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La jornada de este domingo en el grupo uno de la Segunda RFEF será de las que dejan huella. Tres de los cuatro equipos asturianos ... de la categoría afrontan el último partido de la fase regular con mucho en juego. El Langreo aspira a vencer al Laredo en Ganzábal y a que el Fabril pierda ante la Gimnástica de Torrelavega para hacerse con la última plaza que da derecho a jugar el 'play off'. Mientras, en Luanco, el Marino recibe al Salamanca con el objetivo de conseguir al menos un punto para certificar la permanencia. Y el Llanera visita al Escobedo con la necesidad de ganar y de que el Compostela pierda o empate para poder disputar el 'play down', única oportunidad de jugar la próxima temporada en Segunda RFEF. Por su parte, el Avilés llega a la última jornada con los deberes hechos, tras asegurarse un puesto de 'play off'. Una jornada de nervios en el campo y en las gradas, donde los espectadores de todos los equipos tendrán la vista puesta no solo en sus jugadores, sino también en lo que suceda con los rivales que pelean por los mismos objetivos. Un todo o nada en una fecha en la que todos los encuentros comenzarán a las 12 horas.
El Langreo es el único de los tres que sueña por arriba. El conjunto de Pablo Acebal está en una situación peor que la de hace una semana, cuando cayó en Salamanca. «Fue un palo porque dependíamos de nosotros y ahora no, pero sigue habiendo opciones. Vamos a cumplir con lo nuestro y esperar a lo que pase en La Coruña», afirma el técnico langreano, que llega al partido con las bajas de Nacho López y Ordóñez, y con Juan López «entre algodones».
El conjunto blaugrana tenía en su mano llegar al 'play off' y sigue con opciones de conseguirlo, algo con lo que «a principio de temporada no se contaba». Por eso y por lo mucho que hay en juego, Pablo Acebal espera que el público sepa reconocer el esfuerzo de la temporada y llene Ganzábal para empujar y homenajear a un grupo de jugadores «de los que hay que estar orgullosos». Porque en el partido de mañana no solo está en juego el 'play off', también la última plaza que da derecho a jugar la Copa del Rey, que ahora ocupan. Una derrota sumada a una victoria del Salamanca desbancaría a los langreanos, que tienen el golaveraje perdido con los salmantinos. «Todos los equipos se juegan algo y eso es muy bonito para los espectadores, aunque para los entrenadores es de infarto», reconoce.
El Salamanca jugará su partido bien cerca de Langreo. El Marino les recibirá en Miramar con la necesidad de sumar al menos un punto para certificar la permanencia, después de un último tramo de temporada irregular en el que no han sido capaces de sumar lo suficiente como para llegar a la última jornada con la plena tranquilidad de saber que la próxima temporada estarán en Segunda RFEF.
Manel Menéndez lo destacaba después de la derrota ante el Llanera de la pasada semana. «Estábamos realizando una temporada bastante buena, incluso con opciones de mirar para otras cosas. Pero el objetivo es el que es y no hay más. Venimos engañándonos desde hace cinco o seis partidos y tenemos que pelear por el objetivo que tenemos». La necesidad del Marino en esta última jornada es la más accesible. Un empate le sirve para certificar la permanencia al tener mejor coeficiente que el Escobedo, el único equipo que les puede meter en problemas. «Hay que apechugar e ir a por todas, es que no hay otra», afirmó Manel, quien cree que la falta de regularidad fuera de casa ha lastrado la clasificación del equipo.
El Escobedo será el rival contra el que el Llanera apurará sus opciones de seguir un año más en la categoría. El equipo que dirige Chuchi Collado es uno de los mejores de la segunda vuelta, pero la escasa renta de puntos hasta diciembre ha provocado que lleguen a la última jornada sin depender de ellos mismos. Las únicas opciones que manejan pasan por ganar al equipo cántabro y esperar que el Compostela, que recibe al Valladolid B, empate o pierda. Solo así se asegurarían el puesto de 'play down', máxima aspiración a la que pueden optar. «Queda una oportunidad y hay que aprovecharla, no es la primera vez que suena la flauta», lanza positivo el entrenador del Llanera.
Álex Barrera es el único jugador con el que no podrá contar Collado, que ve al vestuario «más animado» después de ganar la pasada semana al Marino. «El Escobedo está haciendo una segunda vuelta parecida a la nuestra. Han sido un equipo muy solvente fuera y ahora lo están siendo también en casa», advierte. A pesar de la dificultad, Chuchi Collado apunta que su equipo viaja a Cantabria «con toda la esperanza en que podemos conseguir la salvación» y espera que los aficionados se vuelquen para apoyarles. «Ya estaban yendo a otros partidos. Esperemos que viajen y poder darles una alegría».
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