la plata y no en la corona que a tenor de las circunstancias hubiera sido la más inesperada.
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