Piragüismo

La praviana Yaiza Novo, plata y el avilesino Rubén García, quinto en Rumanía

«El objetivo sin duda es ir a los Juegos Olímpicos», afirma Bertín, quien tiene la mirada puesta en la cita de Los Ángeles, aunque antes tiene otras citas en su calendario. «Primero me tocará ir a Portugal a final de mes, que se celebra el Campeonato del Mundo y competiré en K1 y K4 500».

Riosellano y del Club Sella, Bertín Llera entrena en el Centro de Alto Rendimiento de Trasona junto a la élite del piragüismo español. «Es un centro de referencia», reconoce. Allí pasa las semanas de lunes a sábado junto a deportistas de prestigio como el propio Saúl Craviotto.

El elenco de metales asturianos logrados en aguas rumanas no acaba con las tres conquistadas por los hermanos Llera. Yaiza Novo y Carla Corral lograron la plata en el K4 500 de categoría sub-23. «Hicimos nuestra carrera», valora Novo tras colgarse en la prueba por equipos el metal que no pudo conseguir en el K1 1.000, en el que acabó en quinta posición.

Praviana de nacimiento, Novo entrena en Sevilla con el Club Rías Baixas. «La pasión por el piragüismo me viene de familia, de mi padre y de mi tío. Al final, soy de Quintana y en esa zona hay bastante afición por este deporte», detalla sobre sus inicios. A sus 19 años, compagina el piragüismo con los estudios para Técnico Superior en Actividad Física y Deporte (Tafad). «Estoy contenta y muy satisfecha con lo logrado, sobre todo teniendo en cuenta que era mi primera temporada en esta categoría».

En la comarca avilesina también destacó la actuación del piragüista del Fertiberia Atlética Rubén García Gallego, que se entrena en Madrid y Sevilla, y acabó quinto en la final K4 500 de este Campeonato de Europa sub-23.

El sexto metal lo obtuvo el palista del Grupo Covadonga Rubén Escudero, quien se aseguró la plata júnior de 500 metros de K1. «Iba con el segundo mejor tiempo, pero sabía que tenía que salir muy fuerte y rápido para descolocar la carrera», relata de la prueba en la que superó a todos sus contrincantes, menos al húngaro. «Me sacó menos de medio barco, pero no llegué».

Él, que también entrena en Trasona, es uno de los miles de alumnos asturianos que acaba de terminar la EBAU y ahora encara su salto a la etapa universitaria, en la que cursará Ingeniería Industrial. Un grado que aspira a compaginar con su faceta deportiva. «Cuando ves a los miembros del equipo olímpico en Trasona te motiva. Te dices a ti mismo que puedes llegar ahí». Días como ayer hacen que tantas horas de esfuerzo invertido merezcan la pena.