Porte se deja más de medio Giro tras un pinchazo

Víctima de un pinchazo y de una ayuda ilegal, el australiano Richie Porte (Sky) perdió este martes buena parte de sus opciones de triunfo en el Giro de Italia en la décima etapa, ganada por el italiano Nicola Boem (Bardiani). Porte, uno de los favoritos a la victoria, sufrió un pinchazo a seis kilómetros de la meta en Forli y llegó con un retraso de 47 segundos sobre el pelotón principal, en el que se encontraban los otros dos grandes aspirantes al podio, Alberto Contador y el italiano Fabio Aru.

Posteriormente, la organización de la carrera anunció que los comisarios impusieron una sanción de dos minutos a Porte por haber recibido ayuda de un corredor de otro equipo, su compatriota Simon Clarke (Orica), una circunstancia penalizada en el reglamento.

La normativa de la Unión Ciclista Internacional (UCI) estipula que los corredores pueden cederse comida o bebida, pero «el préstamo o intercambio de ruedas y de bicicletas» sólo está permitido entre ciclistas de un mismo equipo. Según las fotografías vistas por los comisarios, Clarke se comportó como un verdadero mecánico para Porte, ayudándole a cambiar la rueda delantera y empujándole después para ayudarle a pedalear

De esta manera, Porte, que comenzó la jornada tercero a 22 segundos del líder Contador, es ahora duodécimo en la general, a tres minutos y nueve segundos de Contador. «Es una pena para un corredor que podía esperar vestir el maillot rosa de líder en la contrarreloj del próximo sábado. Ha sido un error de buena fe, pero el reglamento es el reglamento y hay que respetarlo», señaló el director de la carrera, Mauro Vegni. «No recuerdo un episodio parecido en el Giro», añadió.

Un final imprevisto

Además de Porte, los otros damnificados del día fueron los velocistas, ya que la etapa estaba destinada a decidirse en un sprint masivo, pero se la acabaron disputando cuatro italianos que se escaparon al inicio de la jornada. Por la victoria de etapa, Boem aventajó a sus tres compañeros de fuga, Matteo Busato, Alessandro Malagatu y Alan Marangoni. La escapada formada en el cuarto kilómetro de etapa estaba constituida por cinco ciclistas, pero el también italiano Oscar Gatto sufrió un pinchazo a 15 kilómetros de meta que le alejó del pequeño grupo. «Todo el mundo pensaba que iba a decidirse al sprint», admitió Boem, que corre para el equipo Bardiani, una formación de jóvenes talentos italianos que es regularmente invitada al Giro.

El pelotón, liderado por el transalpino Giacomo Nizzolo, quinto, pasó la línea de meta a 18 segundos del ganador. En ese grupo se encontraba Contador: «Fue todo menos una etapa fácil», dijo el español tras cruzar la meta. «Cada día puede haber sorpresas. Hoy Richie ha sufrido un pinchazo desgraciado. Es lamentable perder tiempo así, pero con todo lo que nos espera, ha sido una pérdida de tiempo limitada», añadió antes de conocerse la sanción a Porte.

Nicola Boem, veneciano de 25 años, consiguió su victoria más grande desde que es profesional en 2013. También cuenta en su palmarés con una victoria en la Vuelta a Dinamarca. Este miércoles se disputará la undécima etapa, de 153 kilómetros, que presenta un perfil con repechos. Termina en el autódromo de Imola, donde la carrera pasará por una zona del circuito.