Campanu Asturias 2020 | Aplaza una operación, pesca el campanu y lo dona a una asociación contra el cáncer

«Todos los días cuando me levanto pienso en el salmón. Soy un obsesionado de ello», afirma Íñigo Fernández Amantegui, el más certero y rápido para echar a tierra el campanu' en el Narcea. Tan profunda es su pasión por la caña que cuando se confirmó la fecha de inicio de la temporada, lo que él define como «el día de la gloria», llamó al Instituto Oftalmológico Fernández-Vega para posponer el paso por el quirófano que le aguardaba para corregir las cataratas que mermaban su visión.

«Tenía que operarme a las 8.30 de un 'güeyu' y este es el pozo El Güeyu, así que cambié uno por el otro», señala jocoso el experimentado pescador ovetense. A la hora a la que estaba inicialmente programada la intervención quirúrgica ayer, ya goteaban de forma constante en su teléfono los mensajes de enhorabuena por su exitosa maniobra con la caña, que le dejó una ampolla en el dedo pulgar y una quemadura en la mano como ecos de una jornada que había preparado de forma concienzuda.

En pie desde las cuatro y veinte de la madrugada, ya estaba en el río con los cebos preparados cuarenta y cinco minutos antes de que se alzase el telón, esperando que el reloj marcase las seis y media. «Me gusta organizar las cosas con tiempo», indica el carbayón, que acudió en compañía de un amigo y su sobrino para disfrutar de una pasión heredada. «Mi padre era pescador y tenía mucha afición al salmón», confiesa sobre el inicio de su afición, compartida con su hermano desde muy joven.

«El primer salmón lo saqué con diecisiete años en el Cares», rememora. De aquel ejemplar al de ayer median muchas tardes con los aparejos a cuestas, con algunos breves paréntesis derivados de sus obligaciones laborales y los campanos del río cántabro del Deva en 2008 y el Cares en 2014. Varios lugares en el podio del arranque de diferentes temporadas también jalonan una trayectoria pesquera que supera las cuatro décadas.

Íñigo Fernández Amantegui destina sus ahorros a viajar para tirar la caña en aguas noruegas, islandesas y rusas. La pesca, el trabajo y la familia son las tres ramas en las que divide su vida, expone el ovetense, que fuera de temporada mantiene su preparación en Palomar, a las afueras de la capital del Principado, donde fomenta el hábito del lanzamiento de mosca en el período invernal.

Suspendida la tradicional subasta del campanu por las medidas de prevención frente al coronavirus. el dinero que obtenga con la venta del preciado ejemplar lo donará a la Asociación Galbán, que ayuda a las familias de niños y adolescentes afectados por el cáncer en Asturias. El gesto solidario, que se une al que ya había tenido en 2014, está ligado a su agradecimiento a la asociación sin ánimo de lucro por el trato brindado ante la enfermedad de un familiar.

Mañana, con la satisfacción de haber echado a tierra su tercer 'campanu', pasará por el quirófano. El martes le aguarda otra intervención para disfrutar sin trabas cerca del río.