El legado de Silvia Ramos continúa vivo en Luanco

El buen ambiente que siempre rodea las pruebas de relevos por equipos tomó esta villa marinera desde primeras horas de la tarde. Unión, entrega, compañerismo y solidaridad son algunos de los valores que más resaltan en estas carreras en las que, asimismo, se mezclan dosis del atletismo más exigente con su carácter popular. Ambas cuestiones convierten a este tipo de competiciones en auténticas fiestas del deporte. Ganar es importante para unos, pero para la mayoría lo importante es compartir la jornada con amigos y competidores. Una cita que sirve, incluso, para recordar y poner en valor a personas que dejaron huella con su forma de ser y su empuje personal.

Es el caso de Silvia García, Mary González, Lorena García y María García. Las cuatro, el pasado sábado, volvieron a rendir su particular homenaje a la figura Silvia Ramos. La persona que da nombre a su equipo y figura de forma destacada en sus camisetas. De este modo, desde hace cuatro años, corren por las calles de Luanco en esta prueba reivindicando el particular legado de Silvia tras prematuro fallecimiento después una complicada enfermedad con poco más de 30 años.

Ramos había tomado parte en un gran número de carreras tanto de ruta como de trail. Y es que su gran pasión era la montaña y, sobre todo, compartirlo con sus amigos. Por ese motivo, en un intento por corresponder a ese gran vacío que dejó su ausencia, cuatro de sus amigas se aliaron para que el inexorable paso del tiempo no borre su memoria. Una de las decisiones que adoptaron fue elegir esta prueba para rendirle un homenaje cada año.

«Hay muchas carreras en Asturias, pero la Media Maratón Marinera es muy especial. Se celebra en casa y la familia, además, puede venir a vernos. Son los primeros que nos animan con sus aplausos», explica Mary González, una de las componentes del grupo.

La entrega del equipo, además, tuvo también el reconocimiento deportivo, ya que finalizaron segundas en categoría femenina, a pesar de que «este año había un gran nivel y no sabíamos si seríamos capaces de alcanzar el podio como en anteriores ediciones». La confianza en sus fuerzas fue la clave para alcanzar este éxito. La corredora luanquina considera que cuando suben a los cajones «sirve para su recuerdo llegue a más gente y su figura sigue presente».

De momento, no cabe duda que los están consiguiendo y las integrantes del equipo Silvia Ramos ya están conjuradas para seguir manteniendo vivo el legado de su gran amiga.