8M en el Principado

Asturias da tira por el feminismo de todo el país con una histórica marcha en Mieres

«¡Mieres será la tumba del machismu!». El manifiesto acababa con Asturias como futuro nicho para el patriarcado y el escenario de la gran manifestación feminista por el 8M en el Principado cobró todo el protagonismo. La capital de la cuenca del Caudal fue pura reivindicación, como lo demostraron alrededor de 20.000 personas -10.000, según la Policía Nacional; 30.000, según las organizadoras- que salieron a la calle para exigir, de una vez por todas, la igualdad entre hombres y mujeres. Y para demostrar que el feminismo asturiano da tira al del todo el país. Lejos de las discusiones políticas que han tenido los focos estos días, las feministas de la región demostraron su unión en una marcha histórica por la igualdad.

Pese a que las diferentes entidades feministas de la región también tienen discrepancias serias, como la ley 'trans' o la del 'sólo sí es sí', y debates abiertos, todas apostaron por vivir un 8M de unidad, porque la reivindicación común y primigenia, la igualdad real entre hombres y mujeres, aún no está lograda.

Unas ganas de demostrar unidad y de unir voces para que nadie olvide las brechas que colapsaron Mieres. Una hora antes de que arrancara la marcha, los accesos a la ciudad ya estaban colapsados. Encontrar aparcamiento era misión imposible. Pese a la puntualidad que siempre han marcado las marchas organizadas por la Plataforma Feminista, pasadas las siete de la tarde aún seguían llegando autobuses con participantes. Finalmente, pasadas las 19.15 horas sonó una sirena estruendosa, como si el pozu Barredo aún siguiera abierto, y arrancó la manifestación.

Tanta fue la afluencia que llegada la cabecera a la mitad del recorrido, en la calle de Manuel Llaneza, aún no habían salido de la cola de la marcha, en la calle de Ramón y Cajal, los bloques que la cerraban, los de los partidos y los sindicatos.

Allí estaban el presidente del Principado, Adrián Barbón, acompañado por la diputada por Asturias Adriana Lastra; la directora general de Igualdad, Nuria Varela; la gerente del Sespa, Ana Suárez Guerra, y la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán. También se pudo ver a Gaspar Llamazares, junto a Concha Mesa, así como a Ana Taboada. Además de los secretarios generales de UGT y CC OO en Asturias, Javier Fernández Lanero y José Manuel Zapico, respectivamente.

Todos testigos de una unidad ya anunciada. «Juntas somos más fuertes», dijeron antes de la marcha y lo reptieron al final, durante la lectura del manifiesto. «Unidas, imparables. Valientes para mirar siempre hacia adelante, solidarias para no dejar a nadie atrás. Dando tira, como hemos hecho hoy, construiremos sin duda un futuro feminista a la altura de nuestros sueños», clamaron.

Y lo hicieron, explicaron, «desde Mieres, cuna de la lucha obrera en nuestra tierra». En tiempos, dijeron, «reaccionarios donde todos los discursos de odio encuentran su altavoz», el movimiento feminista asturiano «copa las calles» y lo hace «impulsadas por el peso de nuestra historia y con la mirada puesta en construir un futuro mejor para todas las mujeres».

Un todas que incluye a «todas». Empezando «por las mujeres gitanas», en cuya lengua «dar tira es tamuñí» y para las que reivindican «una sociedad más inclusiva, justa e intercultural, una sociedad en la que no se nos haga elegir entre ser mujer o ser gitana». También incluye a las víctimas de explotación sexual «y las víctimas de agresiones sexuales». Volvió a sonar en Mieres el «¡Hermana, yo si te creo!», además de posicionarse contra la maternidad subrogada: «Desde la India hasta América, las mujeres decimos no a la explotación reproductiva».

La maternidad y la falta de corresponsabilidad está detrás de «la explotación laboral y la violencia económica». Las feministas asturianas rechazan «la temporalidad, el abuso laboral, la discriminación de la maternidad, la brecha salarial y el suelo pegajoso». Todos mimbres de un cesto de pobreza «que tiene nombre de mujer, demostrando la alianza criminal que existe entre el patriarcado y el capitalismo».

Fue ese el momento de dar tira «a las compañeras esenciales, del SAD (Servicio de Ayuda a Domicilio), kellys, internas, sanitarias, trabajadoras del hogar, del sector servicios y de la limpieza». Un momento muy aplaudido y en el que pudieron verse pancartas del SAD, pese a que la plataforma que las aglutina celebraba, a la misma hora, una manifestación en Gijón, en colaboración con el Sindicato de Estudiantes y de Libres y Combativas.

Pero trabajadoras de ayuda a domicilio y representantes de estudiantes de todas las edades estuvieron en Mieres junto al resto de entidades, Tertulia Feminista Les Comadres, Amamantar, Cavasym, Rapiegas, Asfemas, Mujoas, Mujeres Progresistas, Mil Voces Violetas, entre otras muchas capitaneadas por la Brigada Feminista y 8M Asturies, estuvieron presentes en Mieres. Todas optaron por acudir a la manifestación aprobada por la mayoría donde dejaron oír sus voces.

En esta ocasión no se escuchó a Montse Garnacho, la portavoz de la asociación feminista de Mieres 'Y les cames sin facer' entonar 'Al entrar en les Colomines -panchíbiri, panchíbiri-; lo primero que se ve -panchíbiri, panchíbiri- son les muyeres en les ventanes -panchíbiri, panchíbiri- y les cames sin facer», como sí lo hizo el 25N en Avilés. Garnacho, que asistió junto con la asociación a la marcha, cantó, como todos los asistentes, la canción creada por la Brigada Feminista como himno del 8M de Asturias que sirvió para cerrar el acto: «Dende les Cuenques mineres, la capital y occidente, de la costa y del oriente, equí tamos les muyeres». Una canción cuyo estribillo, «Dar tira ye amar, copartir y apoyar, ye facer comuña, ye sororidá. Que naide se pare o se quede pa'trás, toes xuntes cantamos por la llibertá».

Pero antes se corearon y cantaron muchas más canciones. «Contra el patriarcado y sus mentiras, compañera, dame tira». «Con madreñes, con tacón, facemos la revolución», sin olvidar el clásico: «Al bote, al bote, machista el que no bote» y hasta el «Vamos a quemar este sistema judicial, por machista y patriarcal».

También se denunció «la violencia psiquiátrica oculta y el exceso de patologización y medicalización que sufrimos», seguido del grito «¡Más feminismo y menos prozac!», a la vez que se exigió «abolir la Ley de Extranjería. Por justicia social, memoria histórica y porque esta tierra es de todas». Por ese motivo: «¡Todas con papeles o perdemos los papeles!». Y, como en todo el mensaje, de igualdad universal, también se recordó las mujeres asesinadas en todo el mundo en defensa de la igualdad: «¡Muere una y nacen 100!».

Emocionante fue la lectura del texto en el que se reclama el aborto libre y gratuito. «Compañeras de Castilla y León, os damos tira», clamaron los asistentes. Como también lo fue la exigencia de «un sistema educativo público y feminista» y otro «justo de pensiones», además de mostrar su apoyo «al colectivo LBTI+», reclamar mejoras «para las mujeres presas» y exigir que las mujeres con discapacidad y las del mundo rural tengan, al menos, las mismas oportunidades que sus coetáneas.

A todas ellas y, en general, a toda persona que defienda la igualdad, el feminismo asturiano dio tira desde Mieres.

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