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Los jugadores de la selección española y Jordi Ribera se lamentan tras la derrota. reuters
Dinamarca vuelve a frustrar el sueño dorado de los Hispanos
Mundial de balonmano I Semifinal

Dinamarca vuelve a frustrar el sueño dorado de los Hispanos

España derrochó fe y se agarró hasta el último minuto al duelo contra la gran favorita, en el que pagó el cansancio y se topó con Niklas Landin

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Viernes, 27 de enero 2023, 07:57

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Dinamarca cercenó otra vez el sueño dorado de los Hispanos. Como en un 'déjà vu', la bicampeona mundial fue un obstáculo demasiado grande en el camino hacia la final, tal y como ocurrió en el Mundial de Egipto de 2021 y en los Juegos Olímpicos de Tokio. Se tendrá que conformar esta selección española de inmensa fe con luchar por el bronce, pero aunqué cayó, de nuevo eligió la forma más honrosa posible. Camufló su desacierto en ataque y el exceso de kilometraje en las piernas con corazón y un inmenso Gonzalo Pérez de Vargas en portería. Aunque vivió casi todo el duelo por debajo en el marcador, compitió hasta el último momento y solo el muro del danés Niklas Landin bajo palos obligó a la capitulación.

Consciente de que el físico de los suyos estaba al límite, el estratega Jordi Ribera sorprendió apostando por Jorge Maqueda como lateral derecho en ataque, dosificando al cargado de minutos Álex Dujshebaev para los instantes decisivos del partido. También entregó la batuta en la dirección de juego a Pol Valera en lugar del tocado Agustín Casado y lo cierto es que pese a la intimidante defensa danesa, España fue encontrando las rendijas para responder a la voracidad goleadora de Mikkel Hansen y la maestría en el pivote de Magnus Saugstrup, que era indescifrable para la zaga hispana, convirtiendo cualquier intervención en gol o penalti.

El equilibrio duró poco, pues Dinamarca continuó exhibiendo una eficacia asombrosa en el lanzamiento mientras España se atascó en un tramo de partido cuajado de precipitaciones y pérdidas, sin que la entrada en escena de Casado en la posición de central y un tiempo muerto terminasen de ordenar las ideas. El 4-7 marcó el demarraje nórdico y solo tres grandes intervenciones de Pérez de Vargas impidieron el definitivo despegue de la bicampeona mundial.

España

Pérez de Vargas (1), Ángel Fernández (3), Gedeón Guardiola, Peciña, Ferran Solé (4, 3p), Cañellas (2) y Valera (1) -siete inicial-. Corrales (ps.), Figueras (1), Serdio (3), Odriozola (1), Dani Dujshebaev (1), Sánchez-Migallón (1), Casado, Álex Dujshebaev (5) y Maqueda.

23

-

26

Dinamarca

Niklas Landin, Magnus Landin (2), Saugstrup (5), Johan Hansen, Pytlick (6), Mikkel Hansen (4, 2p) y Gidsel (3) -siete inicial-. Moller (ps.), Emil Jakobsen (3), Jorgensen (1), Hald (1), Jacob Holm, Mollgaard, Mensah Larsen, Rasmus Lauge y Kirkelokke (1).

  • Árbitro: Robert Schulze y Tobias Tonnies (Alemania). Excluyeron a los españoles Maqueda (2) y Odriozola, y a los daneses Saugstrup, Magnus Landin y Kirkelokke.

  • Marcador cada cinco minutos: 3-3, 4-6, 5-9, 7-10, 10-12, 10-15 -descanso-, 13-18, 15-20, 17-20, 20-21, 20-23 y 23-26.

  • Incidencias: Partido de semifinales del Mundial de balonmano disputado en el ERGO Arena de Gdansk.

La desventaja se había ido a los cuatro goles (5-9) cuando una exclusión del coloso Saugstrup pareció ofrecer una tregua. Fue una apariencia porque Dinamarca no bajó un ápice su excelso nivel a pesar de la inferioridad. Sin embargo, España, especialista en agarrarse a los partidos como nadie aunque pinten bastos, cambió su defensa al 5-1 y remó hasta ponerse a dos (10-12) con superioridad numérica y posesión. Ahí se produjo el encontronazo entre Dani Dujshebaev y Landin, sospechoso habitual en la polémica, a cuenta de un hipotético balonazo en la cara del portero que los árbitros no estimaron punible. A los españoles, extenuados tras la batalla contra Noruega en cuartos, se les agotó el fuelle y enfilaron el camino de los vestuarios con la máxima ventaja danesa (10-15) tras un parcial de 0-3.

Remontada incompleta

Difícil, pero nunca imposible con los Hispanos sobre el parqué. Álex Dujshebaev tiró del carro en ataque tras la pausa y la zaga española afinó para dificultar la fluidez ofensiva danesa. Los goles del combinado escandinavo ya no eran tan sencillos, pero el intercambio de golpes y el implacable correr del reloj no servía. Hacía falta un acelerón en el marcador a pesar de la imponente presencia de Mollgaard en el centro de la defensa danesa.

España tuvo el mérito de no perderle la cara al partido jamás. Las paradas de Pérez de Vargas, que nunca fallan, y el juego de continuidad para encontrar en el pivote a Abel Serdio hizo soñar con la epopeya hispana con el 20-21 a diez minutos para el final, pero al borde de la orilla se apagó la luz. El combinado de Jordi Ribera pagó todo el esfuerzo acumulado y el duelo se fue a un 20-25 que situaba la partida en jaque. Ni aún así arrojaron la toalla los Hispanos, capaces de desafiar la lógica y ponerse a dos pasos de la gloria con el 23-25 y penalti a favor. Ahí se apareció por enésima vez el fantasma de Niklas Landin, capaz de meterse en cualquier disputa de forma innecesaria como de exhibir nervios de acero para sacar un brazo prodigioso ante el lanzamiento de siete metros de Ferran Solé. Con esa parada se extinguió definitivamente la esperanza de la tercera estrella, pero no de una quinta medalla mundialista que sería un gran premio final. Espera la batalla por el bronce.

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